Navidades pretensiosas
El ser humano es admirablemente inventivo a la hora de crear nuevas formas para complicarse o arruinarse la vida. Todos hemos escuchado decir que las Navidades son una ¨¦poca m¨¢gica para perdonar y estar en familia, para repartir felicidad sin pedir nada a cambio. Sin embargo, entre las preocupaciones de la gente en estas fechas no est¨¢ el ¡°c¨®mo ser mejor persona y compartir¡±, sino que estamos preocupados por encontrar el marisco m¨¢s fresco, el vestido perfecto para poder fardar, o recibir el regalo m¨¢s caro. El privilegio de poder comer marisco, elegir traje o recibir regalos ha hecho que en parte dejemos de disfrutar las Navidades, y han convertido la ilusi¨®n de comer bien y tener nuevos bienes materiales en un requisito sin el cual la mayor¨ªa de la gente ya no puede imaginar una Navidad feliz.
Ojal¨¢ alg¨²n d¨ªa podamos volver a disfrutar de las Navidades por lo que son y no por todo el lujo y los compromisos bajo los que las hemos sepultado.¡ª Cristina Castro. Torrej¨®n de Ardoz (Madrid).
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