C¨®mo ganar a los antivacunas
La elecci¨®n de los mensajes es fundamental para que tengan ¨¦xito las campa?as contra el escepticismo sanitario
Es m¨¢s f¨¢cil creer que saber, dec¨ªa Josep Pla. Tener el valor de servirse del propio entendimiento es una de las divisas b¨¢sicas de la Ilustraci¨®n. En su c¨¦lebre ensayo publicado en 1784 en un peri¨®dico berlin¨¦s, respondiendo a la pregunta Qu¨¦ es la Ilustraci¨®n, Kant incluy¨® a los m¨¦dicos entre los tutores tradicionales de la humanidad: ¡°?Es tan c¨®modo ser menor de edad! Si tengo un libro que piensa por m¨ª, un pastor que reemplaza mi conciencia moral, un m¨¦dico que juzga acerca de mi dieta, y as¨ª sucesivamente, no necesitar¨¦ de mi esfuerzo¡±.
Otros art¨ªculos de la autora
M¨¢s de dos siglos despu¨¦s, esta divisa de luz proyecta alguna sombra. Resulta que librarse de la ¡°conducci¨®n ajena¡±, por emplear el sintagma del sabio alem¨¢n, no siempre ilumina el entendimiento hacia decisiones m¨¢s justas, sabias y saludables. Tomemos el caso de la informaci¨®n m¨¦dica, ahora m¨¢s asequible al p¨²blico que nunca; incluso es posible encontrar fuentes primarias de investigaci¨®n gracias a la nueva normativa, que requiere publicar en abierto los ensayos cl¨ªnicos.
Esta facilidad, sin embargo, no ha servido para alcanzar la ¡°mayor¨ªa de edad¡± kantiana ni altas cotas de Ilustraci¨®n, y tambi¨¦n puede utilizarse para el innoble prop¨®sito de confundir al p¨²blico. La antrop¨®loga de la salud Anna Kata propone entender esta aparente paradoja en el contexto del ¡°paradigma posmoderno de la salud¡±, seg¨²n el cual la medicina cient¨ªfica es solo ¡°otro tipo de conocimiento¡± susceptible de combinarse con aportaciones de ¡°expertos¡± advenedizos autoformados en la red. Pongamos por caso las vacunas. Tras el descenso sin precedentes en la morbilidad y mortalidad de enfermedades prevenibles como la viruela y el sarampi¨®n, este gran invento cuenta hoy en d¨ªa con grupos que lo discuten.
Hay que tener muy en cuenta el rol de las emociones evolutivas en las decisiones morales
Y sus campa?as, a juzgar por las bajas tasas de vacunaci¨®n que se dan en algunas regiones, no parecen caer en saco roto. Ejemplo reciente de ello es el repunte del sarampi¨®n en Europa, con un aumento en 2017 del 400% de los casos respecto al a?o anterior, y que la Organizaci¨®n Mundial de la Salud achaca a las corrientes de opini¨®n adversas a la vacunaci¨®n, a menudo fiadas al prestigio de lo alternativo.
En Espa?a, la preocupaci¨®n de las autoridades sanitarias se ha traducido en la cancelaci¨®n de las actividades promovidas por colectivos antivacunas que iban a tener lugar este mismo mes de marzo en el marco de la feria BioCultura, avalada por el ayuntamiento de La Coru?a. Yo misma plante¨¦ en diciembre una pregunta a la Comisi¨®n acerca del impacto en la salud p¨²blica del movimiento antivacunas.
Hasta el momento, la eficacia de las campa?as de informaci¨®n para combatir el escepticismo ha sido limitada. Algunas intervenciones han logrado efectos positivos, pero poco duraderos, mientras que otras han llegado a ser contraproducentes. La experiencia ense?a que no basta con que los mensajes sean correctos, tambi¨¦n deben ser cre¨ªbles y estar bien enfocados. Lo que tomamos, en suma, por un desaf¨ªo en ¨¢reas geogr¨¢ficas de baja alfabetizaci¨®n (recordemos las falsas alarmas difundidas incluso desde ciertos gobiernos africanos respecto a las campa?as de sensibilizaci¨®n contra el sida), lo est¨¢ siendo en zonas supuestamente ilustradas.
