La crisis financiera merece otro ¡®relato¡¯
La pol¨ªtica econ¨®mica clientelar y contraria a los intereses del Estado seguida por los Gobiernos del PP (ni siquiera es necesario introducir el factor de la corrupci¨®n) llev¨® a la quiebra a un tercio del sistema financiero
Antes de que, como consecuencia del jaque discurso de Rodrigo Rato en el Congreso, nos atropelle otro relato tan falso como el de la ser¨¢fica Catalu?a oprimida por el ogro espa?ol, parece oportuno ofrecer una relaci¨®n de la herencia dejada por las dos legislaturas de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en la econom¨ªa espa?ola. El legado Rato (su responsabilidad en la crisis) no se agota en una relaci¨®n triunfal de reformas (?) y la gloria de la estabilidad macroecon¨®mica. Puede contarse as¨ª. 1. Una burbuja inmobiliaria cuya explosi¨®n se llev¨® por delante a las cajas de ahorros y fue responsable a partir de 2008 del hundimiento fulgurante del empleo; esa burbuja, negada enf¨¢ticamente por Aznar y Rato, fue vendida inicialmente (otra vez el relato) como un milagro econ¨®mico, cuando en realidad respond¨ªa a que la econom¨ªa espa?ola estaba operando con un tipo de inter¨¦s (el de la eurozona) muy por debajo del necesario para corregir la inflaci¨®n.
2. Desarme fiscal intensivo del Estado mediante reducciones de impuestos fuera de lugar en una estructura tributaria m¨¢s d¨¦bil que las de los pa¨ªses de su entorno europeo. La irresponsabilidad tributaria caus¨® la indefensi¨®n del Estado en la recesi¨®n aguda provocada por la crisis financiera e inaugur¨® la conducta pol¨ªtica neur¨®tica de curar todos los males, sea cual sea su naturaleza, mediante reducciones de impuestos; que, por cierto, aplicaron tambi¨¦n Zapatero y Solbes.
3. Invasi¨®n de los consejos de las cajas de ahorros por cuadros pol¨ªticos sin capacidad t¨¦cnica; la ocupaci¨®n pol¨ªtica de los consejos permiti¨® colocar a la clientela pol¨ªtica de los poderes auton¨®micos, deterior¨® la calidad de gesti¨®n de las cajas y abri¨® las compuertas al despilfarro devastador de pr¨¦stamos y cr¨¦ditos hipotecarios al mercado del ladrillo, causa eficiente de la crisis financiera m¨¢s grave que ha sufrido Espa?a (los Gobiernos del se?or Aznar, de los cuales el se?or Rato era vicepresidente, permitieron legalmente este modelo intervencionista y alentaron su desarrollo). 4. Degradaci¨®n sistem¨¢tica del prestigio del Banco de Espa?a, relegado por los Gobiernos del PP al papel de predicador quejumbroso de la sobrevaloraci¨®n de la vivienda, sin capacidad para corregirla, en el paisaje del boom inmobiliario inflado pol¨ªticamente para colgarse las medallas del crecimiento f¨¢cil.
Todav¨ªa el martes pasado se permiti¨® el exvicepresidente el ninguneo conceptual del Banco de Espa?a. Por una parte, seg¨²n ¨¦l, los responsables de gestionar la crisis eran ¡°los bancos centrales¡±; pero al mismo tiempo se jact¨® de que los bancos centrales ¡°no toman decisiones sin la autorizaci¨®n del Gobierno¡±. ??teme usted esa mosca por el rabo!, que dir¨ªa Gald¨®s. Aqu¨ª est¨¢ el quid de la crisis: una pol¨ªtica econ¨®mica clientelar y contraria a los intereses del Estado (ni siquiera es necesario introducir el factor de la corrupci¨®n) que no fue corregida por Gobiernos posteriores y llev¨® a la quiebra a un tercio del sistema financiero. Rato pod¨ªa haber expuesto este relato en el Congreso; explica m¨¢s que el suyo, hecho de complots y de errores ajenos. Como en una novela de Ponson du Terrail.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.