Un ni?o de la tribu Dassanach posa con los ojos cerrados ('endure', en su lengua) en el poblado que la tribu habita en Etiop¨ªa junto al r¨ªo Omo, al otro lado de la ciudad de Omorate, cerca del Lago Turkana y la frontera con Kenia. Solo los ni?os m¨¢s peque?os son incapaces de obedecer a la orden impl¨ªcita que en sus diferentes lenguas y dialectos les pide que cierren los ojos. Los ni?os est¨¢n situados en la periferia de la tradici¨®n y del control manipulador de la sociedad y de la cultura.Una joven dassanach posa con los ojos cerrados durante la realizaci¨®n del proyecto 'Ape dumma - Open your eyes' en el valle del r¨ªo Omo, en la zona Debut Omo. La tribu dassanach, tambi¨¦n conocida como marille o geleba, habita partes de Kenia, Sudan y Etiop¨ªa. La aculturaci¨®n ha hecho que las mujeres daasanach incluyan entre sus adornos objetos tan peculiares como los tocados de chapas de botella.De base ganadera semi n¨®mada, debido a la p¨¦rdida de gran parte de sus tierras, los dassanach han tenido que incluir una econom¨ªa agr¨ªcola y asumir el proceso de sedentarizaci¨®n. En la imagen, una anciana dassanach posa con los ojos cerrados con un tocado en el que se aprecia la incorporaci¨®n de elementos ex¨®ticos, como la correa de un reloj o un cortau?as que contrasta con el atuendo tradicional de piel de cabra.El proceso de transculturaci¨®n ha derivado en una cada vez m¨¢s frecuente presencia de objetos inveros¨ªmiles o absurdos en la decoraci¨®n que las tribus adoptan para ser fotografiados. En la imagen, una ni?a del poblado Mursi de Marreke en el Parque Nacional de Mago, posa vestida con una manta de tejido sint¨¦tico y un casco de obrero procedente de la cercana construcci¨®n de una planta azucarera.El proceso de aculturaci¨®n y la emulaci¨®n como modo de vida ha llevado a los mursi a adoptar tocados o vestimentas que nada tienen que ver con su tradici¨®n ni cultura. En la imagen, una mujer joven con el t¨ªpico plato labial y el rostro pintado con arcilla blanca posa con un tocado compuesto por el arreo de una vaca. El contraste entre la tradici¨®n y el progreso se manifiesta claramente en los atuendos y decoraciones personales.En la imagen, una anciana mursi del poblado de Marreke posa con los ojos cerrados y un tocado improvisado mediante la combinaci¨®n de unos collares de cuentas de pl¨¢stico y el bocado de una res. Se aprecia el cosido del labio inferior, acci¨®n que el Gobierno et¨ªope intenta suprimir.Una joven madre mursi posa con los ojos cerrados en el poblado de Marreke, en el Parque Nacional de Mago, con el arreo de una res a modo de tocado. Las escarificaciones que presenta en el brazo izquierdo, y que para los mursis suponen, como la perforaci¨®n del labio, un distintivo de elevada belleza, est¨¢n siendo suprimidas por el Gobierno et¨ªope, como el cosido del labio inferior, conforme se aprecia en la imagen.Un pastor mursi, que perdi¨® el brazo derecho durante la guerra civil, posa con los ojos cerrados (Kaare Kutumutto en lengua mursi) para el proyecto 'Ape dumma-Open your eyes'. En un proceso imparable de aculturaci¨®n, las ropas tradicionales est¨¢n siendo sustituidas por mantas y tejidos sint¨¦ticos que dan una falsa imagen de estandarizaci¨®n y uniformidad.Un hombre de la tribu Kara de Korcho, junto al r¨ªo Omo, posa con los ojos cerrados ("Ape dumma" en su lengua), el cuerpo pintado con arcilla blanca y su m¨¢s preciada posesi¨®n: un rifle Kalashnikov AK-47. El aumento de las armas y el alcohol entre las tribus se relaciona no solo con el incremento de los enfrentamientos intertribales, sino sobre todo con la eliminaci¨®n de los sistemas tradicionales de supresi¨®n de conflictos.En una imagen culturalmente inusual pero cada vez m¨¢s habitual, una ni?a de la tribu bodi del Parque Nacional de Mago posa con un Kalashnikov AK-47 y el arreo de reses como tocado improvisado. Las mujeres no poseen ni usan armas, pero cada vez es m¨¢s frecuente que, a petici¨®n de los turistas, posen con ellas. Las tribus tienden a emular con cada grupo de visitantes aquello que creen que ha impresionado al grupo anterior y que por extensi¨®n les ha permitido ser fotografiados m¨¢s veces y obtener m¨¢s dinero por ello.Una anciana bodi de la aldea del Parque Nacional de Mago posa con los ojos cerrados ('Kabarek Mudda' en su lengua) con el tradicional adorno bodi del labio inferior y el aderezo de unos frutos silvestres como complemento inusual de los originales pendientes de cobre realizados con las vainas de la munici¨®n del AK-47. Algunas tribus han comenzado a representar decoraciones corporales y adornos m¨¢s comunes entre las tribus m¨¢s inaccesibles.Una joven bodi de la aldea del Parque Nacional de Mago posa con los ojos cerrados y la cara pintada r¨¢pidamente con arcilla blanca y roja, con un tocado improvisado con una cacerola y el arreo de reses. El proceso de tranculturaci¨®n se manifiesta no solo en la presencia de objetos aut¨®ctonos entre las decoraciones y en los poblados, sino sobre todo en la emulaci¨®n y creaci¨®n de decoraciones fant¨¢sticas que satisfagan a los turistas.As¨®n, gu¨ªa local del poblado Mursi de Marreke en el Parque Nacional de Mago, en el Valle del Omo, posa junto a su hermana en la caba?a familiar. Visten mantas de tejido sint¨¦tico de origen chino que van sustituyendo paulatinamente a las ropas tradicionales. Como contraste y uni¨®n de nuestra met¨¢fora visual, cada uno de ellos posa con los ojos abiertos y cerrados.Un joven bodi, hermano de Afs¨¢, el l¨ªder local de la aldea boda del Parque Nacional de Mago, posa con uno de los elementos cada vez m¨¢s presentes en la cultura tribal: el rifle de asalto AK-47 o su r¨¦plica china, el Fusil Tipo 56. Pese a los intentos del Gobierno de limitar la posesi¨®n de armas de las tribus, estas suelen ser el elemento m¨¢s preciado por los j¨®venes y los pastores que ven en el armamento la posibilidad de defensa contra las tribus vecinas y los cuatreros.
