Andaluc¨ªa: pol¨ªtica y lealtad constitucional

Lo escribi¨® Paco Umbral, en 1981: ¡°All¨¢ por el hondo Sur, donde la autonom¨ªa andaluza se nos confunde un poco con la gestaci¨®n del PSOE/29? Congreso, alguien ha definido el socialismo como ¡®un proyecto de felicidad para el hombre¡±. Es conocido el fundamental papel jugado por el socialismo andaluz en la gestaci¨®n del PSOE contempor¨¢neo. Pues bien, ese ¡°andaluz¡± 29? Congreso del PSOE fue el p¨®rtico de las victorias electorales del PSOE, en Andaluc¨ªa y en Espa?a, en 1982. Perge?emos algo de lo que hicimos ¡ªy de por qu¨¦ y c¨®mo lo hicimos¡ª, aunque sea a brochazos.

En primer lugar, y tras estudiar la Historia de Espa?a de los siglos XIX y XX, aqu¨ª abajo llegamos a dos conclusiones:

1. La decadencia y atraso de Espa?a estaban ligados al aislamiento, desde la Edad Moderna, de su mundo m¨¢s propio, Europa y Occidente. Espa?a hab¨ªa de integrarse en sus ¨¢mbitos propios, pues.

2. La existencia de un poder pol¨ªtico centralizado y sin contrapesos territoriales, unido al proteccionismo arancelario, hab¨ªa deteriorado la vitalidad social, coartado la iniciativa privada y provocado desequilibrios entre un tri¨¢ngulo geogr¨¢fico pujante y confiado ¡ªla alianza entre el textil catal¨¢n, la ferreter¨ªa vasca y los cerealistas castellanos, seg¨²n Vicens Vives¡ª y una periferia marginada. Ya lo dijo Alfonso Carlos Com¨ªn: ¡°Las regiones ricas viven a costa de las regiones pobres¡±. Si quer¨ªamos cambiar Espa?a, pues, hab¨ªa que cambiar el modelo de reparto del poder pol¨ªtico.

En segundo lugar, y en cuanto a la Administraci¨®n P¨²blica, nos hab¨ªamos convencido de que, como afirm¨® Jover Zamora, ¡°la burocracia como sector social viene a significar un instrumento de apoyo al Poder en el contexto de una sociedad poco movilizada¡±. Por ello, habr¨ªa que descentralizar todos los esquemas administrativos.

Si quer¨ªamos cambiar Espa?a hab¨ªa que cambiar el modelo de reparto del poder pol¨ªtico

En tercer lugar, y clave para nuestro acercamiento a la ciudadan¨ªa, tendr¨ªamos que identificar cu¨¢les eran los sectores sociales, susceptibles de integrarse en una mayor¨ªa social, a los que deber¨ªamos dirigirnos. Y teniendo en cuenta los cambios sociales producidos, decidimos pasar de ser un partido exclusivamente dirigido a la clase trabajadora a ser el partido dirigente de un bloque social m¨¢s amplio y mayoritario, un ¡°bloque de clases¡± susceptible de integrarse en un proyecto socialdem¨®crata. Entre 1977, en Andaluc¨ªa, y 1981, en Espa?a, el PSOE se defini¨® como el partido de un nuevo bloque de clases, aspirante a la direcci¨®n de la mayor¨ªa social.

Desde 1974 fuimos dando pasos sucesivos hacia la consecuci¨®n de nuestros objetivos: as¨ª, en 1976, logramos que el 27? Congreso del PSOE afirmara que ¡°nacionalidades y regiones constituir¨¢n, en pie de igualdad, el Estado federal que preconizamos¡±; as¨ª, desde 1976, hab¨ªamos identificado ¡ªen nuestras resoluciones pol¨ªticas¡ª el federalismo o modelo territorial que propugn¨¢bamos como un instrumento con una triple virtualidad: a. La profundizaci¨®n de la democracia; b. La institucionalizaci¨®n de poderes democr¨¢ticos intermedios para permitir la conquista de parcelas de poder, en el camino hacia el poder del Estado y para el permanente contrapeso de los poderes centrales; y c. La dotaci¨®n, a todos los territorios de Espa?a, de recursos econ¨®micos e institucionales para promover procesos de transformaci¨®n social con profundidad.

Las autonom¨ªas, pues, como m¨¢s democracia e igualdad, como centros cercanos de poder territorial y como instrumentos para la transformaci¨®n social. A los socialistas espa?oles y sure?os, la defensa del pasado y de la identidad hist¨®rica nos importaba, y nos importa, mucho menos, siempre que no se rompa la igualdad entre los ciudadanos. Preferimos mirar al futuro.

El 4 de diciembre de 1977, con la Constituci¨®n in fieri, conseguimos que los andaluces se manifestaran, en masa, por la autonom¨ªa. El 6 de junio de 1978, con presencia de UCD, del PCE, y del PSOE, se constituy¨® en Ronda la ponencia para la elaboraci¨®n de un Estatuto con plenitud de contenidos, competencias e instituciones. El 4 de diciembre de 1978, con participaci¨®n de once fuerzas parlamentarias ¡ªtodas¡ª y no parlamentarias de Andaluc¨ªa, se firm¨® el Pacto de Antequera, en el que nos comprometimos a conseguir una autonom¨ªa de primer nivel en el plazo m¨¢s breve posible.

El 28 de febrero de 1980 ganamos el refer¨¦ndum auton¨®mico. A partir de ah¨ª, hasta hoy. Partiendo de la historia, dise?ando estrategias y haciendo pol¨ªtica. Todo, con lealtad constitucional y buscando acuerdos. Todo, en defensa de una Espa?a mejor, garante de la igualdad, integrada en sus mundos y mirando hacia delante. Porque el mundo es nuevo y ancho, pero no queremos que sea ajeno.

Jos¨¦ Rodr¨ªguez de la Borbolla fue secretario general del PSOE en Andaluc¨ªa de 1977 a 1988.