D., de Guinea, lleg¨® a Italia en enero de 2017, a la edad de 17 a?os. "Me fui de casa con poca ropa, pero cuando llegu¨¦ ni siquiera ten¨ªa zapatos", explica D. "Mi vida aqu¨ª ya ha cambiado, estoy tranquilo, estoy mejor, pero para estudiar tengo que ir a Francia. Estoy guardando el dinero: aqu¨ª en el centro nos dan 10,50 euros por semana y, a veces, trabajo afuera ayudando a un vidriero".
"Quiero ir a Niza -lo dice en ingl¨¦s, 'Nice'-, y se r¨ªe. "Tengo amigos all¨ª".
"Tarde o temprano quiero ver el desierto otra vez porque es otro mundo, no hay nada, estudi¨¦ en la escuela lo que era el desierto pero nunca hab¨ªa estado all¨ª. Le gustar¨ªa volver en cinco o diez a?os, cuando en Libia terminen "estas cosas bastardas". Le gustar¨ªa ir con su familia.
"Dorm¨ªa all¨ª, en la arena, sin una manta. Hac¨ªa fr¨ªo, cero grados, pero la arena estaba caliente porque hab¨ªa 70 grados durante el d¨ªa. Estuvimos cuatro d¨ªas en el desierto, tuvimos suerte, muchos mueren o se pierden. Dios nos ayud¨®".