Noether

?Sabes qui¨¦n fue el genio matem¨¢tico creativo m¨¢s importante del siglo XX? Ya has visto su apellido en el titular. Para saber qui¨¦n es, sin embargo, vas a tener que leer el resto de esta columna.

Una maceta colgada de tu balc¨®n del quinto piso no parece tener energ¨ªa, pero si rompes el aro que la sujeta lo m¨¢s probable es que mates al desafortunado transe¨²nte que la reciba en todo lo alto de la cabeza. Cuando estaba colgada del aro, la maceta ten¨ªa energ¨ªa potencial, la energ¨ªa que le otorga su altura. Si vivieras en el primer piso, el (no tan) desafortunado transe¨²nte habr¨ªa sobrevivido con un par de puntos de sutura. En todo caso, mientras la maceta cae va perdiendo altura, y por tanto energ¨ªa potencial. Pero a cambio va ganando energ¨ªa cin¨¦tica, la energ¨ªa que te otorga la velocidad, y es esta, no la potencial, la que va a acabar d¨¢ndole al tipo en toda la cresta. Mientras la maceta cae, la energ¨ªa potencial se va convirtiendo en cin¨¦tica, pero la energ¨ªa total se conserva. Esta percepci¨®n de Galileo y Newton es el germen de uno de los principios m¨¢s fruct¨ªferos de la f¨ªsica actual: la conservaci¨®n de la energ¨ªa.

Pero aquello no fue un principio s¨®lido ni en tiempos de Galileo y Newton ni en los tres siglos posteriores. Por ejemplo, cuando se descubri¨® la fuerza electromagn¨¦tica hubo que cocinar una energ¨ªa electromagn¨¦tica para sumarla al cuadro de la maceta y que la energ¨ªa total siguiera conserv¨¢ndose. Y todav¨ªa quedaban dos fuerzas elementales m¨¢s por descubrirse. M¨¢s que un principio, la conservaci¨®n de la energ¨ªa parec¨ªa una verdad autocumplida, un artilugio construido a base de ajustes chaqueteros.

Hasta que apareci¨® Noether en 1918, cuando ten¨ªa 36 a?os. Este genio irrepetible descubri¨® que la conservaci¨®n de la energ¨ªa era una mera consecuencia matem¨¢tica de la llamada simetr¨ªa temporal: el hecho de que las leyes f¨ªsicas sean las mismas ahora que en el pasado y en el futuro.

Noether se llamaba Emmy y, s¨ª, era una mujer. Hoy habr¨ªa hecho huelga. Los grandes matem¨¢ticos de la generaci¨®n anterior (Hilbert, Klein Minkowski) removieron Gotinga con Santiago para contratarla, pero la ardorosa oposici¨®n del profesorado logr¨® que solo pudiera rodar por all¨ª como profesora invitada sin sueldo.

Cuando muri¨® en 1935, Einstein dijo: ¡°Noether ha sido el genio matem¨¢tico creativo m¨¢s importante desde que empez¨® la educaci¨®n universitaria de las mujeres¡±. Si las dejamos, veremos una explosi¨®n de noethers a medio plazo. Pero ¡°medio plazo¡± es m¨¢s que una legislatura, amigo.