Cu¨¢ndo. En el estreno londinense de 'Cuatro bodas y un funeral', en 1994.
Por qu¨¦. Porque nunca lo ordinario estuvo tan cerca de lo sublime. Pong¨¢monos en antecedentes. En 1994, Hurley con 29 a?os era una actriz de segunda fila a la que la industria no tomaba muy en serio, y que sol¨ªa aparecer en los medios siempre en calidad de novia de Hugh Grant, el gal¨¢n de comedia rom¨¢ntica que en aquellas fechas estaba en la cumbre de su carrera. El problema surgi¨® al buscar modelito para aquel estreno: misteriosamente, las marcas de Londres se hab¨ªan quedado sin vestidos para prestarle. Hasta que lleg¨® a Versace, que tampoco ten¨ªa modelos disponibles, y se encontr¨® con este boceto sin terminar del dise?ador, un dise?o imposible con aberturas de v¨¦rtigo cerradas por imperdibles dorados. Lo pidi¨® y se lo prestaron. Y, el d¨ªa del estreno, los medios no hablaron de otra cosa. Era tan ordinario y tan impecable que el p¨²blico no daba cr¨¦dito. A d¨ªa de hoy, aquel vestido es posiblemente la pieza m¨¢s famosa de Versace, tiene p¨¢gina propia de Wikipedia y, tristemente, sigue siendo el punto m¨¢s ¨¢lgido de la carrera de su portadora.