Para qu¨¦ la independencia
Piden depositar una confianza innata en la naturaleza catalana para su capacidad decisoria sin aclarar para qu¨¦ usarla
No queremos estar con los que piensan distinto. No queremos intentar ponernos de acuerdo. Preferimos estar con quienes son m¨¢s similares a nosotros, con aquellos con quienes sentimos afinidad. Tal es la asunci¨®n impl¨ªcita del proyecto independentista: mejor por nuestra cuenta.
Obviemos por un momento la heterogeneidad de la sociedad catalana sobre la cuesti¨®n de la secesi¨®n. Estamos hablando de un movimiento por una peque?a, futura rep¨²blica que, tras media d¨¦cada de proyecto, ni siquiera ha decidido todav¨ªa si ser¨¢ Suiza, el para¨ªso libertario del sur de Europa, o la Dinamarca del Mediterr¨¢neo. De hecho, las distintas partes que componen el proyecto aplazan expl¨ªcitamente el debate, probablemente porque saben que no est¨¢n de acuerdo. Lo cambian por un ¡°primero, que podamos decidir qu¨¦ queremos ser y luego ya decidiremos¡±.
Sin embargo, hay una contradicci¨®n en la misma semilla del movimiento independentista: si, en teor¨ªa, se trata de un proyecto aspiracionista, basado en la capacidad de decidir el propio futuro, ?para qu¨¦ sirve la independencia si ni siquiera se tiene claro qu¨¦ se podr¨¢ hacer con ella? La ¨²nica manera de resolver ese dilema es depositando una confianza innata en la naturaleza catalana para su capacidad decisoria. Pero claro, este esencialismo contradice las bases supuestamente abiertas y liberales de la coalici¨®n. As¨ª que no se puede invocar p¨²blicamente. En su lugar, escogen ejemplos estrat¨¦gicos de paralizaciones judiciales (por ejemplo, la normativa sobre los desahucios) para clamar que ¡°en Espa?a no se puede¡± mientras ignoran pol¨ªticas, recortes, leyes y propuestas hechas o ignoradas en los ¨²ltimos siete a?os.
El jueves que viene los catalanes acudir¨¢n de nuevo a las urnas para decidir si quieren decidir y c¨®mo quieren hacerlo. El debate sustantivo no tardar¨¢, eso s¨ª, en regresar a la palestra: como tantas otras veces en los ¨²ltimos a?os, saltar¨¢ desde su escondite tras cada negociaci¨®n presupuestaria, tras cada reforma legislativa que no tenga que ver con la cuesti¨®n territorial. All¨ª seguir¨¢, impasible, la cuesti¨®n: para qu¨¦ la independencia. @jorgegalindo
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