El PSOE debe estar a la altura
El PSOE tiene ahora la oportunidad de contribuir a hacer del PP un partido de centro, heredero de Su¨¢rez y no de Fraga, y de posibilitar que Espa?a cuente con Presupuestos negociados que aminoren las desigualdades favorecidas por Rajoy
Se fue Felipe Gonz¨¢lez de la Secretar¨ªa General del PSOE y comenz¨® el baile de legitimaci¨®n de sus sucesores. Desde Joaqu¨ªn Almunia, pasando por Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba y, ahora, Pedro S¨¢nchez, el PSOE no ha parado de cambiar reglamentos y procedimientos de elecci¨®n de cargos org¨¢nicos e institucionales, hasta el punto de que resulta dif¨ªcil adaptarse y asimilar cada uno de esos cambios. Salvo los secretarios de organizaci¨®n de las federaciones regionales y provinciales, no creo que exista militante que pueda saber c¨®mo va a participar en esos intrincados caminos por los que se anda y desanda la tan cacareada participaci¨®n de afiliados y simpatizantes.
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Un partido que necesita cambiar constantemente sus procedimientos electorales es un partido encerrado en sus propias estructuras y un partido con hiperliderazgos d¨¦biles. Cuanto menos poderoso es el l¨ªder, m¨¢s necesidad tiene de arroparse en las bases para aparentar una fortaleza que busca el alejamiento y el escamoteo del control interno.
Cuando solo se pretende impresionar a la opini¨®n p¨²blica procurando cambios en el seno de la organizaci¨®n, se pone de manifiesto la orfandad de propuestas para el cambio en la sociedad. Cuando el PSOE realizaba una enorme transformaci¨®n en el seno de la sociedad espa?ola no le quedaban ni tiempo ni ganas para entretenimientos org¨¢nicos. Y cuando el PSOE era un partido de Gobierno adaptaba su modelo al modelo pol¨ªtico que rige en la Espa?a constitucional, que es una democracia representativa y no presidencialista. Y esa es la raz¨®n por la que, por ejemplo, pudimos plantear mociones de censura a los Gobiernos del Estado o a Gobiernos aut¨®nomos o locales, porque sab¨ªamos que al presidente del Gobierno se le puede cambiar desde la representaci¨®n parlamentaria, aunque, te¨®ricamente, y solo te¨®ricamente, este fuera elegido por los ciudadanos. Ahora, con los nuevos cambios, el PSOE se ceg¨® esa posibilidad para poder ser coherente con su propia letan¨ªa electoral.
Es razonable que en el pacto con la CDU/CSU haya rasgos reconocibles de la aportaci¨®n del SPD
Escribo estas l¨ªneas siguiendo la ense?anza de Manuel Cruz, que escribi¨® en un art¨ªculo en EL PA?S ¡ªIntelectuales-cebolleta¡ª que ¡°el espec¨ªfico fracaso que aguarda a quien mantiene en la plaza p¨²blica lo que de veras piensa en su fuero interno es quedar descalificado por otros¡±.
Despu¨¦s de lo ocurrido en Asturias, donde cargos del PSOE y del sindicato SOMA pretendieron boicotear al presidente Javier Fern¨¢ndez en un acto en Mieres, se han saltado todos los l¨ªmites y ya nadie est¨¢ libre de cualquier arremetida, por muy brillante y honrada que sea su hoja de servicio al PSOE y a la democracia. Asumo el riesgo de fracasar, pero sin miedo a hacerlo, escribo lo que pienso que interesa a Espa?a en estos momentos tan delicados y complejos.
