Las nuevas brujas
Defender el feminismo es defender la lucha democr¨¢tica

¡°Desde el primer momento, las manifestaciones contra mi presencia en Brasil quedaron atrapadas dentro de una fantas¨ªa¡±, explica Judith Butler, una de las fil¨®sofas m¨¢s importantes de nuestro tiempo, al narrar el ataque sufrido desde grupos ultraconservadores del pa¨ªs. La c¨¦lebre autora de El g¨¦nero en disputa e inspiradora del movimiento queer no fue a Brasil a hablar sobre g¨¦nero, aunque sus hostigadores as¨ª lo cre¨ªan y quer¨ªan impedirlo. Todo encaja en el marco de la posverdad, pues tampoco visitaba el pa¨ªs para dar una ponencia, sino en calidad de organizadora de un encuentro llamado ?El fin de la democracia?
El violento rechazo a su visita fue una entelequia reactiva frente a lo que ella representa para el mundo ultra: un desaf¨ªo hacia las formas tradicionales de autoridad que resguardaban nuestras identidades al calor de las viejas instituciones (familia, moral, naci¨®n) hoy tiritantes. Porque el ataque hacia quien coloca la pregunta por la libertad en el centro de su obra no es algo anecd¨®tico, sino la expresi¨®n de un ubicuo movimiento reaccionario que conecta tenebrosamente con el t¨ªtulo del encuentro.
Los extremistas no son la expresi¨®n de una ideolog¨ªa que define el mundo desde una visi¨®n estructurada de la sociedad. Su motor es el puro odio, como el de los mordaces seguidores que celebraban la victoria de Trump con gritos de desprecio hacia negros y musulmanes, reivindicando ¡°recuperar¡± su ¡°naci¨®n¡±. No existe aqu¨ª una lucha por las ideas, solo la mera polarizaci¨®n social traducida en nuevos ejes de conflicto, en este caso el machismo contra el feminismo, aunque este reciba, interesadamente, escasa atenci¨®n.
Curiosamente, ¡°ideolog¨ªa¡± es la palabra con la que se quiso definir al g¨¦nero, seg¨²n la nada ingenua expresi¨®n del papa Ratzinger. Esa cu?a, ¡°ideolog¨ªa de g¨¦nero¡±, brinda a los ultras la oportunidad de presentarlo como una suerte de peligro moral, cuando en realidad es un proyecto que defiende los derechos democr¨¢ticos vinculados con la igualdad. Por eso, defender el feminismo es defender la lucha democr¨¢tica, de la misma manera que quienes lo atacan ¡ªconviene recordarlo¡ª contribuyen a socavar la democracia misma. @MariamMartinezB
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