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Las mujeres que gobiernan en el desierto En Tinduf, en el sur de Argelia, se encuentran desde hace 41 a?os los campos de refugiados saharauis. La mayor¨ªa de los servicios y actividades est¨¢n gestionadas por mujeres Las mujeres est¨¢n a cargo pr¨¢cticamente de toda la vida social y econ¨®mica en los campos de refugiados. Han convertido los asentamientos en grandes n¨²cleos urbanos organizados, limpios y solidarios que acogen a los miles de cooperantes que cada a?o visitan la zona para colaborar y entender mejor la situaci¨®n del conflicto. Los ni?os y los ancianos respetan profundamente las decisiones de las mujeres y son ellas las que mantienen el discurso de una soluci¨®n pac¨ªfica al conflicto, poniendo mucha esperanza en las Naciones Unidas y el Gobierno espa?ol. Biya, Jadiyetu y su amiga (de 9 y 10 a?os) pertenecen a la escuela de Tichla, dentro del campo de Auserd. Van vestidas con uniforme por la marcha celebrada en honor a Brahim Gali, el nuevo secretario general del Frente Polisario que sustituy¨® a Mohammed Abdelaziz, fallecido el a?o pasado. La vestimenta militar representa el deseo de muchos saharauis de retomar la lucha armada. En el colegio, los ni?os y ni?as cantan todos los d¨ªas el himno saharaui mientras alzan la bandera antes de comenzar las clases. La letra habla de los m¨¢rtires y el sufrimiento del pueblo saharaui. Verlos en fila recitando las palabras refleja una imagen r¨ªgida y jer¨¢rquica propia de un Estado militar. ¡°Marruecos tendr¨¢ que resolver este conflicto antes de que los j¨®venes lleguen a la direcci¨®n pol¨ªtica de la RASD, porque entonces no podr¨¢n pararlos¡±, explica Mansur Mohammed Fedel, representante de la Uni¨®n de J¨®venes Saharauis (UJSARIO). Las mujeres saharauis, aparte de organizar la direcci¨®n de los campos a trav¨¦s de comit¨¦s y subcomit¨¦s, son las activistas m¨¢s implicadas. Muchas de ellas salen al desierto con las fotograf¨ªas de sus amigos y desaparecidos durante los enfrentamientos con Marruecos. Desde la Asociaci¨®n de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis (AFAPREDESA) denuncian, a trav¨¦s de im¨¢genes grabadas, la brutal represi¨®n que sufren las mujeres activistas que viven en el territorio gestionado por Marruecos. No todos los espectadores pueden aguantar la mirada ante los golpes y los allanamientos de morada de las fuerzas de seguridad marroqu¨ªes. En la fotograf¨ªa, la mujer de la izquierda porta la foto de su hermano mayor y la mujer de la derecha, la de su padre, ambos desaparecidos durante la guerra contra Marruecos. Las ni?as en los campamentos van a la escuela desde peque?as y, cuando acaban la educaci¨®n obligatoria (equivalente a la ESO), se van a estudiar al extranjero. Muchas de ellas se quedan fuera y otras vuelven para aplicar sus conocimientos dentro de los campos. La RASD se considera uno de los Estados ¨¢rabes m¨¢s igualitarios. Presumen de "no tener ni una sola mujer en las c¨¢rceles ni existir casos de violencia de g¨¦nero". Pero estos datos no se pueden confirmar debido a la falta de estad¨ªsticas y de un sistema judicial que lo gestione. Aquellas mujeres que no pueden salir de los campos de refugiados a estudiar en el extranjero se forman en los pocos centros de educaci¨®n superior que hay en el desierto. En la Escuela 27 de febrero, en el campo de Bohador, reciben educaci¨®n especializada en producci¨®n, agricultura y gesti¨®n. Adem¨¢s, la RASD ha comenzado un proyecto de Universidad en Tifariti, con varios campus a lo largo del desierto. Sin embargo, la educaci¨®n que reciben est¨¢ incompleta y solicitan apoyo de profesores extranjeros que las asesoren para aprender m¨¢s. Esta mujer polic¨ªa vigila la marcha conmemorativa del cuadrag¨¦simo primer aniversario de la creaci¨®n de la RASD en el campo de refugiados de Auserd. La seguridad en los campos est¨¢ muy reforzada debido a los peligros que existen en el desierto del Sahel. El contrabando de armas y drogas y el avance del extremismo islamista ponen en peligro la seguridad de los refugiados de Tinduf. A partir de la 1:00 est¨¢ prohibido circular en coche por el campo de Auserd, donde se refuerza la vigilancia por las noches.