As¨ª dijo el Papa a los abusados ¡°mentirosos¡±
No hay derecho a pedirle al Papa ninguna prueba de la existencia del dios en el que cree. Pero s¨ª de exigirle que ejerza la misericordia a la que su dogma obliga
En 2011, el cura chileno Fernando Karadima fue encontrado culpable de abusos sexuales cometidos durante los a?os ochenta y noventa. Su colega chileno Juan Barros, acusado por las v¨ªctimas de Karadima como encubridor de esos abusos, fue nombrado obispo de Osorno en 2015 por el papa Francisco. El 16 de enero, durante su visita a Chile, el Papa manifest¨® ¡°dolor y verg¨¹enza¡± en relaci¨®n con los abusos cometidos por sacerdotes. Despu¨¦s, dio misa en el parque O¡¯Higgins, donde el obispo Barros estuvo a su lado, y m¨¢s tarde en Temuco, donde tambi¨¦n. El jueves, en Iquique, el Papa avanzaba derramando bendiciones cuando una periodista le pregunt¨®: ¡°?Usted le da todo el respaldo al obispo Barros?¡±. En c¨¢mara, el gesto de Francisco es impresionante. La cara s¨²bitamente congelada, la sonrisa paral¨ªtica, dijo: ¡°El d¨ªa que me traigan una prueba contra el obispo Barros...¡±. Sobrevino una pausa amenazante, un aleteo oscuro, impropio, y con una voz menos simp¨¢tica que la que utiliza para pedir a los j¨®venes que ¡°hagan l¨ªo¡±, dijo: ¡°... ah¨ª voy a ver. No hay una sola prueba en contra. Todo es calumnia¡±. Con el tono descalificador del que se lanza sobre el vulgo que osa pedirle explicaciones, termin¨®: ¡°?Est¨¢ claro?¡±. Despu¨¦s, desenfund¨® una sonrisa de tubo de ensayo y se fue. Y as¨ª fue como el gran l¨ªder de una religi¨®n de Occidente les dijo a los abusados ¡°mentirosos¡±. Despu¨¦s, en rueda de prensa, las v¨ªctimas de Karadima recordaron las pruebas presentadas contra Barros; hubo esc¨¢ndalo. Lo que no hubo fue novedad: el Papa dej¨® en claro que tambi¨¦n para la Iglesia los principales sospechosos ¡ªaquellos a quienes se cuestiona por no haber hablado a tiempo, a quienes se reclaman m¨¢s y m¨¢s pruebas¡ª son las v¨ªctimas. No hay derecho a pedirle al Papa ninguna prueba de la existencia del dios en el que cree. Pero s¨ª de exigirle que ejerza la misericordia a la que su dogma obliga.
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