Primavera

La muerte del director de cine Milos Forman nos obliga a detener la actualidad por un instante. Las muertes de la gente respetada son una piedra entre los dientes de la rueda de molino del d¨ªa a d¨ªa, que lo tritura todo sin piedad. Mientras una alfombra de polvo lo termina de cubrir, nos queda su mano alzada, como aquel brazo de la Estatua de la Libertad que asomaba entre la arena en el final m¨¢s estremecedor de la historia del cine, el de El planeta de los simios, en la versi¨®n original de 1968. Nunca est¨¢ de m¨¢s recordar que la persecuci¨®n de la libertad es en cualquiera de las artes mucho m¨¢s relevante que la persecuci¨®n del ¨¦xito. Es algo que olvidamos, chantajeados por ese espejismo del triunfo. Milos Forman hab¨ªa rodado durante la Primavera de Praga pel¨ªculas modestas, locales, inteligentes, cargadas de humor y humanidad. Los amores de una rubia y Al fuego bomberoslo convirtieron en una celebridad en el cine mundial.

Cuando los tanques rusos invadieron su pa¨ªs para reforzar la dictadura del proletariado, esa celebridad permiti¨® a Milos Forman quedarse en Francia. En esos meses vivi¨® con estupor las revueltas de Mayo del 68 que ahora conmemoramos desde diversas interpretaciones. Cuando Forman observ¨® la deriva mao¨ªsta y el reverdecer de la utop¨ªa comunista entre los j¨®venes estudiantes, trat¨® de explicarles con ejemplar honestidad intelectual que no ten¨ªan ni pu?etera idea de lo que hablaban. Que ¨¦l, precisamente ¨¦l, hab¨ªa huido de esos presuntos para¨ªsos en busca de la libertad. Alarmado por la inconsecuencia de los ni?os mimados y la grandilocuencia de ciertos impostores de alta jerarqu¨ªa cultural, se march¨® a Estados Unidos y rod¨® un fracaso que es hoy una pel¨ªcula peque?ita, honesta y magistral llamada Taking Off o Juventud sin esperanzas, como se titul¨® con bober¨ªa en Espa?a.

El d¨ªa en que ETA asesin¨® a Miguel ?ngel Blanco recib¨ª el Premio del Jurado en el festival de Karlovy Vary por mi primera pel¨ªcula. En la gala, Milos Forman estaba sentado al lado de su amigo Vaclav Havel, el presidente de la Rep¨²blica Checa, ya consolidada la democracia en ese julio de 1997. Era m¨¢s obvia que nunca en ese instante la rid¨ªcula peque?ez del cine frente a la potencia de la Historia, pero quise agradecerle en persona a Milos Forman la estimulante influencia de sus primeras pel¨ªculas. A la gente nos alimentan detalles que arman una manera de estar en el mundo, por m¨¢s que al final nos aplaste la apisonadora de un calendario cargado de estupidez, crueldad y corrupci¨®n, que son valores triunfantes.