Alzar la voz (y las manos)
Un reciente estudio de seminarios acad¨¦micos en diez pa¨ªses muestra que las mujeres preguntan sistem¨¢ticamente menos que los hombres
Le propongo una prueba. Asista a una conferencia cualquiera, cuente el n¨²mero de asistentes y div¨ªdalos por sexo. Cuando llegue el turno de preguntas observe cu¨¢ntas mujeres alzan la mano. Y luego calcule qu¨¦ proporci¨®n representan respecto al total de mujeres en la sala. Ver¨¢ que las mujeres preguntan muy poco. Quiz¨¢s regrese a su casa pensando que eran t¨ªmidas. Y que vaya casualidad que tan pocas se animaran a participar.
Sin embargo, nada es casual. Un reciente estudio de seminarios acad¨¦micos en diez pa¨ªses muestra que las mujeres preguntan sistem¨¢ticamente menos que los hombres. La menor propensi¨®n de las mujeres a preguntar en clase o en reuniones de trabajo es una fuente sutil, pero importante, de desigualdad de g¨¦nero. Seg¨²n el estudio, es la consecuencia del estereotipo en los roles de g¨¦nero, donde la asertividad queda ligada a lo masculino. En cambio, cuando es una mujer quien inicia el turno de preguntas el estereotipo se debilita y se registra m¨¢s participaci¨®n femenina.
Que las mujeres no pregunten en conferencias o que rechacen en mayor medida dar una charla las sit¨²a fuera del debate, de lo p¨²blico. Y con ello est¨¢n abocadas a la invisibilidad profesional: sus trabajos se conocen y citan menos, reciben menos invitaciones a conferencias y, en definitiva, quedan excluidas de las redes de expertos en su ¨¢mbito profesional.
Estas son las piezas peque?as del puzle con el que se construye y reproduce la desigualdad de g¨¦nero. Las piezas grandes son las fracturas que los datos muestran con contundencia: la brecha salarial, la mayor inseguridad laboral, la carga en el reparto de las responsabilidades familiares y dom¨¦sticas o la infrarrepresentaci¨®n en los puestos de autoridad en cualquier sector profesional o en el ¨¢mbito de la pol¨ªtica.
Contra esa desigualdad flagrante y persistente ma?ana alzar¨¢n sus voces miles de mujeres en todo el mundo. El d¨ªa siguiente nos devolver¨¢ a las desigualdades sutiles que se cuelan inadvertidas en el mar de interacciones diarias. Combatirlas comienza con un gesto. Alza tu mano. Pregunta. Y procura ser la primera en hacerlo. @sandraleon_
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