Alarma por la deuda
El endeudamiento es hoy la principal amenaza para la estabilidad global
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha lanzado una nueva e inquietante advertencia sobre el crecimiento de la deuda mundial. El equipo econ¨®mico del Fondo tiene la intenci¨®n manifiesta de que esta advertencia sea entendida como una alarma en toda regla: el aumento de la deuda, propiciado por los bajos tipos de inter¨¦s, constituye una debilidad grave de la econom¨ªa global que puede interpretarse como un riesgo elevado de que aparezca en el horizonte una nueva crisis financiera. El FMI hace bien en dar la voz de alarma; es una de sus funciones, sobre todo cuando tales riesgos existen.
La econom¨ªa global acumula un volumen de deuda de 164 billones de d¨®lares. Esta cantidad constituye en s¨ª misma una amenaza de inestabilidad, sobre todo en el caso de que los Estados no dispongan de programas razonables para reducirla. Y no solo son riesgos financieros. Existen tambi¨¦n factores pol¨ªticos err¨¢ticos, como la inconsistencia de Donald Trump o la avidez por regresar a la ortodoxia monetaria de Jens Weidmann. Con un volumen de deuda as¨ª, cualquier aceleraci¨®n en el ritmo de subida de tipos (un escenario que le gusta al actual Bundesbank) tendr¨ªa consecuencias desastrosas para el equilibrio econ¨®mico global y desde luego facilitar¨ªa una nueva crisis de deuda.
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Hasta ahora, los bancos centrales han gestionado con acierto y prudencia las consecuencias de la crisis y se han tentado mucho la ropa, como corresponde, antes de variar la pol¨ªtica monetaria. Han evitado los movimientos bruscos, de forma que los tipos de inter¨¦s han activado la recuperaci¨®n en la medida de lo posible y la senda hacia un nuevo encarecimiento del dinero construida por Yellen ha sido muy suave. Por eso, la acumulaci¨®n de deuda es un riesgo real, pero todav¨ªa inconcreto. Pero hay que insistir en que cualquier desviaci¨®n impaciente de los ritmos de subida de tipos puede traer graves consecuencias.
No todo est¨¢ controlado desde los bancos centrales. El riesgo Trump incluye una peligrosa pol¨ªtica proteccionista que inyecta incertidumbre en los mercados y en las econom¨ªas nacionales. Las amenazas b¨¦licas son igualmente temibles. Y en el horizonte acaba de reaparecer el fantasma del petr¨®leo. Ha llegado ya a los 74 d¨®lares por barril. El impacto de esta escalada sobre las econom¨ªas europeas va a ser considerable si se mantiene durante los pr¨®ximos meses. Lo l¨®gico ser¨ªa que el ministro de Econom¨ªa explicase los escenarios de repercusi¨®n para las cuentas p¨²blicas y el crecimiento espa?ol.
A pesar de las buenas expectativas de crecimiento y de la satisfactoria evoluci¨®n econ¨®mica de Europa, lo cierto es que la econom¨ªa global atraviesa por un momento que los economistas suelen describir como vulnerable. Las tensiones geopol¨ªticas, el ascenso ins¨®lito del proteccionismo y la subida del petr¨®leo presionan intensamente sobre el flaco d¨¦bil de la deuda. La pol¨ªtica m¨¢s prudente hoy es actuar en los puntos neur¨¢lgicos donde puede hacerse: planear reducciones sistem¨¢ticas del endeudamiento; garantizar una vuelta a tipos de inter¨¦s normalizados, pero a ritmos pausados que no provoquen nuevas tensiones y alejen cualquier riesgo de crisis y coordinar pol¨ªticas energ¨¦ticas independientes de la inestabilidad pol¨ªtica del crudo.
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