La CDU/CSU negoci¨® la investidura de Angela Merkel con el SPD. Independientemente de las valoraciones que cada cual haga de esa negociaci¨®n, en el supuesto de que el acuerdo quede cerrado definitivamente, resultar¨ªa necesario preguntarse si la CDU/CSU saldr¨¢ m¨¢s escorada al centro-derecha o al centro-izquierda. Por mucho que se quejen los militantes de la canciller no es razonable pensar que la minor¨ªa, en este caso, los socialdem¨®cratas, van a imponer un programa que desvirt¨²e y haga irreconocible el de los ganadores de las elecciones. Pero, por muy torpes que hubieran sido los negociadores socialistas, seguro que el acuerdo tendr¨¢ rasgos que permitan reconocer la mano del SPD en las medidas que se han acordado para gobernar Alemania en los pr¨®ximos cuatro a?os. No se entender¨ªa que de esa negociaci¨®n salga una derecha m¨¢s derechizada. Es mucho m¨¢s cre¨ªble llegar a la conclusi¨®n contraria.
Espa?a est¨¢ pasando por una situaci¨®n muy complicada, consecuencia, entre otras muchas razones, de la debilidad parlamentaria por la que atraviesa el Gobierno de Mariano Rajoy y del desaf¨ªo soberanista. Es ahora cuando el PSOE tiene que volver a ubicarse en la centralidad pol¨ªtica espa?ola. Este es un partido de Gobierno. Su pr¨¢ctica pol¨ªtica nunca fue la de tratar de sacar ventajas de los males que aquejan a la sociedad. El que fue presidente del PSOE, el respetado y admirado Ram¨®n Rubial, dec¨ªa que ¡°hay que ser patriota del PSOE si este contribuye a resolver los problemas de Espa?a, ?de no ser as¨ª, de qu¨¦ sirve ser patriota?¡±.
Es ahora cuando los socialistas deben volver a ubicarse en la centralidad pol¨ªtica
El PSOE ha prestado innumerables servicios a nuestro pa¨ªs que unas veces han sido reconocidos y premiados por los ciudadanos y otras veces no. El PSOE tiene ahora la oportunidad de contribuir a hacer del PP un partido de centro, heredero de Adolfo Su¨¢rez y no de Manuel Fraga, y de posibilitar que Espa?a cuente con Presupuestos Generales del Estado, negociando los mismos con el PP, para aminorar las desigualdades que ese partido ha generado en estos a?os de gobierno. Es un error, visto lo visto, hacer depender la estabilidad presupuestaria de nuestro pa¨ªs de un partido nacionalista que, como el PNV, derivar¨¢, si no paramos en seco el independentismo catal¨¢n, hacia un intento secesionista en otra parte del territorio espa?ol. El resultado es que el Gobierno Vasco tiene asegurada su financiaci¨®n por cinco a?os, mientras que las CC?AA que no se rigen por un sistema feudal siguen sin saber con cu¨¢ntos recursos van a contar para dar cumplimiento a sus programas y competencias.
Las elecciones generales han dejado al PSOE con un apoyo del 22%. Este resultado es extremadamente peligroso. El PSOE, que a punto estuvo de deslizarse por el camino del populismo, afortunadamente, parece virar en la buena direcci¨®n apoyando las medidas que el Gobierno est¨¢ adoptando para hacer frente al secesionismo. Algunos nos felicitamos por ese giro, pero consideramos que no es suficiente. Cuando nos estamos jugando el Estado constitucional es necesario poner nuestra fuerza parlamentaria y nuestro bagaje democr¨¢tico avalado por nuestra historia al servicio de los intereses generales de Espa?a.
Un Gobierno parlamentariamente d¨¦bil y un desaf¨ªo secesionista deber¨ªan exigir la uni¨®n de fuerzas democr¨¢ticas para que venza la Constituci¨®n.
La misi¨®n no ser¨¢ f¨¢cil, pero, desde su fundaci¨®n, el PSOE ha logrado enfrentar situaciones peores y ofrecerse como instrumento esencial de la mayor¨ªa del pa¨ªs para la consecuci¨®n de los sue?os de los espa?oles.
?Sabremos estar a la altura? Quienes no tienen dudas no necesitan responder, pero si ponen en entredicho mi defensa del socialismo, que exhiban sus credenciales. Las m¨ªas se reducen a seis elecciones auton¨®micas ganadas al PP y a IU.
Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra fue presidente de Extremadura entre 1983 y 2007.
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