29 fotosMadrid, cruce de culturas latinasEstas fotograf¨ªas forman parte de una investigaci¨®n realizada durante la ultima d¨¦cada por las periodistas ?rsula O¡¯Kuinghttons y Patricia VillarruelEl Pa¨ªs02 ene 2018 - 14:41CETWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceEl periplo de emigrar viene acompa?ado por sombras de soledad e incertidumbre. La mayor¨ªa de los latinoamericanos que han llegado a Espa?a lo han hecho huyendo de la precariedad econ¨®mica e inestabilidad pol¨ªtica de sus pa¨ªses. A los peruanos, dominicanos, argentinos, ecuatorianos, colombianos, bolivianos, paraguayos, brasile?os, costarricenses... hoy se suman los venezolanos, la nacionalidad que m¨¢s creci¨® en Madrid el a?o pasado.Manuel V¨¢zquezSus padres les dijeron que trabajar¨ªan un tiempo y luego regresar¨ªan. Pero se quedaron en Madrid y al final consiguieron la reagrupaci¨®n familiar. Hab¨ªa que empezar de nuevo y no siempre fue f¨¢cil. Vivieron la partida de sus progenitores como un abandono, llegaron a Espa?a y experimentaron en sus carnes el fen¨®meno de los ¡°ni?os de la llave¡±. Con el estallido de la crisis, muchos tuvieron que emigrar otra vez.Manuel V¨¢zquezSin su trabajo el cambio del 'skyline' de Madrid tras la edificaci¨®n de las Cuatro Torres habr¨ªa sido imposible. Tambi¨¦n las obras de ampliaci¨®n de la M-30 o el metro. Estos son solo tres ejemplos de los complejos arquitect¨®nicos que cobraron vida gracias al tes¨®n de miles de peones de la construcci¨®n nacidos en otras latitudes.Manuel V¨¢zquezSus padres a trabajar, ellos a estudiar. La escuela es el lugar de integraci¨®n natural para los ni?os inmigrantes. En las aulas de los colegios madrile?os conviven una pluralidad de acentos.Manuel V¨¢zquezEl alistamiento de hispanoamericanos y guineanos (en su mayor¨ªa de Ecuador, Colombia y Per¨²) ha cambiado las Fuerzas Armadas. Estos soldados han participado en operaciones internacionales y misiones de paz o de car¨¢cter humanitario. Tambi¨¦n se han dejado la vida en primera l¨ªnea de fuego.Manuel V¨¢zquezEn los parques madrile?os cualquier cancha sirve para practicar el 'ecuavoley'. Basta un bal¨®n de f¨²tbol y tres personas por equipo. Apuestan todos: los jugadores, los espectadores y hasta el ¨¢rbitro.Manuel V¨¢zquezMuchos llegaron ¡°sin papeles¡±. Para sobrevivir esos primeros a?os tuvieron que trabajar en negro, dormir en camas calientes, vivir con el miedo a una expulsi¨®n metido en el cuerpo¡ Consiguieron los anhelados permisos de residencia y trabajo. Optaron por la doble nacionalidad. Y aqu¨ª siguen, apegados a una fe que no entiende de fronteras.Manuel V¨¢zquez¡°Viajo a Ecuador. Llevo encomiendas¡±. Un nombre, un tel¨¦fono y la fecha del vuelo completaban la informaci¨®n. As¨ª enviaban antes muchos inmigrantes el dinero que ganaban en Espa?a a sus familiares. El negocio termin¨® en manos de las remesadoras con locales propios o locutorios como intermediarios. Los bancos no tardaron en ofertar productos espec¨ªficos para captar a estos nuevos clientes.Manuel V¨¢zquezHace a?os algunos inmigrantes latinos bautizaban a sus beb¨¦s Usnavi o Maivi (del ingl¨¦s ¡®US Navy¡¯ o ¡®maybe¡¯). Hoy los llaman Iker e incluso Letizia. El porcentaje de extranjeros