C¨®mo vestirse para el fin del mundo
Las colecciones presentadas en la feria de moda masculina Pitti Uomo imaginan un futuro a medio camino entre la iron¨ªa, la nostalgia y 'Black Mirror'
?Es posible debatir cuando la prioridad es vender? La edici¨®n 93 de Pitti Uomo, la feria de moda masculina que se celebra semestralmente en Florencia, y que es el punto de encuentro m¨¢s importante del sector, ha vuelto a demostrar entre el 9 y el 12 de enero que un evento esencialmente comercial puede convertirse tambi¨¦n en un foro de debate donde no solo cuentan los n¨²meros. La feria da cabida a todo el espectro del sector, desde la sastrer¨ªa tradicional hasta la ropa deportiva, los complementos de lujo o la moda emergente, y a sus pabellones acuden compradores, clientes y periodistas para descubrir nuevas marcas, afianzar lazos comerciales y establecer otros nuevos. Pero tambi¨¦n incluye una programaci¨®n paralela de desfiles y presentaciones que, sin descuidar lo comercial, permiten atisbar un futuro que va de lo retro a lo radical. A continuaci¨®n, algunas conclusiones.
No tire nada, porque puede necesitarlo
La reivindicaci¨®n de firmas emblem¨¢ticas de la edad dorada del marquismo es, desde hace varias temporadas, el caballo de batalla de dise?adores que tiran de archivo, de nostalgia y de iron¨ªa a la hora de crear sus colecciones, y esta edici¨®n no ha sido una excepci¨®n. El dise?ador de origen croata Damir Doma, present¨® una colaboraci¨®n con LOTTO, un puntal de la moda deportiva italiana de los noventa. Sin embargo, el golpe de efecto fue para M1992, una joven firma milanesa fundada por el DJ Dorian Stefano Tarantini que puso sobre la pasarela una recreaci¨®n casi arqueol¨®gica de los Paninari, aquellos chavales del Mil¨¢n de los ochenta que estaban locos por las marcas, los plum¨ªferos, los vaqueros y los logos. M1992, que hasta hace poco se llamaba Malibu 1992, llevaba varias temporadas llamando la atenci¨®n de los asistentes a Pitti Uomo, pero el desfile, incluido en la programaci¨®n especial de la feria, marc¨® un punto y aparte. Fue salir el primer modelo con una camiseta de Charro, y m¨¢s de un asistente empez¨® a preguntarse d¨®nde hab¨ªa guardado la suya. En cierto modo, parece l¨®gico que tras la glorificaci¨®n de las firmas deportivas (Kappa, Fila, Lotto, Champion) le toque el turno a las de vaqueros. As¨ª que, en caso de duda, sea cauto a la hora de deshacerse de sus viejas prendas. Aquella camiseta que lleva a?os poni¨¦ndose para dormir podr¨ªa ser la clave de su reinvenci¨®n estil¨ªstica del invierno que viene.
La moda ya tiene su propio 'Black Mirror'
El momento estelar de la programaci¨®n de Pitti Uomo suele ser el desfile del dise?ador invitado, y en esta ocasi¨®n eran dos: las firmas japonesas Undercover y Takahiromiyashita TheSoloist, que escenificaron en la Stazione Leopolda el espect¨¢culo m¨¢s ambicioso y multitudinario de la semana. Los fundadores de ambas firmas son amigos y comparten un mismo inter¨¦s por imaginar futuros sombr¨ªos. En ese sentido, el suyo no fue un desfile euf¨®rico, sino inquietante. Undercover, la firma de Jun Takahashi, revalid¨® su fama de visionaria con un desfile basado en la idea del orden y el desorden, y en el que cada salida reflejaba una contradicci¨®n. Hab¨ªa chaquetas estructuradas con largas faldas plisadas (para hombre), prendas cl¨¢sicas en tejidos tecnol¨®gicos y chaquetas t¨¦cnicas con texturas desiguales. Tambi¨¦n coloristas prendas de abrigo de inspiraci¨®n aeroespacial, con mensajes alusivos a la tecnolog¨ªa, el error y la crisis. A medio camino entre la f¨¢bula dist¨®pica a lo Black Mirror y la nostalgia retroelectr¨®nica, en la pasarela sonaba Kraftwerk y los modelos parec¨ªan astronautas de anta?o o cient¨ªficos recluidos en una estaci¨®n espacial. A su vez, Takahiromiyashita TheSoloist evoc¨® un futuro claustrof¨®bico que imped¨ªa reconocer el rostro o el cuerpo de los modelos, aprisionados bajo prendas, m¨¢scaras, correas, capuchas y fundas negras o naranjas. Si la cr¨ªtica occidental bautiz¨® como chic postnuclear el trabajo de los dise?adores japoneses de los ochenta, los de 2018 ensayan una visi¨®n propia del apocalipsis cuyos cuatro jinetes son el cambio clim¨¢tico, la rebeli¨®n de los gadgets, la aniquilaci¨®n de la identidad y el ostracismo.
