Gran don

Pasado ma?ana un mill¨®n de catalanes acabar¨¢n de suicidarse o una parte de los mismos permitir¨¢ que la comunidad regrese a la edad de la raz¨®n, as¨ª que hablemos hoy del artista m¨¢s propio de este pa¨ªs, don Ram¨®n del Valle Incl¨¢n.

Es para m¨ª el m¨¢s grande del siglo XX. Tambi¨¦n lo son Baroja o Machado, pero est¨¢n m¨¢s acotados, Baroja a la novela de sucesos y Machado a la poes¨ªa de pensamiento. Valle escribi¨® novelas excepcionales, poemas notables, pero sobre todo un teatro que sigue siendo el ¨²nico realmente moderno de la Espa?a actual. Era un hombre libre e hizo del arte un invento de su libertad personal. Cre¨® g¨¦neros enteros, como Picasso creaba escuelas, pero lo hac¨ªa con la gracia de un ni?o, sin preceptos, idearios, panfletos o manifiestos. Se dir¨ªa que un talento fuera de serie le libr¨® de caer en capillas y vanguardias. Simplemente, desintegr¨® el teatro y lo volvi¨® a montar.

Como en las novelas que coment¨¦ hace unos meses, tambi¨¦n en el teatro podemos distinguir dos fases, ambas igualmente interesantes, aunque algunos profesores menosprecien la primera por ¡°modernista¡±. Valle lo convert¨ªa todo en una novedad originaria, como comprobar¨¢ el lector de este primer volumen de su Teatro Completo en la magn¨ªfica edici¨®n de la Biblioteca Castro. Vienen en ¨¦l las obras juveniles, tan bellas, pero sobre todo las tres comedias b¨¢rbaras que valen por s¨ª solas el entero volumen y las dos sarc¨¢sticas farsas. El segundo volumen nos traer¨¢ los esperpentos y ser¨¢n comentados en su d¨ªa.

Vuelvo donde empec¨¦. Ya vivimos la comedia b¨¢rbara de los carlistas catalanes, luego la farsa de Companys, y ahora nos espera el esperpento de Puigdemont si Dios no lo remedia. Esos que dicen no ser espa?oles se acomodan como un guante a Valle Incl¨¢n.