Estaciones

Cuando cumpl¨ª 20 a?os me propuse escribir la peor novela de la historia, que tiempo despu¨¦s quise publicar porque sent¨ªa que las cartas se hab¨ªan repartido y de aquella oscuridad, la del que llega a los 30 entre capitulaciones, no me iba a rescatar nadie. Hubo una presentaci¨®n en la que lo primero que hice fue pedir perd¨®n por lo que hab¨ªa escrito, la compraron los amigos y hasta hoy. O hasta ayer, cuando la productora de uno de mis mejores amigos, Dani Froiz, se propuso llevarla al cine y la llev¨®, vaya si la llev¨®: tanto que si me descuido me la estrena en las narices. A estaci¨®n violenta, se llama. He ido esquivando la pel¨ªcula hasta hacer mi relaci¨®n con ella insostenible. Ni lectura del guion, ni aparecer en el rodaje, ni ir a los estrenos ¡ªel de fuera, en Sevilla; el de casa, en Santiago¡ª. Dani me ha pasado un link con su contrase?a, y cuando no tengo nada qu¨¦ hacer me quedo mir¨¢ndolos: el link y la contrase?a. El libro llevo diez a?os sin tocarlo, hasta el punto de que no recordaba uno de los personajes (son cuatro). El otro d¨ªa por fin vi media hora y la quit¨¦ turbado, supe por fin por qu¨¦. El libro no lo he vuelto a leer porque es muy malo; la pel¨ªcula, que se parece muy poco al libro, no la puedo ver porque muestra exactamente c¨®mo ser¨ªamos quince a?os despu¨¦s de haberlo escrito. No pasa nada, s¨®lo una decadencia muy poco exquisita. Estaba todo preparado para que fuese as¨ª y por eso lo escrib¨ª: no el camino hacia la droga, al fin y al cabo ya emprendido, sino el regreso. La vuelta a casa a dejarse vivir, que es m¨¢s lento a¨²n que dejarse morir. La directora Anxos Faz¨¢ns ha escrito un poema en la espalda del ¨²nico personaje vivo, porque muere antes. Lo interpreta Nerea Barros. A otro protagonista le han puesto Manuel y lo pintan como periodista y colaborador en una radio, algo que no estaba en modo alguno en el libro. Por tanto se han acercado a¨²n m¨¢s a lo que buscaba, y antes de apagar la tele record¨¦ otra historia producida por Dani y dirigida por Mario Iglesias. Una madre que perdi¨® a su hijo contrata a una artista para que le pinte el cuadro de su chico a la edad que tendr¨ªa ahora; la pintora no es capaz, y le pide la ¨²ltima foto del ni?o antes de morir. A partir de ah¨ª va pintando cuadro tras cuadro las edades del muerto hasta tra¨¦rselo a su madre de adulto. ¡°Es un milagro¡±, dice ella. Pero no lo es: en alguna parte siguen creciendo. A veces incluso en el cine.