12 fotosD¨ªa y noche entre miles de toneladas de basuraEn Antananarivo (Madagascar) se sit¨²a uno de los mayores vertederos de ?frica. M¨¢s de 3.000 personas viven y trabajan en Ralalitra por menos de 45 c¨¦ntimos diariosEl Pa¨ªsAntananarivo - 21 feb 2018 - 00:31CETWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceEn Antananarivo, capital de Madagascar y foco central de la peste durante el brote de 2017, se sit¨²a uno de los mayores vertederos de ?frica, conocido localmente como Ralalitra. El vertedero, con un tama?o de 20 hect¨¢reas, recibe a diario m¨¢s de 600 toneladas de residuos procedentes de los tres millones de residentes de la capital y sus extensos suburbios. M¨¢s de 3.000 personas viven y trabajan en Ralalitra recogiendo metales, carb¨®n y pl¨¢stico en medio de agujas, ratas, heces y beb¨¦s abortados por solo 3.000 ariarys malgaches (menos de 65 c¨¦ntimos de euro) al d¨ªa. Muchas familias se turnan para trabajar durante agotadoras jornadas de 10 horas: madres y ni?os de d¨ªa, hombres de noche.Aunque el n¨²mero de casos de peste declarados ha descendido notablemente y la situaci¨®n ha mejorado, la OMS ya advirti¨® de que seguir¨ªa muy de cerca la evoluci¨®n y que estar¨ªa especialmente atenta a la estaci¨®n lluviosa, que dura hasta finales de abril. Los m¨¦dicos que trabajan en la vecina Manantenasoa temen que Ralalitra, cuyo sistema de recogida de basura es incre¨ªblemente deficiente, pueda convertirse en terreno f¨¦rtil para la peste y en una amenaza para el futuro de las personas que viven all¨ª.Unos trabajadores ven llegar un nuevo cami¨®n de basura a Ralalitra. El lugar est¨¢ gestionado por una empresa privada llamada SAMVA, que amenaza a los periodistas y a los fot¨®grafos que intentan documentar la vida en el vertedero de basura, y teme que la atenci¨®n de los medios pueda provocar su cierre.Unos trabajadores corren hacia un cami¨®n que vierte la ¨²ltima carga de posibles tesoros. M¨¢s de 3.000 personas viven y trabajan en Ralalitra para ganar solo 3.000 ariarys malgaches (menos de 65 c¨¦ntimos) al d¨ªa por jornadas de trabajo de 10 horas.Mujeres rebuscando en Ralaitra entre la carga de basura m¨¢s reciente.Jeringa usada en el vertedero de Ralalitra.Thomas Andrianimana, de 29 a?os, y su hermano Arsene (en primer plano) terminan una jornada nocturna de 18 horas en Ralalitra. Algunos trabajadores han sido atropellados por camiones al quedarse dormidos en el vertedero durante el turno de noche.Isabel Rakotomiriana, de 40 a?os, lleva m¨¢s de 15 a?os viviendo y trabajando en Ralalitra. Oriunda de Tamatave, su hermana trabajaba con ella en el vertedero, pero recientemente se ha mudado a Manantenasoa a trabajar en una mina de p¨®rfido, preocupada por la salud de sus cinco hijos, que tambi¨¦n trabajaban en ¨¦l. Ahora gana 1.700 ariarys malgaches (algo menos de 35 c¨¦ntimos) al d¨ªa.Mujer clasificando metales (vendidos a 0,30 c¨¦ntimos el kilo), carb¨®n (0,15 euros por kilo) y pl¨¢stico (0,04 euros por kilo), antes de embolsarlos para vender.Trabajadores apresur¨¢ndose a llegar a la siguiente descarga de basura en Ralalitra.Una mujer para a descansar durante un fuerte aguacero. La temporada h¨²meda dura en Madagascar desde comienzos de noviembre hasta finales de abril. Un m¨¦dico veterano que trabaja para una ONG y ha colaborado en la respuesta al brote reciente, expresa sus temores: ¡°No dormimos bien en este momento, porque sabemos que lo peor est¨¢ por llegar¡±.Fanja Randriamihavo, de 15 a?os, rebuscando en la basura de Ralalitra bajo una fuerte lluvia. Trabaja en el vertedero desde que tiene memoria. Cuando se le pregunta qu¨¦ es lo peor que se ha encontrado en la basura y si le preocupa el reciente brote de peste, responde: ¡°Me he encontrado con beb¨¦s abortados; por desgracia, no es nada raro. La peste no me preocupa. Dios nos proteger¨¢¡±.