11 fotosLa frontera de la ilegalidadDetener el tr¨¢fico de personas en Nepal es el objetivo de los controles que la ONG Maiti establece en estaciones de autob¨²s y pasos fronterizos. As¨ª trabajan 24 feb 2018 - 00:01CETWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceUn poco de alambre de espino en el suelo de la carretera es lo ¨²nico que impide atravesar la frontera que separa Nepal de India en Nepalgunj. Miles de personas cruzan cada d¨ªa. Cada a?o se estima que 12.000 mujeres y ni?os son v¨ªctimas de la trata en Nepal.All¨ª, para tratar de reducir el n¨²mero de j¨®venes v¨ªctima de trata, la ONG local Maiti Nepal, financiada por Ayuda en Acci¨®n, ha instalado uno de sus 12 puestos de control. Es una caseta met¨¢lica de color azul con dos estancias separadas. Desde aqu¨ª, tres o cuatro mujeres vestidas con un sencillo uniforme azul trabajan junto a la Polic¨ªa y el Ej¨¦rcito, que tienen una presencia limitada en la frontera, para controlar a quienes viajan a India. Laxmi Singh, trabajadora de Maiti en la frontera de Nepal e India en Nepalgunj, comprueba la identidad de las mujeres que viajan solas o en compa?¨ªa de hombres para determinar si pueden estar siendo v¨ªctima del tr¨¢fico de personas.Tres j¨®venes son separadas del resto de ocupantes del triciclo para ser interrogadas. Maiti les impide acceder a India porque considera que est¨¢n involucradas en asuntos de drogas y eso las hace vulnerables.Mermendo Taya, una joven de 20 a?os que cay¨® en las redes de la trata en septiembre de 2016. Taya fue afortunada: la polic¨ªa india la rescat¨® durante una redada y consigui¨® escapar con 20.000 rupias que hab¨ªa ido escondiendo (250 euros). Aqu¨ª, en una de las habitaciones de la sede central de Maiti en Katmand¨².¡°Las mafias no son como aparecen en las pel¨ªculas, y las mujeres no van maniatadas en camiones de mercanc¨ªa. La realidad es que muchas de las v¨ªctimas viajan con un solo individuo, o incluso solas, y no son conscientes de lo que les espera porque est¨¢n convencidas de que van a realizar un trabajo legal que mejorar¨¢ su calidad de vida¡±, apunta Bishwo Ram Khadka, presidente de Maiti. Una joven rompe a llorar en la caseta que Maiti tiene en la frontera con Nepal cuando reconoce que su historia es mentira.Una mujer acusada de traficar con una joven llora cuando se se?alan las inconsistencias en su relato. Maiti impide su paso, y el de la chica a la que acompa?a, a India.Un agente de polic¨ªa junto a la caseta de Maiti en la estaci¨®n de autobuses de Bharatpur, donde varias ni?as son retenidas cuando viajan a Katmand¨².El trabajo de Maiti Nepal, fundada en 1993, ha sido clave para encarcelar a 1.571 traficantes y mediar en 10.665 casos de violencia machista. La ONG fundada por Anuradha Koirala tambi¨¦n ha interceptado a 36.045 ni?as y mujeres v¨ªctima o vulnerables al tr¨¢fico de personas. Anuradha Koirala saluda de la forma tradicional a internas que viven en la sede centra de la organizaci¨®n, en Katmand¨².Bishwo Ram Khadka, frente al puesto de Maiti en la estaci¨®n de autobuses de Bharatpur.Tabl¨®n con casos de criminales convictos, en su mayor¨ªa traficantes, en una de las oficinas de Maiti, en Katmand¨².Aquellas que son rescatadas, sobre todo si tienen problemas familiares, encuentran un segundo hogar en los centros de prevenci¨®n que la organizaci¨®n tiene en varias localidades de Nepal. Este es el Hogar de Prevenci¨®n de Maiti en Nawalparisi -que acoge a 20 mujeres-. La directora, Maya Chhetri, posa junto a las internas en el dormitorio que comparten.