DiCaprio invierte en el Shazam del arte

Leonardo DiCaprio se ha convertido en inversor y consejero de Magnus, una aplicaci¨®n gratuita que, al igual que Shazam hace con las canciones, permite al usuario conocer el autor, nombre y precio de cualquier obra solo con tomarle una fotograf¨ªa. El ganador del Oscar, que forma parte de la ¨¦lite mundial de coleccionistas de arte, se une de esta manera a un movimiento que dice buscar cambiar el negocio, en contra de los deseos de las grandes galer¨ªas.

Y es que desde su lanzamiento en 2016, la aplicaci¨®n se ha encontrado con varios obst¨¢culos que su creador, Magnus Resch, achaca al rompimiento del status quo que representa la revelaci¨®n de los precios de las obras. Justo despu¨¦s de su lanzamiento, por ejemplo, la AppStore suspendi¨® su descarga durante cinco meses por quejas de varias galer¨ªas y de las bases de datos Artsy y ArtFacs que alegaban que les estaban copiando su informaci¨®n sin permiso. Seg¨²n Resch, luego se decidi¨® que no hab¨ªa base en las acusaciones, y la app volvi¨® a estar disponible. Pero el rechazo estaba claro.

¡°DiCaprio es un coleccionista, y a ellos les gusta mucho nuestra app porque da transparencia. Si compras algo en Internet, comparas precios, pero en el arte eso no existe. No se puede googlear el precio de una obra, y eso es lo queremos lograr¡±, asegura Resch, que por confidencialidad no puede hablar de c¨®mo conoci¨® al protagonista de Titanic ni cu¨¢nto dinero exactamente invirti¨® en su empresa.

Sin meterse en controversias, el actor dice estar ¡°orgulloso de asociarse con Magnus y su capacidad para educar a la gente en el arte que les rodea¡±, seg¨²n el comunicado de prensa que anuncia su participaci¨®n. Se sabe que junto a ¨¦l entran tambi¨¦n un n¨²mero no determinado de inversores individuales, que aportaron entre un mill¨®n y 10 millones de d¨®lares (entre 800.000 y siete millones de euros) a Mangnus. Y que ese dinero no les da derecho a propiedad: ¡°Invierten porque creen en la idea y en la misi¨®n que tenemos. Somos una aplicaci¨®n gratuita, no tenemos ganancias. En esta etapa tan temprana, quienes se unen lo hacen porque les gusta lo que hacemos¡±, aclara Resch, quien dice que usar¨¢ el dinero para ampliar la base de datos en la que trabajan unas 40 personas repartidas entre Berl¨ªn, Londres, Nueva York y Los ?ngeles.