Ojo: peligro por derrumbe
Ante su previsible declive electoral, el PP muestran una atrofiada capacidad de respuesta
Desde hace alg¨²n tiempo, ser testigo de los acontecimientos pol¨ªticos de este pa¨ªs pasa por un ejercicio de doble rechazo que culmina en perplejidad. El rechazo que, primero, se dirige hacia una actuaci¨®n ilegal, corrupta o simplemente aborrecible y que, despu¨¦s, acaba transform¨¢ndose en un sentimiento de oposici¨®n ante la reacci¨®n de los poderes p¨²blicos: bien porque estos se exceden en su interpretaci¨®n de las actuaciones o porque su reacci¨®n es incompatible con la salvaguarda de las instituciones.
Lo ocurrido con Cifuentes y el ministro Catal¨¢ lo ilustra bien. En ambos casos se produce inicialmente una actuaci¨®n que indigna a los ciudadanos: las mentiras de Cifuentes, por un lado, y el voto particular en el juicio de La Manada, por otro. El PP reacciona protegiendo primero a Cifuentes y luego forzando su dimisi¨®n tras un v¨ªdeo humillante cuya publicaci¨®n abre serios interrogantes sobre la manera de ejercer el poder de este partido. En el caso de Catal¨¢, el ministro pretende empatizar con la indignaci¨®n popular cuestionando la capacidad del juez que emiti¨® el voto particular, en una muestra de incompetencia en el cargo y de ninguneo al CGPJ.
La imprudencia de Catal¨¢ es la misma que llev¨® a Montoro a afirmar que no hubo dinero p¨²blico en el refer¨¦ndum del 1 de octubre. Ambas reacciones son s¨ªntoma de las tensiones que genera en el PP su previsible declive electoral. Muestran una atrofiada capacidad de respuesta. Un desesperado intento de conectar con la opini¨®n p¨²blica, como cuando decidieron apuntarse a la defensa de la prisi¨®n permanente revisable.
En las democracias consolidadas la alternancia en el poder es ordenada: unos partidos llegan, otros se van y el marco institucional permanece intacto. El PP aborda el cambio de ciclo electoral arrastrando en su declive a las instituciones. En su ca¨ªda, los populares han decidido adoptar como salvavidas la patrimonializaci¨®n del inter¨¦s general por el inter¨¦s de partido. Por eso, hasta el fin de la legislatura, cualquiera de sus actuaciones deber¨ªa acompa?arse de un cartel que rece: ¡°Ojo: peligro por derrumbe¡±. @sandraleon_
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