Las armas en EE UU, ?un derecho intocable?
Un exmiembro del Supremo pide derogar la Segunda Enmienda de la Constituci¨®n
Son 26 palabras escritas a finales del siglo XVIII con un lenguaje directo pero tambi¨¦n ambiguo en un pa¨ªs que acababa de nacer y tem¨ªa por su futuro. ¡°Una milicia bien regulada, siendo necesaria para la seguridad de un Estado libre, el derecho del pueblo a guardar y tener armas, no debe ser infringido¡±, reza la Segunda Enmienda de la Constituci¨®n de EE?UU, adoptada en 1791. M¨¢s de dos siglos despu¨¦s, esas palabras son las que permiten que un ciudadano privado pueda legalmente comprar un arma y tenerla en su casa. La Segunda Enmienda se ha convertido en un s¨ªmbolo de identidad para muchos. Pero para otros tantos es el origen de la epidemia de violencia armada en la que vive atrapado EE?UU. La matanza en una escuela en Parkland (Florida) ha abierto un incipiente debate sobre la Segunda Enmienda.
El detonante ha sido un art¨ªculo de John Paul Stevens, miembro del Tribunal Supremo de 1975 a 2010. ¡°Raramente en mi vida he visto el tipo de activismo c¨ªvico de alumnos y sus seguidores¡±, escribi¨® el jurista de 97 a?os a finales de marzo en The New York Times tras las manifestaciones masivas contra las armas impulsadas por los supervivientes de Parkland. Stevens aplaudi¨® sus peticiones de endurecer el acceso a pistolas y rifles pero esgrimi¨® que la reforma ¡°m¨¢s efectiva¡± ser¨ªa acabar con la Segunda Enmienda. Argument¨® que esa incorporaci¨®n constitucional buscaba proteger a los nuevos Estados de la amenaza de un Ej¨¦rcito nacional pero que hoy es una ¡°reliquia del siglo XVIII¡±.
Solo el Congreso podr¨ªa derogar esa enmienda. Parece imposible. Tras el art¨ªculo, el presidente estadounidense, el republicano Donald Trump clam¨® que ¡°nunca ser¨¢ repelida¡±. Y el l¨ªder dem¨®crata del Senado, Chuck Schumer, se mostr¨® en contra de modificarla. El ¨²ltimo gran debate legal sobre la Segunda Enmienda fue en 2008 cuando el Supremo, por solo un voto a favor (Stevens vot¨® en contra), sentenci¨® que la Constituci¨®n protege el derecho individual de poseer un arma y que es legal tener una pistola cargada en casa para un uso de defensa propia.
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