?Y un jam¨®n chino!

No han le¨ªdo mal. Pone jam¨®n y pone chino. Todo llegar¨¢, pero primero analicemos la situaci¨®n, que yo estoy entrando en quiebra. Catalu?a acapara los titulares y los an¨¢lisis de los tod¨®logos, que cada vez son m¨¢s y m¨¢s listos. El Gobierno, el de todos y el de los catalanes, va a lo suyo: el 155, la posverdad, las elecciones del 21 de diciembre.

Pero yo, como Paco Umbral, "estoy aqu¨ª para hablar de mi libro", de nuestro libro.

Con tanta amenaza a la integridad del Estado, el resto de problemas nacen, crecen y se multiplican sin que aparentemente se tambalee ninguna conciencia.

Los contratos precarios y el desempleo juvenil hacen que el 24% de los j¨®venes, algunos hasta en la treintena ¡ªque, por cierto, ya es una edad m¨¢s que respetable¡ª, siga dependiendo de la ayuda paterna aunque vivan bajo techo independiente.

La caja de las pensiones est¨¢ seca y cuando llega la paga de Navidad se tiene que buscar financiaci¨®n para aliviar sus arcas y salir del paso. Algo que, por si no han ca¨ªdo, no mejorar¨¢ si los contratos son pocos y mal pagados y la recaudaci¨®n se desploma en ca¨ªda libre.

Las gr¨²as vuelven a aparecer en los horizontes patrios pero la inversi¨®n en investigaci¨®n ha disminuido en 20.000 millones desde 2009. Y encima, a los chinos ¡ªy de ah¨ª el titular¡ª les ha dado por comer jam¨®n de bellota y los exportadores afirman que por fin "va a ponerse en el lugar que le corresponde, el de un producto a la altura del caviar o de la trufa¡±.

Hasta aqu¨ª hemos llegado. Si me tocan el jam¨®n, yo tambi¨¦n pido la independencia.