en Espa?a es del 9,5% de la poblaci¨®n, un n¨²mero que va a la baja desde la crisis, pero su contribuci¨®n a la natalidad es notable. De los 408.384 nacimientos que tuvieron lugar en Espa?a en 2016, un 18,4% fueron de madre extranjera.Manuel V¨¢zquezA lo largo de su historia la Plaza Mayor de Madrid ha sido el escenario de grandes festejos. Un 20 de julio, a ritmo de vallenatos y cumbias, acogi¨® el sentir patrio de los inmigrantes colombianos que celebran ese d¨ªa su fiesta de Independencia.Manuel V¨¢zquez¡°Llegar a ser figura del toreo es casi un milagro. Pero el que llega, podr¨¢ el toro quitarle la vida; la gloria, jam¨¢s¡±. El texto se lee en la Escuela de Tauromaquia de Marcial Lalanda en la madrile?a Casa de Campo, un aula que en los ¨²ltimos 41 a?os ha nutrido a los tendidos con m¨¢s de un centenar de matadores. Por all¨ª tambi¨¦n ha pasado un vasto grupo de latinoamericanos que se han empapado con el arte de la tauromaquia.Manuel V¨¢zquezCada 24 de junio los pueblos andinos del hemisferio sur celebran el Inti Raymi, una milenaria festividad que marca el inicio del solsticio de invierno. Al sur de Madrid, bendiciendo a la ¡®pachamama¡¯, se replica la fiesta ind¨ªgena a ritmo de bailes y ofrendas. Al festejo se une un cham¨¢n que limpia con tabaco a los presentes.Manuel V¨¢zquezSon tiempos de WhatsApp, de Skype, de FaceTime pero hay locutorios que se resisten a la embestida tecnol¨®gica porque los inmigrantes, los m¨¢s mayores, a¨²n siguen levantando el tel¨¦fono desde esas min¨²sculas cabinas para conectarse con sus pa¨ªs.Manuel V¨¢zquezEmigrar y emprender son dos palabras van unidas al comenzar una nueva vida en otro pa¨ªs. Muchos de los reci¨¦n aterrizados en Espa?a abrieron sus propios locales. Algunos dominicanos, peluquer¨ªas. Otros ecuatorianos se especializaron en panader¨ªas, restaurantes y negocios de productos alimenticios. Y muchos colombianos estrenaron tiendas de ropa y salones de belleza.Manuel V¨¢zquezMadre e hija se besan en un piso compartido de Instituciones Penitenciarias. Las mujeres que llegaron a Espa?a como 'mulas¡¯, transportado droga desde Latinoam¨¦rica hacia Europa, pueden vivir con sus reto?os en este tipo de alojamientos tras cumplir parte de su pena.Olga vallejoEste deporte-espect¨¢culo forma parte de la cultura popular mexicana. Representa el enfrentamiento entre el bien y el mal en un ring. Sus protagonistas son superh¨¦roes de carne y hueso, verdaderos gladiadores. En las pasadas fiestas de La Paloma, luchadores espa?oles debutaron en el cuadril¨¢tero con sus m¨¢scaras y t¨¦cnicas acrob¨¢ticas, como ocurriera en 2008 cuando visitaron Madrid, el Hijo del Santo y Blue Demon Jr., verdaderos iconos de la lucha libre.Olga VallejoDesde 2006 la parroquia de San Lorenzo, en Lavapi¨¦s, es lugar de culto de las principales advocaciones latinoamericanas: las v¨ªrgenes del Cisne y el Quinche (Ecuador), Caacup¨¦ (Paraguay), Urcupi?a y Cotoca de Bolivia, la de Coromoto de Venezuela, el Divino Ni?o, La Dolorosa, Santa Narcisa de Jes¨²s... Hasta una veintena de im¨¢genes y tallas ocupan los espacios laterales del atrio y el oratorio del templo.Manuel V¨¢zquezLa fiesta de Quince A?os empieza con una liturgia. Contin¨²a con