Transparencia en pensiones
Un pacto de Estado por la claridad de las prestaciones nos permitir¨ªa salir de la ignorancia general
Son sostenibles las pensiones p¨²blicas en Espa?a? As¨ª planteada, la pregunta es un tanto ambigua. Si se est¨¢ preguntando si los pensionistas actuales van a seguir cobrando sus pensiones hasta el final de sus vidas, me atrever¨ªa a responder afirmativamente, aun cuando las reglas vigentes de revalorizaci¨®n anual de las pensiones, dise?adas para conseguir la sostenibilidad financiera del sistema de la Seguridad Social, provocar¨¢n veros¨ªmilmente un deterioro del poder adquisitivo de los jubilados.
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Afirmativa ser¨ªa tambi¨¦n mi respuesta en caso de que con la pregunta se pretenda averiguar si quienes formamos hoy la poblaci¨®n ocupada ¡ªy en particular, los alrededor de 13 millones de espa?oles que nacimos en los a?os sesenta y setenta del pasado siglo: los c¨¦lebres baby-boomers¡ª cobraremos pensiones p¨²blicas vitalicias cuando nos jubilemos. S¨ª, as¨ª lo creo. Ahora bien, es muy probable que dejemos de trabajar retribuidamente bastante m¨¢s tarde que nuestros padres (no olvidemos que, en general, tambi¨¦n empezamos a hacerlo con bastantes m¨¢s a?os que ellos) y que nuestras pensiones supongan un porcentaje inferior al 80% respecto al ¨²ltimo salario (como hoy d¨ªa suponen aproximadamente).
Aun con estos ajustes, la expectativa de un fuerte incremento de pensionistas de jubilaci¨®n en un escenario demogr¨¢fico de creciente longevidad y baja fecundidad induce a pensar en un aumento significativo del gasto en pensiones (sobre el PIB y el conjunto de los presupuestos del Estado) durante las pr¨®ximas d¨¦cadas y en un agravamiento del desequilibrio financiero que ya sufre la Seguridad Social. Comprometidos constitucionalmente y como Estado miembro de la Uni¨®n Europea con una pol¨ªtica de estabilidad presupuestaria, hacer frente a ese aumento del gasto en pensiones obligar¨ªa a reducir otros gastos p¨²blicos o ampliar los ingresos del Estado (o a alguna combinaci¨®n de ambas soluciones).
Muchos ciudadanos siguen echando en falta respuestas claras a las dos cuestiones que les preocupan: ?cobrar¨¦ una pensi¨®n de jubilaci¨®n y de qu¨¦ importe aproximado?
Pr¨¢cticamente nadie defiende la primera opci¨®n, porque ?de d¨®nde recortar¨ªamos? ?De otras prestaciones y servicios sociales? ?De educaci¨®n e investigaci¨®n? ?De infraestructuras? ?De seguridad y justicia? La segunda opci¨®n, en cambio, goza de muchos simpatizantes. Suena bien la reivindicaci¨®n de incrementar los ingresos p¨²blicos, que suele concretarse en alguna propuesta de crear o subir determinados impuestos; pero no es prudente hacerla sin una explicaci¨®n realista de los efectos que esos tributos nuevos o reforzados podr¨ªan tener sobre el consumo y la capacidad de ahorro de los hogares, sobre el mercado de trabajo o sobre la competitividad global.
Muchos ciudadanos siguen echando en falta respuestas claras a las dos cuestiones que verdaderamente les interesan y preocupan: ?cobrar¨¦ una pensi¨®n de jubilaci¨®n y, en tal caso, de qu¨¦ importe aproximado?
Una propuesta modesta, pero probablemente operativa, podr¨ªa consistir en un pacto de Estado por la transparencia de las pensiones con un doble prop¨®sito: (1) alcanzar un compromiso interpartidista sobre la necesidad de establecer umbrales m¨ªnimos garantizados de las tasas de sustituci¨®n de las pensiones ya causadas y las que se causen en un horizonte temporal prudencial (por ejemplo, a 20 a?os vista), y (2) asegurar que cada uno de los ciudadanos, y por tanto el conjunto de la sociedad, obtiene de manera regular y personalizada informaci¨®n fiable y muy sencilla sobre esos umbrales (en funci¨®n de diferentes carreras de cotizaci¨®n), as¨ª como tambi¨¦n sobre lo que ha aportado al sistema de la Seguridad Social y percibido de ¨¦l.
Un ¨®rgano permanente formado por expertos independientes que responda ante el Congreso podr¨ªa ser el instrumento central de ese pacto. Entre otras encomiendas tendr¨ªa la de formular propuestas justificadas de esos umbrales m¨ªnimos y garantizar que el gobierno y las administraciones p¨²blicas cumplen con puntualidad su obligaci¨®n de informar individualmente a los ciudadanos. Dispondr¨ªamos as¨ª de un conocimiento v¨¢lido, ¨²til y fiable para pensar con alg¨²n sentido en la planificaci¨®n financiera de la ¨²ltima parte de nuestras vidas, en si es preciso complementar con ahorro personal nuestra pensi¨®n p¨²blica, en cu¨¢nto necesitar¨ªamos ahorrar por nuestra cuenta para vivir como nos gustar¨ªa y en qu¨¦ habr¨ªa que hacer (particular y colectivamente) para conseguir reunir ese capital. Un pacto de Estado por la transparencia de las pensiones nos permitir¨ªa salir de la ignorancia generalizada sobre estas cuestiones tan cruciales para nuestro bienestar y reducir esa incertidumbre de efectos paralizantes y perjudiciales para todos.
Elisa Chuli¨¢ es profesora de Sociolog¨ªa de la UNED.
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