Propuestas para el BCE
El Banco Central Europeo debe dejar de adoptar decisiones cuasi fiscales nacionales
Una vez m¨¢s, el cainismo de la pol¨ªtica espa?ola est¨¢ por encima de la raz¨®n de Estado. Gran parte de la opini¨®n p¨²blica y de la clase pol¨ªtica prefiere a un irland¨¦s de vicepresidente del BCE antes que al ministro de Econom¨ªa. No estoy seguro que entiendan el alcance de lo que propon¨ªa el gobernador del Banco Central de Irlanda en una tribuna en estas p¨¢ginas.
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Philip Lane propon¨ªa hacer magia financiera para crear un activo europeo seguro libre de riesgos que reemplace a la deuda p¨²blica de los Estados en las carteras de los bancos europeos, sin mutualizar ni compartir riesgos. Promete hacer tortilla sin cascar huevos, o m¨¢s t¨¦cnicamente, crear un activo virtual combinado de los diferentes bonos nacionales que tenga la m¨¢xima calificaci¨®n. Algo parecido a lo que inventaron los bancos con los llamados CDOs y termin¨® llev¨¢ndose por delante el sistema financiero. Como todos hemos aprendido algo, las agencias de calificaci¨®n son ahora mucho m¨¢s cautas y alertan de los inmensos riesgos del invento. S&P avisaba que ese activo compuesto solo podr¨ªa llegar a tener una calificaci¨®n aproximada de BBB-. Es muy probable que la deuda p¨²blica de algunos pa¨ªses que no est¨¦ en ese tramo superior se convierta en bono basura. Porque por contrato solo ser¨ªa respaldada por su propio Tesoro, sin posibilidad alguna de rescate europeo ni de diluci¨®n v¨ªa inflaci¨®n y creaci¨®n de dinero.
Es una propuesta muy peligrosa que confunde los s¨ªntomas con la enfermedad y amenaza con matar al paciente. Ya estuvo a punto de suceder cuando se quisieron interpretar sesgadamente los flujos en el sistema de reparto de la liquidez de los bancos centrales europeos (Target). Ahora son los balances de las entidades financieras. Cierto, tienen una exposici¨®n grande y desigual a la deuda p¨²blica de sus respectivos Tesoros. Un sesgo dom¨¦stico que es obviamente mayor en aquellos bancos cuyos pa¨ªses han sufrido problemas de financiaci¨®n externa y acceso al mercado de capitales. Pero la soluci¨®n no est¨¢ en penalizarles con requisitos adicionales de capital. Algo semejante no sucede en ning¨²n sistema financiero avanzado del mundo y convertir¨ªa a los bancos en el vigilante que impone disciplina a la deuda p¨²blica y al sistema fiscal, con el riesgo evidente de que el alguacil salga alguacilado. Como sus proponentes son economistas serios y experimentados, esta peregrina idea solo tiene dos posibles explicaciones. O no conf¨ªan en los pa¨ªses perif¨¦ricos para aguantar las exigencias de competitividad y disciplina de la Uni¨®n Monetaria y est¨¢n buscando excusas t¨¦cnicas para que abandonen, o han renunciado a toda forma de disciplina fiscal dentro del sistema de gobernanza de la Uni¨®n. Ambas posibilidades no auguran nada bueno.
La necesidad de mutualizar la deuda soberana y bancaria en la UEM es bien conocida. Su ausencia genera fragmentaci¨®n financiera, exacerba las crisis asim¨¦tricas y las convierte por contagio en sist¨¦micas, agrava el nexo riesgo bancario soberano, dificulta la ejecuci¨®n de la pol¨ªtica monetaria e impide la consolidaci¨®n del euro como moneda de reserva internacional. Ese activo presuntamente seguro nace para evitar la mutualizaci¨®n del riesgo soberano europeo. Por eso no puede funcionar. Supondr¨ªa que toda la deuda p¨²blica nacional por encima de un determinado nivel no tendr¨ªa mercado o ser¨ªa car¨ªsima. Lo que limitar¨ªa la capacidad de hacer pol¨ªtica econ¨®mica en los pa¨ªses d¨¦biles. Si el Gobierno considera la deuda de la Generalitat de calidad equivalente a la del Reino de Espa?a, ?c¨®mo puede ser diferente en la UEM? No puede haber uni¨®n monetaria sostenible sin mutualizaci¨®n del riesgo soberano. Busquemos soluciones a los niveles de endeudamiento de partida, aseguremos mecanismos cre¨ªbles de disciplina fiscal ex ante que eviten un crecimiento ilimitado de los pasivos contingentes del contribuyente europeo. No hay mutualizaci¨®n sin disciplina, solidaridad sin austeridad. Pero no pretendamos solucionar con alquimia financiera los problemas reales. La Uni¨®n Monetaria exige mayores cesiones de soberan¨ªa financiera y fiscal a instituciones que cumplan con el doble criterio de eficacia y legitimidad democr¨¢tica. Ese es el reto del Tesoro y del Ministerio europeo de Hacienda. Por eso son necesarios los eurobonos y har¨¢ falta un nuevo Tratado constituyente. No habr¨¢ un activo europeo seguro de riesgo sin una autoridad central europea que lo emita. El BCE no ser¨¢ un banco central normal hasta que no pueda operar con bonos europeos y deje de tomar decisiones cuasi fiscales. Todo lo dem¨¢s es pura ficci¨®n, peligrosa ilusi¨®n.
Fernando Fern¨¢ndez M¨¦ndez de And¨¦s es profesor de Econom¨ªa del IE Business School.
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