Feo y bonito son conceptos relativos (y pol¨ªticos)
Hablar de fe¨ªsmo en la moda de hoy no es ninguna novedad, pero hay que reconocer que Magliano, el dise?ador protagonista de la secci¨®n Pitti Italics, ha hecho un esfuerzo notable por salirse del guion. Su desfile, organizado bajo el paraguas de Pitti Immagine Discovery, puso sobre la pasarela modelos que demuestran, como poco, voluntad de provocaci¨®n. Si en el mundillo de la moda una belleza rara es un modelo con proporciones perfectas y una leve desviaci¨®n del tabique nasal, muchos de los que subieron a la pasarela de Magliano desafiaban esa norma. Hab¨ªa hombres con barriguita llevando pantalones de cintura alta, modelos de edad avanzada y entrecejos poblados, y el dise?ador subrayaba que lo importante era vestirlos como hombres enamorados, endomingados y aupados a una nube de romanticismo desatado. ¡°Quiero crear una especie de c¨®mic punk que muestre a un hombre que quiere expresar su lado rom¨¢ntico a trav¨¦s de la ropa¡±, explicaba Luca Magliano en el comunicado de prensa de la colecci¨®n. Y, en efecto, hab¨ªa fealdad deliberada, pero emotiva. Tampoco era f¨¢cil formarse una opini¨®n clara acerca de la performance con que la plataforma berlinesa 032c, c¨¦lebre por publicar una de las revistas independientes m¨¢s influyentes del sector, present¨® su primera colecci¨®n de moda en el Palazzo Medici Riccardi. El contenido era pol¨ªtico, y una voz le¨ªa el manifiesto ¨¦tico y est¨¦tico de este colectivo mientras en la sala irrump¨ªan modelos, bailarines y amigos de la marca vestidos con reformulaciones estilizadas de prendas urbanas y callejeras. Al igual que suceder¨ªa m¨¢s tarde con sus colegas japoneses, una cierta inquietud flotaba en el ambiente de esta presentaci¨®n a medio camino entre la sofisticaci¨®n conceptual y la revuelta callejera.
La longevidad existe
O, si no, que se lo digan a Brooks Brothers, la firma de sastrer¨ªa neoyorquina que este a?o cumple 200 a?os y decidi¨® celebrarlo en el evento m¨¢s multitudinario y fastuoso de Pitti Uomo: un desfile en el Salone del Cinquecento del Palazzo Vecchio en el que los modelos desfilaron entre frescos manieristas y m¨²sica sinf¨®nica en directo. La firma, actualmente propiedad del empresario Claudio del Vecchio, es la demostraci¨®n del puesto imbatible que la red empresarial italiana tiene en el mundo de la moda masculina, y tambi¨¦n de la vigencia de la sastrer¨ªa y los cl¨¢sicos del sport en el armario de cada hombre. Vistamos como vistamos en el futuro, lo que es seguro es que seguir¨¢ habiendo motivos para llevar un buen traje. Y en eso se basa la excelente salud de una feria que representa como pocos proyectos el auge de la moda masculina en el futuro.
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