![Ilustraci¨®n de Annie Londonderry en el libro 'Intr¨¦pidas'.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/7JHAVCPFRRMH5O4CIOQRVUWLJQ.jpg?auth=f420c1b32735424eb5bb219d93a6502972d321c5bd6d5a37b3b2c5530c7aabe2&width=414)
Caperucitas que ya no se tragan el cuento
Hay miles, s¨ª, pero hoy, D¨ªa del Libro, te proponemos estos 10 escritos por mujeres (para todas las edades y todos los g¨¦neros) donde ellas han dejado de ser d¨¦biles y pacientes princesas, personajes secundarios o sumisas amantes
![Cuenta el pr¨®logo del libro de ?ngela Vallvey que las cenicientas, caperucitas y sirenitas que pasean por las calles de nuestras ciudades y pueblos ya no se tragan el cuento de que las mujeres deban coronarse consiguiendo a un pr¨ªncipe para sentirse plenamente realizadas como seres humanos. En esa transformaci¨®n social, la autora ha cogido los cl¨¢sicos y los ha sacudido hasta las costuras para crear un nuevo imaginario social acorde con un mundo que, por fin, empieza a dejar de creer en las medias naranjas, los finales felices obligados y el amor rom¨¢ntico. Un mundo tambi¨¦n consciente de que nacer mujer todav¨ªa es nacer en desventaja. En el nuevo universo de Valley hay caperucitas <i>tall</i> (o sea: altas), una Reina de las Nieves que ataja el cambio clim¨¢tico y la indiferencia de quienes lo provocan y una sirenita que acaba teniendo claro qu¨¦ no est¨¢ dispuesta a dejar escapar y a qu¨¦ quiere renunciar.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/H27LVT45ZZI33CJD7D7JLC2D4Y.jpg?auth=71e3f98009e79c54da74e279e4f0ddf74d9e2adbb96fad0682c1ccb18ebc142d&width=414)
![<i>Culorrojo</i> es el nombre de uno de los cuentos de este libro, y tambi¨¦n el odioso apodo que druante el primer a?o de instituto le ponen a la protagonista en el momento exacto en el que le viene la regla por primera vez. Ocho ilustradoras ponen color a ocho peque?as historias escritas por Sara Cano: momentos que todas las mujeres han tenido, que marcan (normalmente de forma negativa) y que cuando ocurren pueden llegar a convertirse en un infierno para una adolescente. La menstruaci¨®n, las expectativas, el cuerpo... Explica Cano en el pr¨®logo de este libro, en el que el 5% de los ingresos de venta ir¨¢ destinado a InteRed, que el objetivo no es otro que la sororidad y la igualdad de g¨¦nero como hilo con el que se teja el futuro, y que el futuro sea, de una vez por todas, tambi¨¦n femenino.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/BHO7L2VGCZNKXKBS5HOVYIBTJQ.jpg?auth=cba186b2152a70f6a19175a5d088da15548b93249bea09089a5291262f4034aa&width=414)
![Hay un mont¨®n de cosas de las que no se hablan abiertamente o no tan abiertamente como se deber¨ªa: por verg¨¹enza, por <i>educaci¨®n</i>, por norma. La menopausia es una de ellas y Francine Oomen estaba cansada de tanto reparo. <i>Francine se desarregla</i> es una memoria gr¨¢fica, y divertida y sin pudor alguno, sobre ella. Las dos solapas del libro presentan a dos mujeres. La primera es Oomen: ¡±Soy Francine Oomen. Hasta mis 52 a?os fui madre, hija, amante, exitosa autora de libros infantiles y h¨¢bil malabarista, capaz de mantener todos mis platos en el aire bastante bien, hasta que uno tras otro fueron estrell¨¢ndose contra el suelo. Solo me quedaba una opci¨®n: dejarlo todo y declararme en barbecho. Y eso fue lo que hice. Este libro es la historia de esa experiencia¡±. La otra es Arp¨ªa: ¡°Soy Arp¨ªa. Vivo en la cabeza de Francine. Ella me llama su explotadora interior, pero siempre me he he encargado de que sobreviviera razonablemente bien. La he guiado a trav¨¦s de aguas turbulentas y durante muchos a?os he conseguido mantenerla en lo m¨¢s alto de sus capacidades. Despu¨¦s de que cumpliera los 52 a?os, no me bast¨® con blandir el l¨¢tigo de vez en cuando. No hab¨ªa forma de hacerla remontar. Me cans¨¦ de ella. Y ella de m¨ª, seg¨²n tengo entendido. Este libro es el relato de lo que nos sucedi¨®¡±. Con o sin menopausia, te quede mucho o poco (o no te vaya a tocar nunca, hombre) el viaje por las p¨¢ginas de este <i>desarreglo</i> merecen la pena.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/4FD55NXTSZM6LGU64TSIF4RTQY.jpg?auth=54771f0c04de42e608448b3f81c35a47914886f9c9a4e82f079f82d7f3e7bd0d&width=414)