Con el prop¨®sito de entender las resistencias del p¨²blico, un equipo de cient¨ªficos encabezado por Avnika B. Amin, de la Universidad de Emory, llev¨® a cabo un estudio cuyos resultados, publicados recientemente en Nature Human Behavior, concluyeron que las campa?as de sensibilizaci¨®n no solo han de apelar a la raz¨®n. En concreto, Amin y sus colegas propon¨ªan aplicar la Teor¨ªa de las Fundaciones Morales, desarrollada por los psic¨®logos sociales Jonathan Haidt y Jesse Graham, que enfatiza el rol de las emociones evolutivas en las decisiones morales. Seg¨²n este enfoque, las intuiciones morales preceden a las justificaciones ¡°racionales¡± y pueden dividirse a grandes rasgos en seis ¡°fundaciones¡±: Cuidado/Da?o; Justicia/Enga?o; Lealtad/Traici¨®n; Autoridad/Subversi¨®n y Santidad/Pureza.
Algunas investigaciones ya muestran que los mensajes p¨²blicos que tienen en cuenta las fundaciones morales de la gente son m¨¢s persuasivos. Por ejemplo, los conservadores est¨¢n m¨¢s dispuestos a reconocer la legitimidad del cambio clim¨¢tico cuando los mensajes orientados a proteger el medioambiente apelan al patriotismo (que se relaciona con las fundaciones de Pureza, Autoridad, y Lealtad), mientras que los mensajes dirigidos a los progresistas son m¨¢s eficaces si apelan a la compasi¨®n (es decir, a la fundaci¨®n de Cuidado y Justicia).
La concienciaci¨®n de que no solo es suficiente con apelar a razones se abre camino
Seg¨²n concluye el trabajo, que ha evaluado la correlaci¨®n entre las fundaciones morales y el escepticismo en relaci¨®n con las vacunas, los padres que m¨¢s rechazan la vacunaci¨®n tienden a valorar m¨¢s las fundaciones de Pureza y Libertad, mientras que las preocupaciones por el Da?o y la Justicia no predicen m¨¢s dudas con las vacunas. Los resultados avalan la intuici¨®n de que los esc¨¦pticos ven las vacunas como procedimientos ¡°antinaturales¡±, y que cuestionan la libertad de elecci¨®n en un entorno social donde hay mayor desconfianza hacia la autoridad.
Los autores sugieren enmarcar los mensajes p¨²blicos teniendo en cuenta estos resultados. Por ejemplo, una intervenci¨®n enmarcada en t¨¦rminos de Pureza podr¨ªa rezar as¨ª: ¡°Mejora las defensas naturales de tu hijo contra las enfermedades. Mant¨¦n a tu hijo libre de infecciones y vac¨²nalo¡±. Una intervenci¨®n enmarcada en t¨¦rminos de la fundaci¨®n de Libertad podr¨ªa plantearse de este modo: ¡°Toma el control de la salud de tus hijos. Las vacunas ayudan a que los ni?os tengan vidas saludables y felices¡±. Cada mensaje a su vez ir¨ªa acompa?ado de im¨¢genes que apelar¨ªan a las fundaciones morales sensibles en cada caso.
La concienciaci¨®n de que no solo es suficiente con apelar a razones est¨¢ abri¨¦ndose camino desde otros planteamientos m¨¢s espont¨¢neos. Por ejemplo, el verano pasado en Las Vegas, donde particip¨¦ en un panel en la conferencia anual del SciCon, tuve el placer de conocer a las ¡°Science Moms¡±, un grupo de entusiastas mujeres cient¨ªficas empe?adas en superar los estereotipos sobre la ciencia y los cient¨ªficos que distorsionan los mensajes p¨²blicos. Su iniciativa subraya la importancia del enfoque en una comunicaci¨®n que mezcle emoci¨®n y raz¨®n. Seg¨²n su experiencia, en suma, en el ¨¢mbito de la salud p¨²blica puede ser mucho m¨¢s efectivo hablar como madres y como cient¨ªficas que hacerlo solo como cient¨ªficas.
Las campa?as globales de vacunaci¨®n han representado un indudable progreso a lo largo de las ¨²ltimas d¨¦cadas, pero no hay duda de que el poder de las nuevas v¨ªas de desinformaci¨®n nos pone a todos en un grave riesgo. Urge tenerlo en cuenta para las comunicaciones sean m¨¢s efectivas. Y un mejor conocimiento de c¨®mo operan nuestros mecanismos cognitivos es una de las claves de su ¨¦xito.
Teresa Gim¨¦nez Barbat es eurodiputada por la Alianza de los Dem¨®cratas y Liberales por Europa (ALDE)
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