A pesar de todo, 2017 fue un buen a?o

Incluso para quienes militamos en el optimismo racional, y recopilamos cada a?o los datos que avalan la convicci¨®n de que el mundo es un lugar cada vez mejor, persuadidos como Matt Ridley de que el pesimismo de la especie disfruta de prestigio intelectual pero no es ¡®optimismo bien informado¡¯ sino todo lo contrario, a decir verdad 2017 se extingue con mal sabor de boca. La causa es Catalu?a, aunque deber¨ªa ser el indicador de pobreza que ha repuntado tras quince a?os de reducci¨®n constante. Pero se trata de un rev¨¦s coyuntural ¨Cpor las hambrunas en Sud¨¢n del Sur y los conflictos en Nigeria o Yemen¨C en una tendencia a mejor, sobre todo de pobreza extrema. Claro que hay sombras, como las migraciones desesperadas, pero, a pesar de todo, este ha sido un a?o de progreso, y 2018 ser¨¢ un a?o mejor.

Hay muchas noticias sobre las que poner el foco, m¨¢s all¨¢ de Trump o Kim Jong-un. Por primera se corrige una enfermedad hereditaria en embriones humanos. Y ya escuchamos la voz del Universo en las ondas gravitacionales. La pelea no es con el acceso al agua sino con la infraestructura, seg¨²n el informe de situaci¨®n de 2017 de la OMS. Hay una muy prometedora l¨ªnea contra el c¨¢ncer alterando la estructura de la cromatina. De dracunculiasis s¨®lo quedan 5 casos en el mundo, y tambi¨¦n se alcanza la erradicaci¨®n de la poliomelitis, ya con s¨®lo 8 casos del poliovirus salvaje. Al empezar 2017, escrib¨ªa Nicholas Kristof en NYT: ¡°Recuerden: los sucesos m¨¢s importantes no son los tuits de Trump. Lo que es infinitamente m¨¢s importante es que sobrevivir¨¢n casi 18.000 ni?os que en el pasado habr¨ªan muerto por enfermedades simples, cerca de 300.000 personas ahora contar¨¢n con electricidad y la excelente cifra de 250.000 personas que saldr¨¢n de la pobreza extrema¡±. Hay demasiada atenci¨®n en las malas noticias. Quiz¨¢ convendr¨ªa enfatizar la mortalidad infantil bajo el 5% o que Unesco pueda celebrar el hito del menor n¨²mero de ni?os sin escolarizar en la Historia, con la casi superaci¨®n del analfabetismo joven.

Al empezar 2017, la sombra del populismo sembraba incertidumbre e inquietud. Un punto clave era Francia, por el temor a Le Pen en uno de los dos pilares de Europa; y m¨¢s si tambi¨¦n triunfaba Wilders en Holanda. Pero este a?o la burbuja del populismo ha estallado. En Alemania, el ascenso de la ultraderecha es limitado. El Brexit no es lo que era, y hasta hay quien cree que puede acabar en casi nada. The Economist ha se?alado a Francia como pa¨ªs del a?o porque Macron ha demostrado que se pueden hacer reformas incluso en un pa¨ªs tan refractario como Francia, rompiendo la din¨¢mica de trincheras entre izquierda y derecha. En Espa?a, tambi¨¦n Podemos ha dejado de tener dimensi¨®n de amenaza. M¨¢s all¨¢ de eso, el sistema ha frenado bastante a Trump, como apuntaba Paul Krugman; y s¨ª, tipos como Erdogan o Maduro representan involuciones, y Kim ha logrado que su bot¨®n rojo no permita reducirlo a chiste planetario, pero hay m¨¢s democracia en el planeta, y mejor perspectiva para la sociedad liberal.

El cambio clim¨¢tico es amenazante, sobre todo porque Trump es un factor de retroceso con el aval del Partido Republicano, pero hay contrapesos como Europa. En energ¨ªa, varios pa¨ªses progresan en fusi¨®n nuclear controlada ¨CAlemania, Corea del Sur, China o Reino Unido¨C y el MIT apunta a producir energ¨ªa en red en una d¨¦cada. En Islandia se est¨¢ convirtiendo el CO2 en roca. Los ensayos con grafeno para una desalinizaci¨®n eficiente han progresado seriamente en la Universidad de Manchester. Y algunos pa¨ªses, como Reino Unido o Francia, ya est¨¢n usando la fecha de caducidad de 2040 para los coches de gasolina y diesel. Noruega o Pa¨ªses Bajos, antes. Parece abusivo el relato siniestro de ir, inermes, directos a la cat¨¢strofe.

Y bueno, s¨ª, en Espa?a seguir¨¢ el conflicto de Catalu?a, difiriendo problemas reales. Estos d¨ªas se ha citado la independencia en 2024 seg¨²n Bloomberg. No es un dato, sino una hip¨®tesis de su tradicional Gu¨ªa Pesimista sin mucho nivel de aciertos. La escenario titulado El conflicto generacional destruye Europa incluye la ruptura previa de Escocia, rematada con B¨¦lgica, y el ¨¦xito de Melenchon. Es pol¨ªtica-ficci¨®n. En cambio, hay buenas razones para creer que la unilateralidad puede estar agotada, tras el fracaso de la declaraci¨®n de la Rep¨²blica de Catalu?a, devuelta a la legalidad v¨ªa 155, y unas elecciones donde la mitad no indepe fue mayor¨ªa. La decepci¨®n razonable con los l¨ªderes pol¨ªticos de Catalu?a, y en buena medida de Espa?a ¨Cel partido del Gobierno arrastra un lastre fatal de corrupci¨®n¨C deja un clima envenenado, pero no irrecuperable. Ni siquiera es definitiva la ¨²nica victoria del independentismo: el desafecto de doble direcci¨®n entre catalanes y dem¨¢s espa?oles.

El mundo progresa. Nos impresiona un oso desnutrido, aunque sea fake; y dejamos que una mala carga policial con dos heridos en el hospital condicione lo que podemos pensar de nosotros como sociedad. Pero el mundo progresa. Es m¨¢s, un estudio de Columbia, Cambridge y el Centro de Genoma de Nueva York, muestra que el ser humano todav¨ªa evoluciona. El sapiens hace cosas terribles pero tambi¨¦n produce The Square, o la serie de The Handmaid¡¯s Tale, o los poemas de Kaveh Akbar. Este ¡°animal que se convirti¨® en un dios¡± (Yuval Noah Harari), a veces desconcertante y casi siempre desconcertado, a¨²n es capaz de mejorar. Este ¨²ltimo a?o deja huellas amargas, claro, pero muchas se?ales alentadoras; y 2018 ser¨¢ mejor.