Cinco rutas en bicicleta por Espa?a y Portugal para una primavera espl¨¦ndida
Los meteor¨®logos juran que en alg¨²n momento tiene que dejar de llover. Y entonces se abrir¨¢ una primavera tard¨ªa pero espl¨¦ndida. Aqu¨ª van cinco ideas para disfrutarla en bicicleta sin irte muy lejos
Siempre sostuve que el de la bicicleta es el ritmo perfecto para descubrir paisajes. Y, m¨¢s a¨²n, en primavera, cuando el buen tiempo y los campos llenos de luz y color incitan a lanzarse a los caminos. Aqu¨ª van cinco rutas por la Pen¨ªnsula que he hecho y que recomiendo. Cuatro son aptas para todo tipo de aficionados e incluso para hacerlas con ni?os. Y una quinta, para machacas del BTT.
Camino de Santiago portugu¨¦s
Curiosamente esta ruta jacobea es la segunda m¨¢s transitada por los peregrinos, seg¨²n las estad¨ªsticas oficiales. Pero lo es porque la inmensa mayor¨ªa de quienes la eligen empieza en Tuy, en la frontera hispano-lusa y hacen las cinco ¨²ltimas etapas. Si haces este Camino Portugu¨¦s desde Lisboa, donde en realidad empieza, no encuentras ni al Tato. Sin embargo, es uno de los m¨¢s deliciosos precisamente por su soledad y porque permite atravesar el pa¨ªs vecino por unos parajes y aldeas remotos dif¨ªciles de ver de otra forma. Como tiene pocos albergues de peregrinos, es ideal para hacer en bicicleta, que da m¨¢s movilidad y posibilidades de buscar alojamiento.
De Lisboa a Compostela hay 606 kil¨®metros a trav¨¦s del Portugal m¨¢s rec¨®ndito y apacible. La primera parte discurre casi en llano, por la comarca del Ribatejo, una gran llanura aluvial extremadamente f¨¦rtil por la abundancia de agua que proporciona el Tajo. A partir de Tomar el perfil de la ruta se quiebra, pero sin grandes desniveles. El Camino Portugu¨¦s es uno de los m¨¢s llanos de todas las rutas jacobeas; por eso es perfecto para hacerlo en bici. Es una ruta a¨²n por descubrir, con muchos menos servicios e infraestructuras que el Camino Franc¨¦s, pero tambi¨¦n con mucha m¨¢s carga de soledad e intimidad que la saturada v¨ªa por el norte de Espa?a. Se puede dormir en Pousadas de Juventude (albergues juveniles) y sobre todo, en cuarteles de Bombeiros Volunt¨¢rios, que suelen dar acogida a lo peregrinos. A partir de Oporto empiezan a aparecer los primeros albergues espec¨ªficos para peregrinos. Y una vez en Galicia, lujo total: varios por etapa para poder fraccionarlas a voluntad.
V¨ªa de la Plata
Otra excelente ruta para hacer en bicicleta en primavera (en verano hace demasiado calor) es la V¨ªa de la Plata, la ruta jacobea que empieza en Sevilla y lleva hasta Santiago a trav¨¦s del oeste peninsular. En esta ¨¦poca las dehesas del norte de Andaluc¨ªa, de Extremadura y de Salamanca estar¨¢n a rebosar de flores y de colores. Y con suerte ya se habr¨¢ secado el barro de estos meses de diluvio. La V¨ªa de la Plata sigue -m¨¢s o menos- el trazado de varias antiguas calzadas romanas que desde Sevilla y M¨¦rida pasaban por C¨¢ceres, Salamanca y Zamora para terminar en Astorga, la antigua Asturica Augusta, el asentamiento adelantado de las legiones romanas desde donde se controlaba a los belicosos astures. Est¨¢ perfectamente se?alizada desde Sevilla. Desde all¨ª se dirige por Guillena y Almad¨¦n de la Plata hacia M¨¦rida (Em¨¦rita Augusta). Siempre hacia al norte, cruzando la provincia de Badajoz, pasa despu¨¦s por C¨¢ceres, Salamanca y Zamora (las tres, antiguos castros romanos), salva el Tajo, el Tormes y el Duero por magn¨ªficos puentes de piedra, algunos de ellos a¨²n en uso, y termina en Astorga, en la provincia de Le¨®n, la antigua Asturica Augusta, donde se junta con el Camino de Santiago Franc¨¦s. En total, casi 500 kil¨®metros de sendas, caminos, pistas y carreteras asfaltadas que no siempre responden al trazado aut¨¦ntico de la v¨ªa romana, pero que garantizan el deleite y el disfrute del cicloturista, que puede hacer la casi totalidad de esos kil¨®metros por pistas de tierra alejadas del tr¨¢fico.
