TVE no es otro canal

El Gobierno ha convertido una an¨¦cdota desafortunada en una prueba m¨¢s de su af¨¢n de manipular RTVE y, de paso, ha demostrado su desprecio hacia los principios que deben alentar un medio p¨²blico. Una de las primeras decisiones que tom¨® el Ejecutivo de Mariano Rajoy all¨¢ por 2011 fue enterrar el estatuto de RTVE que, durante el mandato de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, dot¨® al ente p¨²blico espa?ol de unas reglas que le otorgaron la mayor independencia que ha tenido nunca. Siete a?os despu¨¦s, el PP bloquea el acuerdo suscrito por ¨¦l mismo para volver a aquella f¨®rmula que exige la oposici¨®n.

Han sido variados los casos flagrantes de manipulaci¨®n durante este tiempo que han denunciado profesionales y sindicatos de la empresa. El ¨²ltimo esc¨¢ndalo se ha producido a ra¨ªz de una an¨¦cdota que hubiera quedado pronto en el olvido de no ser por la torpeza y esp¨ªritu censor del Gobierno de Mariano Rajoy. La secretaria de Estado de Comunicaci¨®n, Carmen Mart¨ªnez de Castro, hizo un comentario soez y despectivo hacia un grupo de manifestantes pensionistas ¡ª¡°?Qu¨¦ ganas de hacerles un corte de mangas de cojones y decirles: ¡®Pues os jod¨¦is'!¡±¡ª que abucheaban a Rajoy en Alicante. El v¨ªdeo se difundi¨® inmediatamente casi por todas partes menos por TVE, donde la direcci¨®n orden¨® no emitirlo. La editora del informativo territorial de Valencia, Arantxa Torres, ha presentado su dimisi¨®n por un acto de censura tan intolerable y el Consejo de Informativos ha declarado su apoyo a esta profesional. Ha sido un lamentable incidente que el ministro de Hacienda, Crist¨®bal Montoro, ha agravado en el Senado apelando a la libertad de elegir otro canal. As¨ª se lo ha espetado al senador socialista ?scar L¨®pez.

Es dif¨ªcil acostumbrarse a la arrogancia y la incoherencia de Montoro, uno de los ministros, por cierto, reprobados por la oposici¨®n. Esgrimir la libertad de prensa para justificar un acto de censura es una burla a este principio tan elemental de la democracia. Pero su argumentaci¨®n no solo es un grave desatino. Este mismo Gobierno ha criticado con dureza y con raz¨®n la grosera manipulaci¨®n informativa de TV-3 a favor del independentismo catal¨¢n hasta el punto de haber considerado su intervenci¨®n dentro de la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n. Ello demuestra, en consecuencia, que no hay un error de concepto sobre la naturaleza de un medio p¨²blico de informaci¨®n ¡ªque no compite con los privados¡ª, sino del abuso de poder que est¨¢ dispuesto a desplegar con tal de proteger su imagen.