Involuci¨®n rusa
La enorme desconfianza acumulada dificulta la consolidaci¨®n de sistemas democr¨¢ticos capitalistas en muchas rep¨²blicas exsovi¨¦ticas
Cerramos un a?o muy ruso. Al centenario de la revoluci¨®n de 1917 se le ha sumado el intenso protagonismo de Rusia en la escena internacional. La mano del Kremlin ha mecido las cunas de todos los conflictos relevantes.
Rusia ha perfeccionado lo que algunos expertos en seguridad llaman la ¡°manguera de falsedades¡±. Un modelo de propaganda que canaliza un alto volumen de mentiras y posverdades a trav¨¦s de las redes y los medios afines. El objetivo es desestabilizar a Occidente y consolidar los intereses rusos, sobre todo en Ucrania y Siria. Dentro de las fronteras rusas, la manguera depura a los disidentes.
Hay una continuidad entre el aparato represivo de la extinta URSS y el de la actual Rusia. El propio Putin fue un esp¨ªa de la KGB. Pero lo inquietante es la pervivencia de una deprimida psicolog¨ªa colectiva.
Como en otros pa¨ªses excomunistas, la sociedad rusa vive atrapada en un c¨ªrculo perverso. El comunismo dej¨® por los suelos los niveles de confianza social. Cualquiera pod¨ªa delatarte. No pod¨ªas fiarte ni de tus padres ni de tus hijos. Y el corrupto proceso de liberalizaci¨®n y privatizaci¨®n de los a?os noventa deterior¨® todav¨ªa m¨¢s los valores c¨ªvicos. El mensaje que cal¨® fue el siguiente: esto es la ley de la selva, as¨ª que piensa s¨®lo en ti.
La enorme desconfianza acumulada ¡ªhacia empresas, administraciones y conciudadanos¡ª dificulta la consolidaci¨®n de sistemas democr¨¢ticos capitalistas en muchas rep¨²blicas exsovi¨¦ticas. Una sociedad que desconf¨ªa de todo prefiere soluciones de ordeno y mando a soluciones de mercado, tanto en la econom¨ªa como en la pol¨ªtica. Los votantes suspicaces no entregan el poder a pol¨ªticos abiertos y consensuales, sino a l¨ªderes cerrados y autoritarios, dispuestos a castigar sin remordimientos. Y estos, lejos de implementar pol¨ªticas que fomenten la cohesi¨®n social, siembran todav¨ªa m¨¢s inquina con sus arbitrariedades.
Algunos balances sobre la revoluci¨®n rusa destacan los liberadores efectos que tuvo el esp¨ªritu revolucionario, aun admitiendo sus nefastas consecuencias materiales. Pero 1917 fue una Gran Involuci¨®n, tanto para los cuerpos como para las almas. @VictorLapuente
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