?Es el asesino de Diana Quer un enfermo mental?
Seg¨²n el psic¨®logo que atendi¨® a las v¨ªctimas de Alc¨¢sser, el psic¨®pata no tiene una p¨¦rdida de contacto con la realidad, elige voluntariamente sus actos, conoce su ilegalidad y, a pesar de ello, act¨²a
La poblaci¨®n en general tiende a confundir a los psic¨®patas o personas con una ¡°personalidad psicop¨¢tica¡± con los psic¨®ticos o enfermos mentales. Es muy importante que diferenciemos a los asesinos psic¨®patas de las personas que sufren una enfermedad mental o psicosis.
Por las razones que iremos desgranando, est¨¢ muy claro que el psic¨®pata no es un enfermo mental. La persona que sufre una enfermedad mental puede cometer en ocasiones actos violentos, pero bastante desgracia tiene con su trastorno para que encima les atribuyamos una conducta violenta.
Cuando ocurre un acto violento, un asesinato particularmente brutal e inhumano, la sociedad ¨Cque busca una explicaci¨®n a un hecho tan dram¨¢tico¨C tiende a relacionarlo con la enfermedad mental, y piensa que la persona tiene una anomal¨ªa psicol¨®gica, un trastorno mental transitorio, que obr¨® influida por alguna sustancia t¨®xica o que ten¨ªa alterada la percepci¨®n. Nada de ello es cierto. El psic¨®pata no es un enfermo mental y por supuesto, los enfermos mentales no son asesinos. Los enfermos mentales, las personas con diferentes tipos de psicosis, unas veces org¨¢nicas y otras end¨®genas o funcionales, sufren ideas delirantes, alucinaciones, y no tienen conciencia de la naturaleza patol¨®gica de sus delirios y sus alucinaciones. En ocasiones tienen un trastorno bipolar, en el que padecen episodios man¨ªacos con estados de ¨¢nimo elevados, expansivos e irritables, junto con otros episodios depresivos.
Por el contrario, los psic¨®patas tienen rasgos de personalidad patol¨®gica, formas de ver el mundo, de relacionarse y de pensar sobre los dem¨¢s y uno mismo que son incorrectos, inflexibles y poco adaptativos. La personalidad, la forma de ser de las personas, en algunos casos, puede llegar a provocar malestar y mucho dolor en la propia persona, o como en este caso, en las personas que conviven con ¨¦l. El profesor Hare dice que ¡°sus actos no son provocados por una mente desequilibrada, sino de una decisi¨®n racional, calculada, combinada con una escalofriante incapacidad para tratar a los dem¨¢s como seres humanos, dotados de pensamientos y sentimientos¡±.
Es frecuente que sean capaces de realizar comentarios como ¡°disfrut¨¦ con su dolor y lo volver¨ªa a hacer¡±, ¡°ha sido el momento m¨¢s glorioso de mi vida¡±, ¡°fue ¨¦l/ella quien se lo buscaron¡±. Por tanto, el psic¨®pata comprende la ilicitud del acto que realiza y adem¨¢s elige actuar de la forma en que lo hace, siendo responsable de sus actos. El psic¨®pata no tiene una p¨¦rdida de contacto con la realidad. Sus rasgos de personalidad est¨¢n descritos en la ¡°Escala de Evaluaci¨®n de la Psicopat¨ªa de Hare¡±: facilidad de palabra y encanto superficial, manipulador; sentido desmesurado de su valor; ausencia de remordimiento o sentimiento de culpa; afecto superficial; insensibilidad afectiva y ausencia de empat¨ªa.
Acompa?ando a esta personalidad psicop¨¢tica puede ir unida una inteligencia mayor o menor, que le ayudar¨¢ a planificar, esconder y tener coartadas. El psic¨®pata tiene una personalidad narcisista, histri¨®nica, suspicaz o perfeccionista, y el consumo de sustancias, o una desviaci¨®n sexual o sadismo, marcar¨¢n su forma de actuar.
Creo que debemos tener claro que las personas que sufren una psicosis o enfermedad mental, est¨¢n influidas por los pensamientos delirantes, que invaden sus vidas, y por las alucinaciones que les hacen vivir las voces como reales. Y todo ello ocurre de forma completamente involuntaria. Sin embargo, el psic¨®pata lleva en s¨ª la semilla del mal, elige voluntariamente sus actos, sabe lo que est¨¢ haciendo, conoce su ilegalidad y a pesar de ello act¨²a. El asesino de Diana Quer es un psic¨®pata, y, por lo tanto, no es un enfermo mental.
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