D¨ªa Internacional de la Mujer: La poes¨ªa por ellas

Mujeres, poetas, feministas. Observan con ojo cr¨ªtico lo que les rodea y diseccionan la sociedad en la que se mueven cada d¨ªa en forma de versos y de horas de insomnio en busca de la inspiraci¨®n, frente a un cuaderno emborronado, un ordenador o en una habitaci¨®n oscura con la ¨²nica luz de un tel¨¦fono m¨®vil. Alejandra Mart¨ªnez de Miguel (Madrid, 1994), Elena Medel (C¨®rdoba, 1985), Elvira Sastre (Segovia, 1992), Luna Miguel (Alcal¨¢ de Henares, 1990) y Marta Sanz (Madrid, 1967); son solo una peque?a selecci¨®n de todas las que componen el gremio de las poetas en Espa?a, pero representan a generaciones y estilos muy diferentes. Todas hablan de feminismo y exponen las razones que les llevar¨¢n a participar en la huelga de este jueves 8 de marzo.

Sus primeros coqueteos con las estrofas tienen poco en com¨²n: para Luna Miguel fue una cosa de familia, con una abuela maestra de literatura y una madre editora. Marta Sanz necesitaba un descanso entre novelas y descubri¨® en la poes¨ªa un oasis de inspiraci¨®n, mientras que Alejandra Mart¨ªnez de Miguel ley¨® por primera vez en p¨²blico en un Poetry Slam repleto de asistentes que votar¨ªan al final de la funci¨®n. Elvira Sastre se top¨® con ella en el instituto con Gustavo Adolfo B¨¦cquer y a Elena Medel, le regalaron una antolog¨ªa po¨¦tica y puso sus ojos en las letras de Lorca con 11 a?os: "Fue como cuando escuchas una canci¨®n en un idioma extranjero. No sabes lo que dice pero lo comprendes perfectamente", recuerda.

Hoy hablan de lo que significa ser mujer y poeta en un mundo de hombres, tambi¨¦n en lo que a los versos implica: "Yo s¨ª que siento que la mayor¨ªa de veces no escribo para m¨ª. Escribo para ellas, para nosotras, para el mundo, para mi generaci¨®n", asegura Mart¨ªnez. Las diferencias no son solo tangibles en n¨²meros o en presencia en medios, tambi¨¦n aparecen en la esencia misma de la mujer.

"Sobre el cuerpo de las mujeres, durante muchos a?os, se ha operado una especie de violencia que ten¨ªa que ver con la tachadura. Sentirte avergozada de tu cuerpo, de tu placer y de tu disfrute", indica Sanz. A esto a?ade Medel que el hecho de hablar de lo femenino ha sido tradicionalmente relegado a un producto de baja calidad y de segundo orden. Luna Miguel explica que la reciente rebeli¨®n de estos ataques al g¨¦nero ha inspirado a muchos autores masculinos:? "Est¨¢n empezando a perder el miedo a hablar de sus cuerpos gracias a que hay muchas escritoras mujeres haci¨¦ndolo. Ha sido algo liberador, no solo para nosotras sino para todos, escritores y lectores".

Sobre el futuro de la mujer y la poes¨ªa queda mucho camino por recorrer, y aunque amenacen los renglones torcidos de la desigualdad, Elvira Sastre asegura que la lucha sigue: "La sensaci¨®n de lucha siempre est¨¢ dentro. En las mujeres debe ir intr¨ªnseco y en muchos hombres tambi¨¦n".