S¨ª hay Derecho
El Supremo mantiene a Junqueras en prisi¨®n y se abstrae del contexto electoral, que prefigura un duelo entre ERC y Ciudadanos en disputa de los respectivos bloques
El posibilismo del movimiento soberanista interpreta siempre a su favor las situaciones pol¨ªticas y las resoluciones judiciales gracias al holograma de la independencia y a la credulidad ¨C?en retroceso?¨C de su electorado. Tanto importaba que Oriol Junqueras saliera de prisi¨®n o permaneciera en ella. La primera hip¨®tesis, de haberse producido, demostraba que el juez Llarena era un t¨ªtere articulado del Gobierno, precisamente porque no conven¨ªa a Mariano Rajoy una campa?a adulterada por el martirio carcelario del l¨ªder omn¨ªmodo de ERC. Y la segunda hip¨®tesis, claro, consolida el mito de la opresi¨®n del Estado. Se consumen en la celda los candidatos libertarios. Se los amordaza entre rejas. Se los somete a una campa?a electoral en franca inferioridad de condiciones.
Hubiera sido m¨¢s convincente esta ¨²ltima teor¨ªa de haberse generalizado el escarmiento presidiario, pero la excarcelaci¨®n bajo fianza de seis exconsellers tambi¨¦n permite juguetear con la figura de la justicia salom¨®nica, como si el Supremo estuviera relami¨¦ndose en la alquimia pol¨ªtica del equilibrismo. Y como si fuera tan dif¨ªcil convenir que Llarena ha estudiado los casos individualmente, graduando as¨ª la jerarqu¨ªa de la responsabilidad, de la reincidencia y de las medidas preventivas.
El Tribunal Supremo se ha desentendido del contexto electoral. Ha marcado las l¨ªneas rojas de la separaci¨®n de poderes. Se ha abstra¨ªdo de las conveniencias y de los criterios de oportunidad. Y ha desfigurado el escenario voluntarista seg¨²n el cual el ¡°traslado de expediente¡± de la Audiencia Nacional opon¨ªa una pintoresca guerra de jueces en rima asonante -Lamela contra Llarena- y predispon¨ªa una medida de gracia, un hermoso armisiticio prenavide?o a los delincuentes.
Es una buena noticia para la credibilidad del Estado de derecho la autonom¨ªa del auto en cuesti¨®n. Y una decepci¨®n para las fuerzas pol¨ªticas ¨Cindepes y no indepes¨C y los panelistas ¨Cindepes y no indepes¨C que anhelaban un escenario menos traum¨¢tico de cuando pueda significarlo el victimismo de Junqueras y los Jordis en sus celdas de castigo camino del 21D.
Se supone que la decisi¨®n de mantenerlos encarcelados incorpora un est¨ªmulo electoral en el relato de la patria oprimida y al fascismo del que Rufi¨¢n mastica rutinariamente, pero el aparato de propaganda soberanista hubiera creado un artificio dial¨¦ctico o dramat¨²rgico parecido de haberse producido una salida de la c¨¢rcel colectiva, coreogr¨¢fica.
Han demostrado sus l¨ªderes una impresionante capacidad adaptativa al escenario mercurial de las mentiras y los esperpentos, pero el sondeo del CIS aparecido este lunes tiende, aunque sea levemente, a relativizar la transigencia popular a la enso?aci¨®n, m¨¢s o menos como si la grey indepe empezara a desquitarse de la fuga de Puigdemont, la rep¨²blica fantasma, el pucherazo del 1 de octubre, el mito del ba?o de sangre, la sumisi¨®n al 155, el tierno abrazo de Forcadell a la Carta Magna, el coro de pla?ideras que dirige Marta Rovira con el disfraz de Gandhi.
Ten¨ªan que pesar unas y otras aberraciones camino del 21D. El CIS ¡°sustrae¡± la mayor¨ªa absoluta al soberanismo, y refleja un duelo casi perfecto entre ERC y Ciudadanos como reflejo de los respectivos bloques. No habiendo trasvase de voto posible entre el bloque independentista y el constitucionalista, la clave de los comicios parece encontrarse en la respectiva capacidad de movilizaci¨®n, cuando no en el papel de bisagra que corresponder¨¢ a los comunes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- Declaraci¨®n Unilateral Independencia
- Jordi Cuixart
- Jordi S¨¤nchez
- Ley Refer¨¦ndum Catalu?a
- Refer¨¦ndum 1 de Octubre
- Legislaci¨®n auton¨®mica
- Autodeterminaci¨®n
- Generalitat Catalu?a
- Refer¨¦ndum
- Catalu?a
- Elecciones
- Gobierno auton¨®mico
- Conflictos pol¨ªticos
- Comunidades aut¨®nomas
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Legislaci¨®n
- Espa?a
- Administraci¨®n p¨²blica
- Justicia
- Pol¨ªtica
- Proc¨¦s Independentista Catal¨¢n
- Independentismo