Transpirenaica
Si est¨¢s en forma y te van los retos, no hay mayor en la pen¨ªnsula ib¨¦rica para un cicloturista que la traves¨ªa de los Pirineos, de costa a costa. Una aventura de 900 kil¨®metros y miles de metros de desnivel solo para piernas entrenadas. La recompensa es atravesar la cordillera por parajes soberbios, salvar puertos de monta?a a m¨¢s de 2.000 metros, cruzar bosques, prader¨ªas, collados y valles en completa soledad y el descubrimiento de una naturaleza apabullante, que no se puede disfrutar igual en ning¨²n otro viaje tradicional por el Pirineo. La ruta se puede hacer en ambos sentidos, desde Llan?¨¤ (Girona), en el Mediterr¨¢neo, hasta Hondarribia (Guip¨²zcoa), en el Cant¨¢brico o viceversa. No hay que confundir con el GR11, la Senda Pirenaica, que ser¨ªa la misma aventura, pero para senderistas. Esta discurre por sendas no aptas para bici y a mucha mayor altura. El trazado para bicicletas va m¨¢s abajo, por zonas m¨¢s transitables sobre dos ruedas. Se puede hacer en unos diecis¨¦is d¨ªas y hay que prever alojamiento -que no siempre se encuentra a pie de ruta - o llevar tienda de campa?a y saco (lo que eleva en demas¨ªa el peso de las alforjas).
V¨ªa verde de Ojos Negros
Una de las V¨ªas Verdes m¨¢s representativas de este proyecto que ha recuperado m¨¢s de 2.600 kil¨®metros de antiguas v¨ªas f¨¦rreas en Espa?a es la que empieza en Algimia de Alfara (Valencia) y termina en Cella, m¨¢s arriba de Teruel capital. Sigue el trazado de un viejo tren minero que empez¨® a funcionar en 1907 para transportar el hierro de los pozos de Ojos Negros, en la comarca minera de Teruel, hasta el puerto de Sagunto. En total son 162 kil¨®metros por el valle del Alto Palancia, un r¨ªo salpicado de pueblos de aromas moriscos y colores levantinos, como Segorbe o J¨¦rica. Es la V¨ªa Verde m¨¢s larga de las 123 puestas en marcha. Perfecta para hacerla en bicicleta.
Conviene tener en cuenta que - pese a que una las principales caracter¨ªsticas de las v¨ªas verdes es que apenas tienen desnivel, porque los trenes para las que fueron construidas no hubieran podido superarlo- eso no quiere decir que sea lo mismo hacerlas en un sentido o en otro, sobre todo en bicicleta. En total, entre Algimia y el punto m¨¢s elevado, el Puerto del Escand¨®n, hay mil metros de diferencia en altitud, lo que significa un desnivel mantenido durante muchos kil¨®metros del 4 %; poco para un tramo corto, pero un trago demasiado duro para quienes no est¨¦n muy acostumbrados a hacer distancias largas en bicicleta. Por eso es mejor plantearse la v¨ªa de Ojos Negros de arriba abajo, desde Teruel hacia la costa. Se pasa por localidades con servicios, como Barracas o la propia Teruel, en las que se puede pernoctar o conseguir avituallamiento sin problema.
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El Camino de Levante
Caravaca de la Cruz (Murcia) tiene un privilegio: junto con Santiago de Compostela, Roma, Jerusal¨¦n y Santo Toribio de Li¨¦bana es una de las cinco ¨²nicas localidades del mundo a las que el Vaticano concedi¨® el derecho a celebrar el A?o Santo para fomentar la peregrinaci¨®n hasta ellas. El ¨²ltimo de la localidad murciana fue el pasado 2017 y con motivo de tales fastos se termin¨® de acondicionar y se?alizar una ruta de 117 kil¨®metros desde la vecina Orihuela, en la provincia de Alicante, hasta el santuario de la Vera Cruz, el destino de la peregrinaci¨®n. Se llama Camino de Levante y aunque no est¨¢ sustentado en ninguna base hist¨®rica permite completar la aventura a trav¨¦s de pistas sin tr¨¢fico, con escaso desnivel y bien se?alizadas. Durante los primeros kil¨®metros, hasta Murcia capital, la ruta aprovecha el carril peatonal y ciclista que discurre en paralelo al r¨ªo Segura. Luego sigue por la mota del r¨ªo hasta Alguazas, donde el decorado cambia. El Camino de Levante deja por fin el valle del Segura y se adentra en las tierras arcillosas de su afluente, el r¨ªo Mula, aprovechando la v¨ªa verde del Noroeste, antigua plataforma de un tren de v¨ªa estrecha que un¨ªa Murcia con Caravaca y que cerr¨® en 1971.
Al ser una antigua infraestructura ferroviaria, todo este ¨²ltimo tramo no presenta grandes desniveles, lo que lo hace ¨®ptimo para viajes cicloturistas en familia o para quienes les gustes pedalear sin sufrir demasiado. Las localidades por las que pasa el Camino de Levante son grandes y tienen provisiones de todo tipo. Varios restaurantes est¨¢n adheridos a la iniciativa y ofrecen men¨²s del peregrino entre 10 y 15 euros.
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