Lecci¨®n de Alabama a Trump

La derrota del candidato de Donald Trump al Senado en las elecciones de Alabama representa un mensaje de hartazgo de un electorado que, incluso en un Estado claramente conservador ¡ªha elegido senadores republicanos durante los ¨²ltimos 25 a?os¡ª no parece dispuesto a bendecir la err¨¢tica, autoritaria y poco profesional forma de gobernar del inquilino de la Casa Blanca.

Como viene siendo habitual, Trump desde?¨® el consejo de los expertos. Primero apoy¨®, en primarias, a un candidato contra el parecer del Partido Republicano, y luego respald¨® al pol¨¦mico vencedor de las primarias, el exjuez ultraconservador Roy Moore. Este ya era famoso por sus exabruptos, pero adem¨¢s varias mujeres le denunciaron por abuso sexual cuando ellas eran adolescentes. Moore abraz¨® de inmediato el eslogan de Trump de hacer Am¨¦rica m¨¢s grande y le a?adi¨® su particular toque racista. Afirm¨® que para ¨¦l, EE?UU hab¨ªa sido un pa¨ªs grande ¡°cuando las familias estaban unidas aunque hubiera esclavitud¡±. No es de extra?ar que el 98% de las mujeres negras del censo votara al dem¨®crata Doug Jones y lo mismo hiciera el 92% de los hombres negros. Todo un r¨¦cord. El presidente no tard¨® en desmarcarse y acus¨® de ¡°alegrarse de lo ocurrido¡± ¡ªes decir, de traici¨®n¡ª a miembros del Partido Republicano. Ni el menor rastro de sentido autocr¨ªtico.

La derrota republicana lleva adem¨¢s al m¨ªnimo su mayor¨ªa en el Senado, en el que suma 51 esca?os por 49 de los dem¨®cratas y a menos de un a?o de unas importantes legislativas parciales. Cualquier pol¨ªtico tomar¨ªa nota de la lecci¨®n: si un electorado muy conservador da la espalda al candidato de su partido es o porque lo considera demasiado progresista o porque lo ve inaceptable. Alabama ha acertado al negar que le represente un racista, que debe adem¨¢s aclarar su comportamiento con mujeres menores de edad. Los votantes tienen las cosas mucho m¨¢s claras que Trump.