Do?a Di¨®genes
Me aterroriza la idea de tirar cosas en la misma medida que sigo acumul¨¢ndolas y me atenaza la impotencia de no saber gestionarlas
Llevo todo el invierno sin abrir un armario, visti¨¦ndome con cuatro trapos teniendo el Museo del Traje en casa. No es que no quiera. Es que no me atrevo. A abrir los roperos, digo. Me da miedo. Primero, f¨ªsico. Un pavor claro y real a morir sepultada por las monta?as de ropa acumuladas despu¨¦s de d¨¦cadas comprando pingos sin m¨¢s ton ni son que el de la recompensa inmediata. Pero sobre todo, no abro esas puertas por terror a m¨ª misma. Por ver en lo que se ha convertido mi vida. Me pasa lo mismo con los bolsos y la nevera y el maletero del coche y la memoria del m¨®vil y el escritorio del port¨¢til y la bandeja de entrada del correo electr¨®nico y el buz¨®n del correo propiamente dicho. Rebosan de contenidos hasta el l¨ªmite de sus capacidades en un batiburrillo donde se mezcla lo urgente con lo importante con lo accesorio con lo imprescindible con lo sublime con la basura sin m¨¢s orden ni concierto que mi p¨¢nico a desprenderme de cualquier art¨ªculo vivo o muerto que no est¨¦ podrido, y a veces ni eso. S¨ª, lo confieso, me aterroriza la idea de tirar cosas en la misma medida que sigo acumul¨¢ndolas y me atenaza la impotencia de no saber gestionarlas.
As¨ª vivo, ahogadita en mi desorden hasta el punto de comprar libros, o discos, o camisetas negras de tirantes que s¨¦ que tengo repetidas pero que soy incapaz de encontrar en medio de mi propio caos. Le echar¨ªa la culpa al tiempo, al estr¨¦s, a la sociedad digital y tal, pero sospecho que mi enemigo est¨¢ dentro. Por eso, por verme a m¨ª misma, me emocion¨® hasta la ra¨ªz de las mechas ver a Julita Salmer¨®n, protagonista del documental Muchos hijos, un mono y un castillo. Una octogenaria cuerda y l¨²cida que almacena a toneladas objetos inveros¨ªmiles y se niega a tirarlos porque se pone enferma sin que nadie la entienda. Yo s¨ª te comprendo, Julita. La que avisa no es traidora, amigos: voy a tener una vejez muy mala.
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