![Se han dicho muchas cosas de los <i>Mon¨®logos de la vagina</i> de Eve Ensler: que es una biblia para las mujeres del siglo XXI, que quien lo abre ya no puede volver a pensar igual respecto al sexo, el cuerpo femenino o la mujer en s¨ª misma. La obra ha sido traducida a 45 lenguas y ha sido representada teatralmente en 112 pa¨ªses. Ensler (nacida en Nueva York en 1953, dramaturga, activista, feminista e int¨¦rprete) hizo m¨¢s de 200 entrevistas para perge?ar este volumen que deber¨ªa estar en todas las mesillas de noche -incluso por duplicado si hay dos mesillas de noche- porque, al final, la autora no habla m¨¢s que de la vida, la de verdad, la que durante mucho tiempo se ocult¨® pudorosa. Ella la liber¨®.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/HGQL77BPMNJ7LJFFS4MNZP5K2Q.jpg?auth=fe3b60214713dfd1eec0c1906ef5b9c978bc8a3847b457a8952402683024862c&width=414)
![Entre Policarpa y Bastardilla hay m¨¢s de dos siglos de diferencia en un mismo pa¨ªs, Colombia. La primera, Policarpa Salavarrieta, <i>La Pola</i>, pas¨® a la historia como una hero¨ªna de la independencia de Colombia, a principios del siglo XIX, se encargaba de conseguir dinero, pasar informaci¨®n y estar atenta a nuevos talentos para la revoluci¨®n. Acab¨® en el pat¨ªbulo el 14 de noviembre de 1817, hoy ese es el D¨ªa de la Mujer Colombiana y su efigie est¨¢ en sellos y monedas. Bastardilla, la segunda, vive hoy en Bogot¨¢, y no se sabe su nombre real pero sus enormes murales est¨¢n en ciudades de todo el mundo; esta artista urbana se niega a dar su nombre porque quiere centrar la atenci¨®n en su obra. La elegida para ilustrar <i>Mujeres radicales del mundo</i> es una de sus pinturas m¨¢s conocidas y con m¨¢s fuerza, una ind¨ªgena que sujeta el tejado de una casa mientras lleva dos beb¨¦s colgados y, cuenta la autora del libro, Bastardilla recuerda as¨ª que las mujeres cargan con el peso del mundo y, adem¨¢s, con la promesa del futuro. Ellas son solo dos de las m¨¢s de 40 mujeres que aparecen en un libro que comienza con un ¡°?de d¨®nde y sobre qui¨¦n quieres aprender?¡±.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/U53MR7P7CFKNRJD33GSOVMGQ2E.jpg?auth=7566f84ff0aa3a46cff4e9d9e8f02d7a540ffddfbddd22444fabdd8992cc4c36&width=414)
![Nunca se conform¨® con lo que le daban, con lo que se supon¨ªa que ten¨ªa que hacer o con lo que deb¨ªa solo por ser mujer. Elizabeth Jane Cochran naci¨® en 1864 en Cochran¡¯s Mills (Pensilvania, Estados Unidos) y muri¨® en Nueva York, 58 a?os despu¨¦s. Quien la recuerda lo hace bajo el nombre de Nellie Bly, el pseud¨®nimo que us¨® durante toda su trayectoria profesional: pionera en el periodismo de investigaci¨®n y una de las primeras corresponsales de guerra, escritora, feminista y aventurera. Fue libre en cada lugar que pis¨®: M¨¦xico, donde fue corresponsal, varios pa¨ªses de Europa, donde cubri¨® la Primera Guerra Mundial y la Convenci¨®n de 1913 y unas cuantas decenas m¨¢s cuando, en 72 d¨ªas, dio la vuelta al mundo. Este libro es la ¨²nica recopilaci¨®n impresa de los escritos de Bly, sus obras m¨¢s conocidas, art¨ªculos de opini¨®n y reportajes que hacen un dibujo perfecto de una perspectiva que, siglo y medio despu¨¦s, todav¨ªa sirve para entender el mundo de hoy, y el de ayer.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/H3WIPK6YVBNDHMQNFOF6SBUD5I.jpg?auth=627f1a292a59ea71350a19ea9842359387f0246ed2ee8b1c590e6558043f31fa&width=414)
![Rosa Moncayo naci¨® en Palma de Mallorca en 1993, estudi¨® Administraci¨®n de Empresas y con 20 a?os hizo la maleta y se fue con una beca a Corea del Sur. Ahora es analista de datos en una multinacional y <i>Dog Caf¨¦</i>, su primera novela, es la historia de un nacimiento, una casi muerte y una resurrecci¨®n. Empieza as¨ª, con una nueva vida, en 1993: ¡°Existo porque mis padres tuvieron relaciones sexuales en el mar Mediterr¨¢neo. El d¨ªa de mi nacimiento inundaron de felicidad los pasillos del hospital, al parecer ven¨ªa de nalgas y con el cord¨®n umbilical enrollado alrededor del cuello; podr¨ªa haber dejado de existir prematuramente¡±. 173 p¨¢ginas despu¨¦s, esa misma beb¨¦ que lleg¨® de nalgas ya ha entrado en la veintena y le ha dado tiempo a sudar, sufrir e hibernar. La historia de Dog Caf¨¦ puede ser la historia de casi cualquiera, por eso las p¨¢ginas pasan r¨¢pido, m¨¢s o menos, lo que tarda un AVE Madrid-M¨¢laga.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/42PVK6ISGRJ2BAQ7A24A2RVPIA.jpg?auth=539ff7306686e5e1e8350749e243b88ddb16a4c36650a5131a4c538714d3697c&width=414)
