Momia

El pobre Agust¨ªn llevaba cuatro a?os muerto, el t¨ªo, en su casa del barrio de Simancas, Madrid, cuando lo encontraron. Momificado. No hizo falta viajar a Luxor, Tutmosis estaba en San Blas, en uno de esos pisos de uno de esos bloques banales color beige con ropa tendida afuera. ¡°Joder, hemos convivido cuatro a?os con un cad¨¢ver¡±, dijo un vecino. Luego, ante la curiosidad de los plumillas de sucesos, a?adi¨®: ¡°La verdad es que ¨²ltimamente ol¨ªa a muerto en el rellano¡±. Analicemos la frase: ¡°La verdad es que ¨²ltimamente ol¨ªa a muerto en el rellano¡±.

¡°La verdad es que¡±: denota como el reconocimiento de una culpa, un inc¨®modo caer en la cuenta de que, aun con olor a muerto en el hueco de la escalera, t¨² sigues con tus cosas.

¡°?ltimamente¡±: ??ltimamente? ?Cuatro a?os es ¨²ltimamente?

¡°Ol¨ªa a muerto¡±: esto puede ser relativo. Algunos vivos, sabido es, mantienen con el agua y el jab¨®n una relaci¨®n tan de lejan¨ªa que¡­ bueno, que de ah¨ª pudiera colegirse el aroma en el rellano.

¡°En el rellano¡±: queda claro que, como bien nos contaron Paco Plaza y Jaume Balaguer¨® en Rec, al otro lado de la puerta puede reinar el horror, y nosotros con estos pelos. Y a¨²n queda m¨¢s claro que la carne de cerdo no es transparente pero la de algunos humanos se ve que s¨ª. Sobre todo para otros humanos. Por ejemplo, para nosotros mismos cuando vamos por la Gran V¨ªa y vemos esos cuerpos arrebujados entre mantas en el hueco de un cajero. Ah, leo que Agust¨ªn ten¨ªa una hija. Esto a?ade m¨¢s misterio al enigma.

No extraigamos moralejas. Bueno, s¨ª, una. A la momia de Agust¨ªn la encontraron los funcionarios que pretend¨ªan desahuciarlo por impago de la hipoteca. Moraleja: vuelva usted ma?ana, y ni por esas.