Hay l¨ªneas rojas
La alianza Washington-Londres-Par¨ªs debe forzar a Siria a respetar los l¨ªmites
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El ataque contra instalaciones del Ej¨¦rcito sirio ha sido aparentemente quir¨²rgico y localizado, lo suficiente como para no generar bajas pero, sobre todo, para enviar un mensaje coordinado desde Estados Unidos, Reino Unido y Francia de que no se volver¨¢ a permitir el uso de armas qu¨ªmicas. El r¨¦gimen de Bachar el Asad ha infligido terribles da?os a su poblaci¨®n civil en numerosas ocasiones con estas sustancias prohibidas y ha enga?ado y desafiado a la vez y sin cesar a la comunidad internacional. Si Barack Obama titube¨® en 2013 e incumpli¨® su promesa de no tolerar que Siria se saltara la l¨ªneas rojas; si el r¨¦gimen burl¨® a la comunidad internacional al asegurar despu¨¦s que ya las hab¨ªa destruido; si Rusia demostr¨® una vez m¨¢s que no trabaja suficientemente por la paz, Donald Trump, Emmanuelle Macron y Theresa May parecen dispuestos a establecer reglas nuevas en el conflicto.
El ataque de la madrugada del s¨¢bado hab¨ªa estado precedido del habitual discurso fr¨ªvolo e impulsivo de Trump, que prometi¨® a Rusia por Twitter el pr¨®ximo env¨ªo de ¡°misiles nuevos, bonitos e inteligentes¡±. Mosc¨² respondi¨® en el mismo tono y amenaz¨® con represalias si sufr¨ªa bajas. Entre la prudencia del dem¨®crata Obama y las bravuconadas de Trump se abr¨ªa un abismo de consecuencias impredecibles. Pero, frente a los temores iniciales, el ataque se ha concentrado en tres instalaciones relacionadas con las armas qu¨ªmicas. Ninguno de los 105 misiles empleados ha sido interceptado por las defensas sirias; y los sistemas rusos de defensa no fueron activados. ¡°Misi¨®n cumplida¡±, declar¨® ayer Trump, que agradeci¨® a Macron y May su compromiso. En 2013, David Cameron se desentendi¨® y Fran?ois Hollande, que estaba dispuesto, afront¨® una dura oposici¨®n.
La multilateralidad en la responsabilidad del ataque es un factor que abre nuevas oportunidades a la soluci¨®n del conflicto, frente a la unilateralidad que pod¨ªa haber representado Trump en solitario. Que Estados Unidos sea capaz de coordinarse con sus aliados en un ataque preciso y sin bajas conocidas hasta ayer env¨ªa un mensaje de firmeza nuevo para Damasco, Teher¨¢n y Mosc¨². El presidente Putin ha dado siempre cobertura internacional a Bachar el Asad en una guerra que ha dejado ya cerca de medio mill¨®n de muertos y millones de ciudadanos desplazados desde 2011 y ahora debe hacerse consciente tambi¨¦n de los l¨ªmites.
La nueva exhibici¨®n de firmeza por parte de Occidente, con el ataque m¨¢s masivo desde que se inici¨® el conflicto, no solo muestra la verdadera l¨ªnea roja que supone el uso indiscriminado de armas qu¨ªmicas como el que afect¨® a 500 personas en Duma la semana pasada, sino que fija el camino de un pulso diplom¨¢tico en el que Rusia se debe involucrar. Forzar a Mosc¨² a llevar a Bachar el Asad a una verdadera mesa de negociaci¨®n para avanzar en el fin del conflicto ser¨ªa el verdadero ¨¦xito de una firmeza cuya mejor noticia ser¨¢ siempre la contenci¨®n, la multilateralidad y la proporci¨®n.
Especial | Ataque a Siria
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