Claire Foy: La reina de ¡®The Crown¡¯ se hace ¡®hacker¡¯
La actriz consigue que Netflix la indemnice por la diferencia salarial con Matt Smith, su compa?ero de reparto en la serie
¡°Me siento liberada, como quien se ha escapado¡±. As¨ª de claro se expresa Claire Foy sin abandonar la compostura que caracteriza a esta actriz brit¨¢nica de 33 a?os y belleza de marfil que se dio a conocer al interpretar a una joven Isabel II en The Crown, la exitosa serie de Netflix que ha protagonizado durante sus dos primeras temporadas. Este trabajo le ha dado fama, premios y una nueva vida aunque a juzgar por sus palabras tambi¨¦n suena a que construy¨® a su alrededor una jaula dorada. ¡°La sensaci¨®n es muy rara porque yo sigo siendo la misma¡±, dice. ¡°Nadie cambia de esa forma en unos meses. Lo que cambia es la percepci¨®n que la gente tiene de ti. El p¨²blico te convierte en alguien diferente, perfecta y maravillosa¡±. A pesar de sus buenas palabras, dos temporadas ejerciendo de reina han sido suficientes para Foy. En la pr¨®xima, la sustituye Olivia Colman.
Aunque repita que las cosas no han cambiado, lo han hecho y mucho. Su sueldo, de unos 33.000 euros por episodio, se ha convertido en bandera por la lucha contra la desigualdad de g¨¦nero en el ¨¢mbito laboral cuando qued¨® en evidencia que, pese a protagonizar la serie, el salario de Foy era inferior al de Matt Smith, su compa?ero masculino de reparto que interpreta a su marido en la ficci¨®n, el pr¨ªncipe Felipe de Edimburgo. Esta misma semana se ha conocido que la productora de The Crown ha indemnizado a la actriz con 225.000 euros por haberle pagado menos. En concreto Clair Foy recibi¨® 13.500 euros menos por cap¨ªtulo que su antagonista masculino.
En el terreno personal tambi¨¦n ha hab¨ªa una variaci¨®n importante, ya que en febrero ella y su marido, el tambi¨¦n actor Stephen Campbell, comunicaron su separaci¨®n tras cuatro a?os de matrimonio y una hija en com¨²n, Ivy Rose. ¡°Ese s¨ª que ha sido el mayor cambio de mi vida¡±, afirma en referencia a la maternidad
No es la primera vez que la actriz vira en su vida. La interpretaci¨®n lleg¨® tarde y casi por sorpresa a su vida. ¡°Vengo de una familia masiva y ruidosa de origen irland¨¦s, pero nada art¨ªstica¡±, asegura. Foy estaba m¨¢s preocupada en conseguir dinero para el alquiler que en trabajar por amor al arte. ¡°Prepar¨¦ banquetes, trabaj¨¦ en televenta, repart¨ª revistas, ejerc¨ª de camarera en un pub, hice de segurata en Wimbledon, fui cajera de supermercado...¡±, dice riendo al recordarlo.?
Tambi¨¦n prob¨® con el ballet aunque ah¨ª tuvo que echar el freno a causa de una artritis juvenil. ¡°Siempre me gust¨® la interpretaci¨®n, pero no me lo plantee hasta que en la universidad me lo sugiri¨® uno de los profesores. Yo ni me hab¨ªa dado cuenta de lo obsesiva que era observando las mismas interpretaciones en las mismas pel¨ªculas una y otra vez¡±, recuerda. Entre esas obsesiones cin¨¦filas se encuentra el trabajo de Doris Day. Y el de Grace Kelly.
La corona ya le produc¨ªa cierta inquietud antes de la serie: ¡°Nunca saldr¨¦ con una pancarta a defender la monarqu¨ªa, pero en Inglaterra es una instituci¨®n que funciona, una salvaguarda que continuamente cambia y se moderniza. ?C¨®mo Madonna! Pero yo no puedo ser m¨¢s del vulgo¡±, reitera.
Foy ha dejado la tiara, los perros corgis y el palacio para meterse en la piel de otra mujer, esta vez de ficci¨®n, pero tambi¨¦n de gran impacto entre el p¨²blico: Lisbeth Salander, la hacker protagonista de la saga literaria Millenium, en la pel¨ªcula The Girl in the Spider's Web. ¡°De ella espero aprender a ser capaz de pasear sola de noche sin temor, pero lo que se dice ahora, todav¨ªa no estoy preparada ni emocional ni f¨ªsicamente para ser Salander¡±, dice. Pero como por algo hay que empezar, el radical corte de pelo con el que se la ha visto en las ¨²ltimas fotograf¨ªas muestran su transformaci¨®n en esta mezcla de furia, sexo y estilo que conforma el car¨¢cter de su personaje.
A lo que no teme Foy es al qu¨¦ dir¨¢n. Ni a quienes puedan compararla con Rooney Mara, la actriz que se puso antes en las botas de Salander. Ni a quienes la echen de menos como soberana brit¨¢nica. ¡°Algo hemos aprendido de Shakespeare: la cantidad de versiones que existen de los mismos cl¨¢sicos¡±, sentencia la int¨¦rprete. Claire Foy prefiere comparar el personaje de Salander con un James Bond contempor¨¢neo y en femenino. Y si la cosa se pone dura sabe c¨®mo encontrar su momento zen: una fogata, un libro y un vaso de vino. ¡°Tinto y, a ser posible, sudafricano o californiano¡±, especifica.
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