![En pleno siglo XVII, Margaret Cavendish, duquesa de Newcastle, toc¨® la pol¨ªtica, las ciencias y las letras. Naci¨® en 1623, public¨® diez libros de filosof¨ªa, casi una veintena de libretos teatrales y fue la primera mujer en ser recibida en la Royal Society de Londres; con honores, en 1674, fue enterrada en la Abad¨ªa de Westminster. Se neg¨® a firmar con pseud¨®nimo y este <i>mundo</i> resplandeciente ha sido frecuentemente considerado como embri¨®n de una ciencia ficci¨®n que tiene como madre oficial a Mary Shelley, ya en el siglo XIX. <i>The Blazing World</i>, que es su t¨ªtulo original, es un universo tan extravagante como hondo, m¨¢s all¨¢ de estilos o reglas y sin que medien las etiquetas. <i>Un mundo resplandeciente</i> es una realidad que Cavendish cre¨® por y para ella y por y para todos aquellos que quisieran entrar. Un mundo de paz y filosof¨ªa, donde reina una emperatriz y donde no est¨¢n permitidos los ¡°usurpadores¡±. No es un libro f¨¢cil, ni ligero, ni ordenado. Pero es un imprescindible de la literatura escrita por mujeres que ha tardado cuatro siglos en ser traducido al espa?ol.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/GPKVSZ3Q6NODJORZ34ORJGZLAI.jpg?auth=1c87d3b7a4726fac7a6fe2e42319c39674ec0021b6764b80e05fe8e7ee30fcbb&width=414)
![En las p¨¢ginas de <i>Intr¨¦pidas¡¯</i> est¨¢n las historias de 25 exploradoras, pero su autora, Cristina Pujol, est¨¢ convencida de que existen muchas m¨¢s. A veces porque la historia las obvia, a veces porque no quedan registros escritos o incluso porque ellas mismas ten¨ªan que ser invisibles para poder llevar a cabo sus viajes sin ser frenadas por una sociedad que reten¨ªa a la mujer entre ollas que llenar, suelos que fregar y bocas que alimentar. Annie Londonderry, que recorri¨® el mundo en bicicleta, Marianne North, que visit¨® cinco continentes con su caballete a cuestas y descubri¨® varias especies de plantas o Rosie Swale Pope, que dio la vuelta al mundo corriendo durante cinco a?os, son algunas de las historias de un libro que es un peque?o tesoro con el que descubrir, al menos, 25 nombres y por qu¨¦ no, despertar la curiosidad por averiguar m¨¢s.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/JGJUW736VVKUJCLV6JJ4B3W5MY.jpg?auth=fbf9c16c2053bdb0e7cb9075effe4dbf99414f1c57a4d1a74c78e8f8e8d90f18&width=414)
![Laura Bates acaba de entrar en la treintena y su <i>Sexismo cotidiano</i> ya se ha colado como uno de los libros de base del feminismo de este siglo; tal vez porque lo que guarda en sus p¨¢ginas es la historia nuestra de cada d¨ªa. En 2012, Bates abri¨® Everyday Sexism, una web en la que se iban acumulando desprop¨®sitos, agravios, conflictos y peque?os y grandes roces surgidos del machismo. Estudiantes universitarias que cuentan que no conocen a ninguna chica a quien no hayan toqueteado o metido mano sin su consentimiento, treinta?eras a las que se les dijo ¡°no¡± a un contrato porque ten¨ªan riesgos elevados de quedarse embarazadas o chicas con hermanos de 13 a?os a los que han escuchado, junto a sus amigos y merendando en casa, clasificar a sus compa?eras de clase en tres categor¨ªas: ¡°fr¨ªgidas¡±, ¡°putas¡± y ¡°me gustar¨ªa violarla¡±. Son solo algunas de las historias que el a?o pasado, cuando la web superaba los 150.000 testimonios, la autora brit¨¢nica decidi¨® recoger en Sexismo cotidiano. Cualquier mujer que abra el libro, m¨¢s bien antes que despu¨¦s, se encontrar¨¢ en ¨¦l.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/6JRSRMLEI5KZFMAHM6WJN45ZHU.jpg?auth=75289285036dd35f187e9f79c9eed1ced940a8a991d37a0da48a1d88048573ce&width=414)