El triunfo de las sherezades

El a?o pr¨®ximo se casan el pr¨ªncipe Enrique y Meghan Markle y parece que tambi¨¦n la reina latina Jennifer Lopez con el beisbolista Alex Rodr¨ªguez. La expectativa nos har¨¢ pasar unos meses estupendos. Meghan y Enrique ya han subido los retratos oficiales a sus redes, ¨¦l sentado en un pelda?o y ella en el suelo, en un a?o en el que la lucha por la igualdad de derechos de las mujeres ha sido un importante clamor. Meghan apoya su brazo en el f¨¦mur de su prometido, que aparece con el pelo ligeramente desordenado, quiz¨¢s recordando su lado golfo que siempre lo hizo el m¨¢s atractivo de los nuevos Windsor. A m¨ª me cruje la elecci¨®n del vestido de Meghan, porque no puedo m¨¢s con los brillitos y transparencias, ese aire mil y una noches que se ha impuesto en la moda femenina. Es el dubaicismo de la est¨¦tica: intentar que las mujeres parezcan sherezades.

Jennifer Lopez tendr¨¢ que evitar que su boda coincida con la de Meghan. JLo est¨¢ al tanto de esas comparaciones que ya se hacen en televisi¨®n sobre los men¨²s nupciales. El locuaz periodista Rodner Figueroa coment¨® que en el de la cantante y actriz?resplandecer¨¢n con orgullo los brillos y las calor¨ªas, harinas y fritangas corpulentas del Caribe, mientras que en la de Meghan habr¨¢ salm¨®n org¨¢nico canadiense, vegetales semicrudos y whisky escoc¨¦s con Elton John al piano.

2017 se despide con noticias que fomentan la presi¨®n demogr¨¢fica. A los hijos de Cristiano Ronaldo su suman los mellizos de Enrique Iglesias y Anna Kournikova. Eva Longoria est¨¢ embarazada. Es como si le tocase la loter¨ªa a las revistas, se van a inundar de caras nuevas el papel couch¨¦ y los parques infantiles. A estas caritas nuevas se sumar¨¢n las de In¨¦s Arrimadas, Marta Rovira y las del grupo mixto, que, aunque sean catalanas, su proyecci¨®n y futuro lo veremos en todos los peri¨®dicos espa?oles. Del parque infantil a las p¨¢ginas de las revistas distan dos pasos. No solo se nota la renovaci¨®n en la arena pol¨ªtica, tambi¨¦n hay m¨¢s caras y m¨¢s juventud en las noticias del coraz¨®n. Alba D¨ªaz Mart¨ªn, Almudena Lapique y Cayetana Rivera, hijas de toreros, dise?adoras de moda, duquesas y empresarias, forman parte del entorno de Froil¨¢n, Pipe, como se le conoce ahora, nieto y sobrino de reyes. As¨ª lo relat¨® M¨¢bel Galaz en estas p¨¢ginas. Instauran una jet superjoven que mezcla t¨ªtulos con profesiones en sus sangres e Instagrams y que ofrece una curiosa mezcla de modernidad con tradici¨®n. Otra apuesta m¨¢s para el conservadurismo millennial que se nos viene y que aprovecha ese aroma de diferencia, de siglo XXI, para encarrilarse. Sangre nueva, rostros nuevos para nuevos matrimonios, nuevos nacimientos, mismos valores. Mientras eso crece, yo defender¨ªa que Froil¨¢n d¨¦ una fiesta con su pandilla, con bastante reguet¨®n y sus redes sociales inundadas de boomerangs y much¨ªsimas Instastory, aunque fastidie un poco la exclusiva de las revistas, pero que nos haga sentir como si fu¨¦ramos de la misma edad que nuestros hijos o sobrinos, que da pie para estudiar otro fen¨®meno interesant¨ªsimo: tanto hijas debutantes como sus madres pueden ser igual de influencers.

Agatha Ruiz de la Prada se ha declarado p¨²blicamente como una instagramer m¨¢s, advirtiendo que al principio le repel¨ªa esa exhibici¨®n de la vida privada, pero que ahora le parece fenomenal. En mi opini¨®n, Agatha est¨¢ haciendo de su divorcio una experiencia positiva que es una buena se?al para futuras generaciones. En la cultura latina, a las mujeres se les inculca la idea de que el divorcio es siempre un fracaso y su tr¨¢nsito una humillaci¨®n. Al mostrar la herida, se salta la norma no escrita de que una se?ora deber¨ªa estar discretamente callada y Ruiz de la Prada demuestra lo contrario: no hay que esconder nada, hacer del cambio de estado civil un carrusel de emociones en el que giran el hartazgo y el af¨¢n de superaci¨®n. En una reciente declaraci¨®n televisiva, a Agatha le se?alaron que estaba m¨¢s delgada y ella respondi¨®, en ese acento tan absolutamente pijo como entra?able, ¡°estoy delgada porque me he quitado un peso de encima¡±. M¨¢s o menos todos tenemos una opini¨®n tanto de Pedro J como de ella y de la pareja que formaron durante tres d¨¦cadas, pero ahora, en este cap¨ªtulo posdivorcio, Agatha est¨¢ influyendo desde su experiencia a todas esas nuevas caras que tanto celebramos, para que todo siga igual o vaya mejor.