Qu¨¦ es la ¡®Indoor Generation¡¯ y por qu¨¦ deber¨ªas dejar de formar parte de ella

Una tos que no tendr¨ªa que estar ah¨ª interrumpe tu serie favorita. Te descubres un sarpullido en la piel ante el espejo del ba?o. Tus pensamientos vuelan de un lado a otro mientras tratas de concentrarte bajo la luz del sal¨®n. Das vueltas y m¨¢s vueltas en la cama en busca de la postura adecuada. Esta serie de hechos cotidianos parece inofensiva. Pero, a la luz de algunas investigaciones, no lo es: son problemas asociados a la calidad del aire que respiramos en el interior de las casas, un aire que, por desgracia, inhalamos durante el 90% de nuestro tiempo, seg¨²n estima la OMS. Eso convierte a los urbanitas de hoy en la 'Indoor Generation', un generaci¨®n que vive atrapada entre cuatro paredes. Una generaci¨®n que, seg¨²n la Agencia de Protecci¨®n Ambiental de EE UU, respira continuamente un aire hasta cinco veces m¨¢s contaminado que el que circula por el exterior.

Sobre este t¨¦rmino, 'Indoor Generation', gira el nuevo v¨ªdeo de concienciaci¨®n de VELUX, una compa?¨ªa danesa fabricante de ventanas que busca alertar de los peligros de este estilo de vida. En ¨¦l, esta generaci¨®n es descrita como aquella que vive en la oscuridad, atrapada en espacios con mala ventilaci¨®n, con un aire viciado, inm¨®vil, suspendido. Una ni?a narra los efectos de habitar en esa atm¨®sfera: problemas respiratorios, asma, propensi¨®n a los resfriados, dificultad para conciliar el sue?o y concentrarse. Efectos que varios organismos ya cuantifican: el Instituto Fraunhofer estima que vivir en hogares mal acondicionados eleva el riesgo de sufrir asma en un 40%, al tiempo que prev¨¦ que cada tercer hijo de una familia sufrir¨¢ esta enfermedad o desarrollar¨¢ alguna alergia.

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La 'Indoor Generation' est¨¢ formada masivamente por los habitantes de las ciudades, que en Europa son ya cerca del 75% del total. Pese a la magnitud de las cifras, el fen¨®meno a¨²n permanece oculto: una encuesta de YouGov concluye que, en Espa?a, creemos que pasamos el 61% del tiempo encerrados cuando en realidad lo hacemos el 90%. En este sentido, los m¨¢s ingenuos con el asunto son los italianos (57%), y los m¨¢s realistas los ingleses (71%). Otro dato inquietante: el 15% de la muestra admite no salir ni una sola vez de casa en las 24 horas del d¨ªa.

En la pr¨¢ctica, evitar que el aire interior se ensucie es dif¨ªcil. La mayor¨ªa de las acciones cotidianas -limpiar, cocinar, e incluso dormir y respirar- enturbian el ambiente. Y cada material -paredes, pinturas, electrodom¨¦sticos- puede emitir qu¨ªmicos, polvos y microfibras, entre otros, que irriten las v¨ªas respiratorias. Dicho esto, es posible mejorar la situaci¨®n desde ya. Son varias las cosas que hacer al alcance de cualquiera (y en las que no todo el mundo repara): por ejemplo, abrir las ventanas tres veces al d¨ªa, dejar una abierta cuando nos duchamos o encender siempre el extractor al cocinar. Medidas b¨¢sicas pero efectivas para adaptar nuestros hogares al modelo de casa circadiana, que no es otro que el que respeta los ritmos de la naturaleza gracias a niveles de luz y ventilaci¨®n que emulan las condiciones exteriores.

Lograr viviendas m¨¢s sanas y visibilizar el problema de la contaminaci¨®n interior es la receta m¨¢s inmediata para acabar con esta 'Indoor Generation', que no solo causa efectos a largo plazo: hoy, la habitaci¨®n donde duermen los ni?os de una familia puede ser la m¨¢s insana del hogar, seg¨²n concluye la Universidad de Copenhague. Por ello, no dejes pasar m¨¢s tiempo: difunde el problema, abre las ventanas de tu casa con frecuencia y, por supuesto, sal m¨¢s a la calle.