pomposas celebraciones y cientos de invitados. No importa la condici¨®n econ¨®mica. La tradici¨®n latina manda. Eso s¨ª, no puede faltar el chambel¨¢n (joven que acompa?a a la cumplea?era).Manuel V¨¢zquezLa homofobia social, familiar, laboral y hasta policial empuj¨® a miles de latinoamericanos a buscar en Madrid la libertad que no encontraban en sus pa¨ªses de origen.Olga VallejoNo integran esa galaxia de estrellas del balompi¨¦ pero miles de latinoamericanos se visten de corto para disputar sus campeonatos de f¨²tbol. La inauguraci¨®n de sus ligas incluye un desfile de los equipos y hasta la elecci¨®n de la reina.Manuel V¨¢zquezFlores, cirios encendidos y mensajes que lloran las ausencias. El fanatismo radical del terrorismo islamista y de ETA tambi¨¦n se cobr¨® la vida de inmigrantes latinoamericanos que sintieron como propio el dolor de una ciudad asaltada por la amargura, el escozor de las heridas y la desolaci¨®n.Manuel V¨¢zquezLos ¨ªdolos de la rockola, los sanjuanitos, el pasillo, el vallenato o la tecnocumbia llenan restaurantes, plazas, parques o discotecas con algo m¨¢s que un simple concierto. Ofrecen a los inmigrantes recuerdos. En sus canciones hablan de desarraigo, de ausencias, de melancol¨ªa¡Manuel V¨¢zquezSu migraci¨®n no responde a motivaciones econ¨®micas sino a su orientaci¨®n sexual y su identidad de g¨¦nero. Es lo que ocurre con cientos de latinoamericanos transexuales que encuentran refugio en el anonimato de grandes urbes como Madrid.Olga VallejoLa oleada de inmigrantes fue tan explosiva que la convivencia inicial no estuvo exenta de roces. El tiempo ha hecho que las miradas iniciales de desconfianza cedan paso a una mayor integraci¨®n en los barrios, hoy m¨¢s interculturales que nunca.Roberto C¨¢rdenasEn 1997 los evang¨¦licos en Madrid representaban apenas un 0,25% de la poblaci¨®n. Hoy se acercan al 2%. En la ciudad ya existe un medio millar de centros de culto. La Iglesia evang¨¦lica ha ganado terreno gracias a la labor de los ¡°ministerios latinos¡± llegados de Ecuador, Colombia, Bolivia, Argentina y Brasil.Manuel V¨¢zquezEl mestizaje se hace notar en las parejas mixtas conformadas por espa?oles y latinoamericanos y tambi¨¦n en aquellas marcadas por la confesi¨®n religiosa que profesa uno de sus miembros y que ha provocado que uno de ellos renuncie al catolicismo para convertirse al Islam.Olga VallejoComprar una casa supuso para muchos latinoamericanos la confirmaci¨®n del ¨¦xito de su proyecto migratorio. Cuando firmaron la hipoteca no imaginaron que ser¨ªa el principio de un v¨ªa crucis y que muchos terminar¨ªan en la calle, desahuciados.Manuel V¨¢zquezLatin Kings, ?etas, Trinitarios, Dominican Don¡¯t Play, Forty Two, Traviesos, Blood¡ Una d¨¦cada atr¨¢s, las bandas latinas se convirtieron en el nuevo rostro de la delincuencia juvenil. La polic¨ªa estima que en Madrid el n¨²mero de pandilleros ronda actualmente los 300, un 62% menos que en 2008.Manuel V¨¢zquezEl idilio migratorio comienza a resquebrajarse con la crisis econ¨®mica de 2008. Una alta tasa de paro que alcanz¨® el 27% en 2013 expuls¨® a muchos inmigrantes. Algunos rehicieron su proyecto de vida en otros pa¨ªses europeos e, incluso, en Estados Unidos.Manuel V¨¢zquez