Un hombre

Soy poco original: comparto con muchos contempor¨¢neos mi admiraci¨®n por Winston Churchill. La aflicci¨®n del Brexit ha reavivado la nostalgia por este europeo magistral, plasmada en dos pel¨ªculas: Churchill de Jonathan Teplitzky y El instante m¨¢s oscuro de Joe Wright, esta nominada a varios Oscar. Los int¨¦rpretes del personaje ¡ªBrian Cox en una y Gary Oldman en otra¡ª logran creaciones notables, a mi juicio superior la del primero, menos efectista y mejor apoyada por su f¨ªsico. En ambos filmes se retrata la voluntad fiera y decidida del premier: he le¨ªdo comentarios recomendando a nuestros gobernantes timoratos su ejemplo de coraje insobornable al desafiar en solitario la tiran¨ªa nazi contra los que aconsejaban ¡°di¨¢logo¡±, dram¨¢ticamente reflejada en El instante m¨¢s oscuro. Entonces su firmeza salv¨® a Europa, como ahora sabemos. Pero no olvidemos lo que cuenta Churchill: que con igual tozudez se opuso al desembarco de Normand¨ªa (sin duda recordando el desastre de Gallipoli). Ah¨ª la salvaci¨®n de la democracia en Europa fue que ni Eisenhower ni Montgomery le escuchasen, pese a su prestigio. El mismo car¨¢cter brusco pero admirable puede llevar a ¨¦xito o al desastre, seg¨²n las circunstancias. Es la peligrosa ambig¨¹edad del h¨¦roe pol¨ªtico...

Winston Churchill fue un patriota valiente que am¨® la libertad en casa y en Europa. Es bien conocida su afici¨®n higi¨¦nicamente incorrecta por las bebidas fuertes en dosis generosas y los puros de gran calibre. Tambi¨¦n por los caballos: Brough Scott ha contado en Churchill at the Gallop su vida como jinete desde la infancia, en la guerra y en el deporte, as¨ª como criador y propietario de purasangres de carreras. No s¨¦ si para muchos esto cuenta en el c¨®mputo de su grandeza, pero a mis ojos le confirma como un hombre plenamente a mi gusto.