21 fotosRafa Nadal gana la final del Masters de Montecarlos, en im¨¢genesEl manacor¨ª conquist¨® su und¨¦cimo Masters 1.000 enfrentandose a Nishikori por (6-3 y 6-2)El Pa¨ªs22 abr 2018 - 19:51CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceDe forma imperial, con un domino abrumador y sin ofrecer resquicio a los cinco contendientes que ha tenido, Rafael Nadal elev¨® su und¨¦cimo trofeo del Masters de Montecarlo despu¨¦s de imponerse en la final al japon¨¦s Kei Nishikori por 6-3 y 6-2 (en 1h 33m). En la imagen, Nadal posa con el trofeo que le hace ganador del Masters de Montecarlo.Julian Finney (Getty)De este modo, el n¨²mero uno conquist¨® su primer trofeo de la temporada, que a su vez significa su 31? premio en un Masters 1000; en consecuencia, destrona a Novak Djokovic (30) como el tenista m¨¢s laureado en los torneos de esta categor¨ªa y adem¨¢s retiene el trono mundial, obligado como est¨¢ a ganar pr¨¢cticamente todas las citas sobre tierra batida. En la imagen, Nadal muerte el trofeo.ERIC GAILLARD (REUTERS)Sobre esta superficie, el mallorqu¨ªn ofrece un recopilatorio sideral, con 396 triunfos (por solo 35 derrotas) y la friolera de 54 t¨ªtulos, integrados en un total de 76. En la imagen, Rafael Nadal posa con el trofeo.ERIC GAILLARD (REUTERS)Este ¨²ltimo se lo adjudica despu¨¦s de una semana extraordinaria, en la que ha desbordado con autoridad a cada uno de sus rivales, de perfiles muy diversos: desde un pegador como Khachanov hasta un virtuoso como Dimitrov, pasando tambi¨¦n por un especialista en la arcilla, Thiem, y el inerme Bedene en el debut. Tiene Nadal para todos. En la imagen, Nadal alza el trofeo del Masters 1000 de Montecarlo.YANN COATSALIOU (AFP)En la final le toc¨® turno a Nishikori, siempre correoso e inc¨®modo, pero al que le falta un punto de malicia y m¨¢s sangre para aspirar a cotas m¨¢s elevadas. En la imagen, Nadal celebra su victoria junto con Kei Nishikori.Julian Finney (Getty)El tenista manacor¨ª celebra su victoria tras ganar a Nishikori.YANN COATSALIOU (AFP)Plante¨® una digna resistencia esta vez el japon¨¦s, pero al cuarto de hora, cuando Nadal estaba m¨¢s fresco que una lechuga, ¨¦l ya boqueaba como un pez fuera del agua. 11 minutos y mucho sudor (calor considerable en el Principado, unos 23?) le cost¨® defender su primer servicio; es decir, de partida el balear ya le exig¨ªa un mundo en cada pelota, correr a por esa bola revolucionada que pesa una tonelada.Julian Finney (Getty Images)Mal panorama para ¨¦l, pues, m¨¢s si cabe porque Nishikori (11 t¨ªtulos ATP, los mismos que Nadal solo en Montecarlo) es un jugador quebradizo que viene de superar una lesi¨®n de larga duraci¨®n, con una intervenci¨®n en la mu?eca derecha incluida. En la imagen, Nishikori felicita a Rafael Nadal.ERIC GAILLARD (REUTERS)Habitual del "top-5", ocupa ahora el puesto 36 del ranking, aunque su juego siempre invita a estar alerta. Y Nadal, por supuesto, no se relaj¨® ni para sacarse la foto previa de rigor. En la imagen,Rafael Nadal reacciona despu¨¦s de un punto.YANN COATSALIOU (AFP)Si el asi¨¢tico posee una corriente de electricidad en las piernas, ¨¦l concentra un dep¨®sito voltaico en la mente, y esta le dec¨ªa que la ocasi¨®n era demasiado jugosa como para dejarla escapar. En la imagen, Kei Nishikori devuelve una bola a Nadal.Julian Finney (Getty)En su 12? final en Montecarlo, redujo a su adversario guantazo a guantazo, con una disposici¨®n muy equilibrada y la derecha m¨¢s entonada que el d¨ªa anterior.YANN COATSALIOU (AFP)Tuvo que trabaj¨¢rselo, porque Nishikori nunca regala nada, pero progresivamente lo esquilm¨® y atrap¨® el primer parcial en 56 minutos, despu¨¦s de un intercambio de roturas: primero la del japon¨¦s, para 2-1, e inmediatamente la suya; despu¨¦s, otro aceler¨®n (rotura para 4-2) y de ah¨ª en adelante, m¨¢s dinamita. En la imagen, Kei Nishikori se seca la cara durante el partido.ERIC GAILLARD (REUTERS)Vista general de la pista donde se celebra el partido entre Nadal y Nishikori.Julian Finney (Getty Images)Golpe tras golpe, el nip¨®n fue tambale¨¢ndose. En la imagen, Rafael Nadal, despu¨¦s de golpear la bola.Julian Finney (Getty Images)En la segunda manga Nadal le lanz¨® otros dos crochets a la mand¨ªbula y termin¨® desesperado de pura impotencia. El n¨²mero le acorral¨®, le apuntill¨® y se hizo con un t¨ªtulo que transmite muchas cosas. En la imagen, Kei Nishikori devuelve la pelota a Nadal.Julian Finney (Getty Images)La primera, que por primera vez Nadal consigue completar un torneo en este curso; la segunda, que la lesi¨®n del psoas ya es historia; y la tercera, que en el momento clave del a?o, en la rampa de lanzamiento hacia Roland Garros, el espa?ol est¨¢ afilado y va a por todas, y parece ser que no hay quien le tosa.Julian Finney (Getty Images)¡°Es especial volver a ganar aqu¨ª, sobre todo despu¨¦s de los meses duros que he pasado. Doy las gracias a mi familia y al equipo por estar ah¨ª¡±, expres¨® en la ceremonia final, antes del tradicional mordisco al trofeo. Nadal, otra vez, lo quiere todo.ERIC GAILLARD (REUTERS)Kei Nishikori, el tenista japon¨¦s, en un momento del partido.YANN COATSALIOU (AFP)Enlaza ya 36 sets consecutivos a su favor en la arena. Y Montecarlo para abrir boca, como primera escala triunfal. Vienen ahora Barcelona, Madrid, Roma, Par¨ªs. La bonita rutina de la primavera.Julian Finney (Getty)El tenista nip¨®n Kei Nishikori realiza un derechazo para devolver la pelota.YANN COATSALIOU (AFP)Nadal sigue la trayectoria de la pelota.ERIC GAILLARD (REUTERS)