Politizaci¨®n del arte

La politizaci¨®n que ha marcado el traslado desde Lleida de las obras pertenecientes al monasterio de Sijena, en Arag¨®n, y, sobre todo, la manipulaci¨®n que los l¨ªderes independentistas han hecho de este asunto es un ejemplo perfecto de lo que no debe ocurrir en cuestiones art¨ªsticas, culturales e hist¨®ricas. Y al mismo tiempo una descarada exhibici¨®n de hasta d¨®nde est¨¢n dispuestos a llegar los independentistas en las f¨®rmulas de victimizaci¨®n a las que se han acostumbrado en su relato paralelo de la realidad.

Desde Bruselas, el expresident Puigdemont atribuy¨® ayer a un ¡°golpe de Estado para expoliar Catalu?a¡± la actuaci¨®n de t¨¦cnicos del Gobierno de Arag¨®n y Guardia Civil para recuperar las 44 obras del tesoro de Sijena. L¨ªderes de la CUP, ERC y organizaciones independentistas apelaron a una movilizaci¨®n popular para impedir ese traslado, que ayer se estrell¨® contra la firmeza de los Mossos de Esquadra. Y hasta el director de Servicios Territoriales de Cultura de la Generalitat en Lleida, Josep Borrell, amenaz¨® a los aragoneses que viven en la zona lim¨ªtrofe con Catalu?a con que podr¨ªan dejar de recibir asistencia sanitaria en represalia. ¡°Podr¨ªa ser que nos lo repens¨¢ramos¡±, asegur¨®, en una admonici¨®n intolerable en un Estado de convivencia democr¨¢tica.

En principio, todo es, y deber¨ªa ser, bastante m¨¢s sencillo: la Audiencia Provincial de Huesca confirm¨® el 30 de noviembre la sentencia de un juzgado que en 2015 orden¨® el traslado de las piezas al anularse los contratos de venta que las monjas realizaron sin ponerlos en conocimiento de las autoridades de Arag¨®n y de Cultura, como mandan las leyes de patrimonio. En esta ocasi¨®n, adem¨¢s, la manipulaci¨®n independentista ha quedado al desnudo, pues la propia Generalitat de Catalu?a obedeci¨® en 2016 y entreg¨® a Arag¨®n el primer lote de las piezas reclamadas, las 51 que estaban en el MNAC. La segunda entrega, la de estas 44 piezas que desde ayer descansan en Arag¨®n ¡ªa excepci¨®n de una que no ha sido hallada¡ª, fue paralizada por el Govern una vez decidida, y ha necesitado la resoluci¨®n de un recurso judicial y el apoyo policial para seguir su curso. La Generalitat a¨²n puede recurrir hasta llegar al Supremo y revertir la situaci¨®n si le acompa?a la raz¨®n.

Catalu?a cont¨® con el apoyo de la mayor parte de instituciones y la sociedad democr¨¢tica para recuperar los papeles de Salamanca, esquilmados en la Guerra Civil, y ser¨ªa de justicia que cumpliera con la misma lealtad institucional con la recuperaci¨®n por parte de Arag¨®n de un patrimonio catalogado como monumento nacional en 1923 y que la justicia considera indivisible. Aquello fue arrebatado a Arag¨®n con la connivencia de la Di¨®cesis de Lleida (a la que pertenec¨ªa ese monasterio hasta 1995), del Vaticano y la Generalitat, y es el Gobierno independentista de Catalu?a el que ha decidido politizar esta causa en los ¨²ltimos a?os para adjudicarse un patrimonio que no le pertenece, y no lo contrario. Frente a las tentaciones de desmarque en las que est¨¢ cayendo el propio PSC en contra del traslado, los partidos que apoyan la legalidad no deber¨ªan escatimar en la defensa del cumplimiento de una sentencia judicial. Es la ¨²nica manera de que funcione democr¨¢ticamente un pa¨ªs.