Weidmann y Guindos, la extra?a pareja
Lo que sienta bien en Alemania (una vuelta a los tipos altos) podr¨ªa ser t¨®xico para Espa?a. ?Estar¨¢ el espa?ol en condiciones de oponerse al furor desmantelador del hoy presidente del Bundesbank?
Jens Weidmann, como presidente, y Luis de Guindos, como vicepresidente, ser¨¢n las figuras p¨²blicas del Banco Central Europeo durante el periodo 2019-2027. Si se cumplen las previsiones sucesorias, se entiende. En la pintoresca terminolog¨ªa al uso, el cuadro actual de mandos del Banco est¨¢ dominado por tres palomas (Draghi, Constancio y el economista jefe, Praet). El nuevo poder estar¨¢ dominado por un halc¨®n (Weidmann), una paloma (Draghi) y un centrista (el economista jefe potencial, Lane). Pensemos en el ultraortodoxo Weidmann, fustigador de heresiarcas monetarios como Mario Draghi, fabricado con el troquel del nibelungo guardado en los s¨®tanos del Bundesbank que tantas personalidades unidimensionales ha producido en los ¨²ltimos decenios (Tietmeyer, Stark, P?hl o Weber, todos con graves dificultades para entender las complejas relaciones entre pol¨ªtica econ¨®mica y pol¨ªtica monetaria). Weidmann tendr¨¢ un ¨²nico y candente objetivo: desactivar a toda prisa la pol¨ªtica de excepcionalidad monetaria (quantitative easing) erigida por Draghi. En t¨¦rminos de probabilidad, que es como hay que calcular casi todo en la vida, Weidmann desarticular¨¢ a toda prisa el edificio de compras p¨²blicas de deuda (Draghi deber¨ªa hacerlo antes), se deshar¨¢ r¨¢pidamente de la pol¨ªtica de bajos tipos de inter¨¦s y la sustituir¨¢ por un programa acelerado de subidas de tipos.
Y, mientras tanto, ?qu¨¦ har¨¢ Guindos? Porque, como todo el mundo sabe, lo que sienta bien en Alemania (incluso se reclama con fervor, como una vuelta a los tipos altos; los ahorradores alemanes quieren desquitarse) puede producir consecuencias t¨®xicas en otro pa¨ªs. En Espa?a, sin ir m¨¢s lejos, porque aqu¨ª existe una gran dependencia del cr¨¦dito y la deuda p¨²blica es muy elevada. Un endurecimiento monetario demasiado intenso o r¨¢pido en demas¨ªa podr¨ªa tener consecuencias graves para el crecimiento y la estabilidad financiera. ?Estar¨¢ Guindos en condiciones de actuar como contrapeso a Weidmann y su furor desmantelador de la pol¨ªtica monetaria expansiva? Podr¨ªa ser que s¨ª, pero ?hay tantas probabilidades en contra! Empezando por el car¨¢cter acomodaticio de Guindos y siguiendo por los presumibles compromisos adquiridos para garantizarse el nombramiento de vicepresidente.
El Gobierno alem¨¢n quiere asegurarse con Weidmann de que la excepcionalidad monetaria se ha terminado y de que volveremos todos, al son de la marcha Hohenfriedberger (la del ej¨¦rcito prusiano), a las verdes praderas del euro fuerte. De la independencia del BCE nada hay que decir que puede ser m¨¢s iluminador que los hechos: los Gobiernos nombran a los cargos del Banco y esa es la ¨²nica, aunque mis¨¦rrima, prueba de independencia. Porque, como nos tiene ense?ada la crestomat¨ªa de Rato (uno de los intelectuales que mejor comprenden el alcance real de la independencia de las instituciones econ¨®micas), en dos breves sentencias pronunciadas en el mismo discurso, si bien separadas para atenuar su efecto revelador y disolvente, las crisis financieras son competencia de los bancos centrales, y los bancos centrales hacen lo que ordenan los Gobiernos.
Vienen tiempos extra?os con la extra?a pareja Weidmann-Guindos, los Matthau-Lemmon de la pol¨ªtica monetaria europea para el pr¨®ximo decenio. Como dir¨ªan los cl¨¢sicos del terror de bolsillo estadounidense: ¡°?Ten miedo, mucho miedo!¡±.
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