10 fotosPerseguidosLos ni?os albinos de Mozambique corren el riesgo de ser asesinados y desmembrados porque la superstici¨®n dice que sus huesos traen prosperidadPascal VossenMozambique - 26 mar 2018 - 00:07CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceMoamina, de seis a?os, en su casa de un barrio de Lichinga, en Mozambique, el 31 de marzo de 2017. La ni?a padece albinismo oculo cut¨¢neo, un trastorno gen¨¦tico por el cual la piel, el cabello y los ojos carecen pr¨¢cticamente de pigmentaci¨®n. No ve bien y tiene m¨²ltiples marcas de quemaduras solares y posiblemente c¨¢ncer de piel. Debido a la pobreza y a la falta de informaci¨®n, ni ella ni sus hermanas utilizan protecci¨®n solar. Cuando ten¨ªa cinco a?os, Moamina fue secuestrada de su casa, pero Theresa, amiga y vecina de su familia, siempre vigilante, la salv¨® milagrosamente. Podr¨ªa haber sido mucho peor. Despu¨¦s de secuestradas, las v¨ªctimas son desmembradas y vendidas a los curanderos que fomentan la falsa creencia cultural, importada de pa¨ªses vecinos como Tanzania y Malaui, de que sus huesos traen buena suerte, riqueza y felicidad. Los ni?os como Moamina est¨¢n particularmente expuestos a estos secuestros porque son peque?os y se cree que son puros.Moamina, de seis a?os (derecha), y sus dos hermanas mayores, Sienna, de 16 (centro), y Suema, de nueve (izquierda), junto a su casa de un barrio de Lichinga. Las tres ni?as padecen albinismo. Viven con su madre y sus dos hermanos. Su padre los abandon¨® hace a?os.Moamina (derecha) sentada en un banco de madera delante del porche de su familia con varios ni?os del barrio. Aqu¨ª pasa la mayor parte del tiempo, a la sombra, protegida del sol. Las hermanas menores no pueden ir al colegio y es evidente que les falta est¨ªmulo. No saben leer ni escribir, y seguramente ser¨¢n siempre analfabetas.Suema, de nueve a?os (izquierda), su hermana peque?a Moamina, de seis (derecha), y su hermano menor Rashid, de tres (centro), sentados en el porche de la casa de la familia mientras su madre Adalia hace la comida. Aqu¨ª pasan la mayor parte del d¨ªa, resguard¨¢ndose del sol. Moamina se pone las manos en la cara para cubrirse los lados de los ojos. As¨ª se encuentra m¨¢s c¨®moda, porque se los protege de la luz que les llega. Adalia, su madre, dice: ¡°Vivo triste y asustada por mis hijas. Cuando estoy durmiendo, me despierto y me pregunto d¨®nde est¨¢n. Tengo que comprobar una o dos veces que est¨¢n aqu¨ª antes de volver a dormirme¡±.Moamina, de seis a?os, juega a reconocer n¨²meros en el patio de su casa.Sienna, de 16 a?os, y su vecina y amiga Flora, de 14, en el patio de su casa. Se ve que Flora tiene una actitud protectora hacia su amiga, y la ayuda con delicadeza a arreglarse el pelo.Suema, de nueve a?os (centro), su hermana peque?a Moamina, de seis (derecha), y su hermano menor Rashid, de tres (izquierda), sentados en el porche de su casa. Aqu¨ª pasan la mayor parte del d¨ªa resguard¨¢ndose del sol. Tras el secuestro de Moamina, las ni?as no pueden ir al colegio, y es evidente que les falta est¨ªmulo. No saben leer ni escribir y es probable que sean siempre analfabetas.Sienna, de 16 a?os, es la mayor de las tres hermanas albinas. Solo puede ir al colegio cuando alguien de confianza la acompa?a. En la fotograf¨ªa entra en el patio del colegio junto con su hermano mayor, Adja, de 18 a?os, y un amigo de este (con sombrero blanco). Felipinho, de 21 a?os, en un aula al aire libre del instituto de Cuamba, en Mozambique, donde da clases de ingl¨¦s. Est¨¢ rodeado por varios alumnos. Felipinho se cri¨® con cuatro hermanos y una hermana, ninguno de ellos albino, y actualmente vive con sus hermanos peque?os. Recibe ayuda de una mujer brasile?a que le presta apoyo y ha hecho posible que ense?e clases en el instituto. Su padre no lo quiere en casa y se niega a ayudarlo.Marcia, de 21 a?os, ya no tiene miedo de que la secuestren. Es alumna de primer curso de la facultad de Agronom¨ªa de Cuamba. Al ser una mujer, est¨¢ especialmente expuesta a la violencia sexual. Hay creencias seg¨²n las cuales si tienes relaciones sexuales con una persona como ella, tendr¨¢s buena suerte y te har¨¢s rico. Seg¨²n un informe de Naciones Unidas de 2016, actualmente las mujeres con albinismo se est¨¢n convirtiendo en v¨ªctimas de ataques sexuales debido a la creencia de que las relaciones con ellas pueden curar el sida. Marcia quiere trabajar en los campos de su familia, pero debido al riesgo que eso supone, solo puede estar all¨ª entre las cinco y las ocho de la ma?ana. Como pasa en muchas otras familias con albinos, su padre se march¨® cuando ella era peque?a. En la pizarra, a su espalda, ha escrito: ¡°Todos somos iguales. Todos tenemos los mismos derechos. ?No m¨¢s prejuicios!¡±