Las aguas del Ganges han recorrido, desde la cordillera m¨¢s alta del mundo hasta llegar a la ciudad de Benar¨¦s, "cientos de kil¨®metros por frondosas laderas, tierras de cultivo aradas por vacas, min¨²sculos pueblos y centros de peregrinaci¨®n abarrotados", narra Baxter. Son aguas sagradas y a su paso por esta ciudad, que dicen fue construida por el dios creador-destructor Shiva, se convierten en el lugar perfecto para ba?arse en ellas y ¡ªseg¨²n el hinduismo¡ª limpiar los pecados.
La ciudad, que se yergue en una de sus laderas es, cuenta Baxter, un entramado de estrechas callejuelas en las que "se dice que se puede encontrar un templo cada diez pasos". Todo en ella gira en torno al Ganges, donde se puede ver, adem¨¢s de devotos ba?¨¢ndose, a toda clase de personas jugando, apostando, hablando¡
Hasta tal punto llega la veneraci¨®n por este r¨ªo que se ha convertido en "la primera entidad no humana de la India en tener los mismos derechos legales que las personas". Y es que, a ojos de los hind¨²es, el Ganges es la diosa Ganga a quien se le orden¨® bajar de los cielos para purificar a los humanos.
Pero este r¨ªo, que nace en lo alto del Himalaya con un agua cristalina y que adem¨¢s es la principal fuente de agua de 400 millones de personas, es tambi¨¦n el vertedero de varias ciudades por las que pasa. Entre ellas, la industrializada Kanpur, cuyas empresas lo usan de vertedero de diversos tipos de residuos.