Una tirolina siembra la discordia en el paisaje hist¨®rico de Jerusal¨¦n

Un cable suspendido de altos pilares para regocijo de los turistas atravesar¨¢ pronto el perfil de murallas, iglesias, mezquitas y sinagogas al sur del Jerusal¨¦n m¨¢s antiguo. La organizaci¨®n israel¨ª Elad, que gestiona un parque arqueol¨®gico y fomenta el asentamiento de jud¨ªos en barrios palestinos, ha obtenido, seg¨²n el diario Haaretz,licencia municipal para tender una tirolina de 784 metros de longitud desde el mirador de la Promenade (paseo) de Talpiot Oriental, donde se divisa una de las mejores vistas de la Ciudad Vieja. La atracci¨®n permitir¨¢ a los visitantes descender vertiginosamente colgados de una polea y un arn¨¦s hasta el bosque de Abu Tor sin salir en ning¨²n momento de la L¨ªnea Verde, la zona tap¨®n que separaba el oeste del este de la ciudad hasta la guerra de los Seis D¨ªas.

Tras medio siglo de ocupaci¨®n de Jerusal¨¦n oriental y 38 a?os despu¨¦s de su anexi¨®n a Israel, la antigua tierra de nadie de Talpiot Oriental a¨²n sigue albergando el cuartel de los observadores de Naciones Unidas. Ahora dispondr¨¢ adem¨¢s de una tirolina que ya ha empezado a sembrar la discordia entre partidarios y detractores. Los primeros afirman a trav¨¦s de la organizaci¨®n Elad que la instalaci¨®n ¡°fortalecer¨¢ el atractivo tur¨ªstico del Jerusal¨¦n antiguo¡±. Los segundos sostienen, por medio del grupo israel¨ª antiocupaci¨®n Paz Ahora, que ¡°va a transformar la Ciudad Vieja y sus alrededores en un parque de atracciones como Disneylandia¡±. Las voces cr¨ªticas se quejan tambi¨¦n de que el proyecto no ha sido sometido a informaci¨®n p¨²blica.

La pol¨¦mica tirolina se suma a otras iniciativas en marcha en el Jerusal¨¦n hist¨®rico, como la instalaci¨®n de una pasarela colgante desde Abu Tor hasta el monte Si¨®n, a la vera del recinto amurallado, y, sobre todo, la construcci¨®n de un telef¨¦rico que discurrir¨¢ junto a la Ciudad Vieja. Los pilares gigantes necesarios para sostener los cables del sistema de telecabina amenazan con perturbar la visi¨®n del milenario panorama que acoge los santos lugares de las tres religiones monote¨ªstas.